Si en cada oportunidad que el Ministro de Hacienda de turno presenta a la Asamblea Legislativa el presupuesto general de La República, para su estudio y aprobación, la tajada para el deporte normalmente se corta, se mantiene igual y muy pocas veces sube, el fracaso de nuestros deportistas en las competencias que conforman el ciclo olímpico es lógica consecuencia de esto.
Al cierre de edición, la delegación costarricense, que participa en los XVI Juegos Panamericanos celebrado en Guadalajara, estaba en blanco, cero medallas en los tres primeros días de competencia.
A nadie debe sorprender tan magros resultados; esta experiencia se repitió en los Panamericanos de Río de Janeiro 2007, nuestros atletas regresaron con las maletas vacías. Cuatro años antes, en República Dominicana, el brioso pedalista Deiber Esquivel se quedó con el bronce en la prueba del mountain bike y salvó el honor patrio, esta hazaña no la pudo repetir ahora en Guadalajara, ya que ocupó la posición nueve en la misma competencia.
La mejor participación de Costa Rica en unos Panamericanos se llevó a cabo en Indianápolis 1987. Gracias al brillante aporte de la nadadora Silvia Poll, que arrasó con tres medallas de oro, tres de plata y 2 de bronce. Además, Rónald Lanzoni ganó plata en la maratón y el equipo de patinadores de velocidad también ganó bronce.
Esta proeza no se volvió a repetir, básicamente porque “engendrar” atletas como las hermanas Poll, es un proceso “científico” de años, y expuesto cada día a prueba y error.
Nuestra mejor atleta de hoy, Gabriela Traña, lo tiene muy claro y lo manifiesta muy claro. “La gente no sabe lo que es un proceso en un deportista olímpico; perfectamente puede durar 18 años y en su preparación se requiere una fuerte inversión. No podemos pedirles medallas olímpicas a nuestros representantes. En los Panamericanos enfrentamos a atletas de rango mundial”.
URGE INVERSIÓN
Para los gobernantes de Costa Rica, con escasas excepciones: el gobierno de Rafael Ángel Calderón Fournier y el segundo de Oscar Arias, que reforzaron los programas deportivos y seleccionaron en posiciones de mando a renombrados deportistas como el desaparecido Dr. Rodrigo Pacheco López y luego Osvaldo Pandolfo. El deporte nunca ha sido prioritario y lo que recibe son mijagas.
Con migajas es imposible conseguir medallas.
Decía Henry Núñez, actual presidente del Comité Olímpico Nacional (CON), que cuando le tocó competir como judoca en el ciclo olímpico, en una ocasión fue eliminado por un rival que recibía de su gobierno $10.000 cada mes, mientras que él tuvo que meter dinero de su bolsillo para mejorar su preparación al evento.
Es la triste realidad.
No pidamos medallas, ni milagros, si no existe vocación de nuestros políticos de inyectar de millones de dólares al deporte.
Para la presente edición de los Juegos Panamericanos, que se desarrollan en Guadalajara, la pequeña delegación de El Salvador, que compite con 78 atletas en 22 disciplinas deportivas, recibió ayudas, a través de su Comité Olímpico, por un monto de $645.000 (cerca de 335.000 millones de colones); además de los aportes millonarios que reciben de parte del Instituto de Deportes Salvadoreño (INDES).
El Gobierno de Guatemala invierte diez veces más esa suma, por eso sus atletas regresaron de los Panamericanos de Río de Janeiro con siete medallas, 2 de oro, 3 de plata y 2 de bronce.
Costa Rica invirtió ¢460 millones en esta delegación olímpica que está en Guadalajara, formada por 88 atletas que compiten en 18 disciplinas. De estos, ¢285 millones se generan por recursos internacionales y patrocinios privados y el resto lo aporta el ICODER. Fácil deducir que la tajada que da el gobierno es mínima.
Ahora que Costa Rica se comprometió a organizar los Juegos Centroamericanos en el 2013, la Presidenta Laura Chinchilla le prometió al deporte una inyección de ¢2.000 millones el próximo año para la preparación de nuestros deportistas y apoyar la infraestructura del evento.
Osvaldo Pandolfo, exviceministro de Deportes, afirma: “Costa Rica primero tiene que organizarse y prepararse para ganar los Juegos Centroamericanos; esta es la prioridad. Ver qué se hace, en qué se invierte para que nuestro deporte supere a Guatemala y El Salvador a la hora final en el medallero; esta es la meta para el 2013. En nuestra gestión dimos apoyo económico y seguimiento a atletas de alto rendimiento y logramos un subcampeonato en los Juegos Estudiantiles del área, una posición que nos habían arrebatado los hermanos centroamericanos. Estábamos trabajando con un equipo interdisciplinario de diferentes profesionales para ganar los Centroamericanos. El proceso se cortó con el cambio de gobierno, pero vemos bien la ayuda que ofreció la señora Presidenta”, expresó el dirigente.
ENORME COMPROMISO
A año y medio para que Costa Rica se convierta en anfitriona de los Juegos Centroamericanos, hay severos problemas para que se construya la Villa Olímpica y al presidente del comité organizador, Johnny Araya, alcalde de San José, se le han presentado gran cantidad de trabas para edificarla en unos terrenos cercanos al cementerio Calvo.
Cada día se escuchan más voces que opinan que Costa Rica debe declinar la sede y renunciar a ella para no hacer un ridículo universal.
En todo caso, los Juegos Panamericanos en Guadalajara están clasificando a los atletas costarricenses que, se suponía, tenían alguna posibilidad de ganar medallas de bronce, lejos de las marcas y tiempos que permiten colgarse el oro y la plata, pero algunos, como la ciclista Adriana Rojas, el pedalista Deiber Esquivel, los nadadores Marilaura Meza y Mario Montoya, ni que decir el ciclista de ruta Gregory Brenes, que quedó a 18 segundos de una medalla, la jinete Anne Egerstrom, lograron marcas y tiempos que los proyectan a ganar el oro o la plata en los Centroamericanos. Esto, es de lo poco positivo que se puede concluir de la participación criolla en tierras tapatías.
Como no hay mal que por bien no venga, el bien acomodado presidente del CON, Henry Núñez, sucesor del eterno Jorge Nery Carvajal, ilusionó a los costarricenses, augurando un par de medallitas de bronce (quizá algo más), pero como estas no llegan, ahora se aferra a lo que aquí reseñamos.
Probablemente se regrese de Guadalajara con la maleta vacía de medallas, pero nuestros atletas de alto rendimiento ya citados, aún faltan de competir Leonardo Chacón, Nery Brenes, Kristopher Maitland, Gaby Traña, Allan Segura y Manuel Campos, retornarán con marcas y tiempos que nos ilusionen para los Centroamericanos, de manera que el círculo vicioso cumple su rutina: el CON se sacude porque no tiene plata; el Gobierno la promete; los atletas fracasan, pero la agencia de viajes no cesa. Esa sí que no se detiene.
