A la escena mundialista se presentan por primera vez las representaciones de Ecuador, Eslovenia, Senegal y China, con la convicción de mostrar sus atributos entre los grandes.
El atacante Agustín Delgado es la principal figura de la selección mundialista de Ecuador.
Llegar a la máxima cita del orbe con la ilusión de debutar, pero con el desafío de realizar una digna presentación, es sin duda el propósito de los nuevos participantes de la copa del mundo.
En la cita asiática los ojos del planeta fijarán la atención en los 32 participantes, aunque juzgarán con atención el desempeño de los seleccionados que llegan por primera vez al mundial.
Uno de los cuatro debutantes que arribará a Corea y Japón es el Ecuador, de la mano de Hernán Darío Gómez, quien tras realizar un arduo trabajo clasificatorio, visó junto a sus muchachos el pasaje.
Los ecuatorianos se sumaron a la lista de clasificados, fueron los segundos en el grupo sudamericano; de los 18 partidos efectuados, ganaron 9, empataron 4 y perdieron 5, a su haber sumaron 22 dianas y recibieron 19 en contra: suficiente para garantizar la presencia en Asia.
Aquellos tiempos de desencanto quedaron atrás, también las ilusiones rotas que asfixiaban la esperanza de soñar algún día con un episodio mundialista. Ecuador figura entre los 32 mejores del orbe, con un equipo alimentado por la fuerza anímica y el carácter para hacerle frente a sus contendores.
Hasta 1989 se consideraba como el hermano menor del fútbol sudamericano, empero, la curva ascendente que inició en esa época con el montenegrino Dusan Draskovic, se mantuvo constante, hasta que al fin lograron la clasificación mundialista.La nueva generación de futbolistas guiados por el colombiano «Bolillo Gómez», se caracteriza por un fútbol fuerte, atrevido y ambicioso. Tienen a Agustín «el Tin» Delgado, como su principal figura, quien milita con el FC Southampton inglés.
Ecuador es la novedad sudamericana, y se espera que su presencia en el continente asiático, permita poner en alto el fútbol de América.
ESLOVENIA
Por el viejo continente, se suma a la lista Eslovenia, otro debutante que otrora formó parte de Yugoslavia. Una de las principales características es su fútbol fuerte, con una defensa sólida y un espíritu de tenacidad en el equipo.
Dirigidos por Srecko Katanec, llegaron a la copa del mundo de segundos en su grupo 1 y en el repechaje batieron a Rumanía (2-1 y 1-1). De las 12 participaciones, ganaron 6 y empataron 6, con 20 goles a favor y 11 en contra.
Al técnico Katanec, los críticos le atribuyen el éxito de este equipo, que en forma progresiva ascendió hasta el puesto 26 de la clasificación mundial de la FIFA. Ello representa una escalada de más de 100 puestos respecto a 1993.
Cuentan con el media punta Zlatko Zahovic, polémico pero habilidoso número 10 que podría convertirse en el motor del equipo para que los eslovenos figuren en la cita Asiática.
SENEGAL
Si en América Ecuador fue el equipo de asombro, en África esos méritos le correspondieron a los «leones» de Senegal, quienes nunca habían participado en un encuentro mundialista.
Tras imponerse en el grupo C, los «leones» con su perfil de equipo, dan crédito a un potencial futbolístico que tiene dos décadas de crecer en África, desde aquella decorosa participación de Camerún en España 82.
Senegal llegó a Corea y Japón, tras eliminar a Benin en la rueda preliminar y ganó el grupo C de África al sumar 5 victorias, 4 empates y una derrota, acumuló 16 goles a favor y 3 en contra.
Los senegaleses afirman que serán la sorpresa de este mundial y que aportarán encanto y carisma, lo cual hace suponer que serán una bocanada de buenos bríos para el fútbol africano.
El francés Bruno Metsu asumió las riendas del equipo, luego de una labor pionera que tuvo el alemán Peter Schnittger, quien revolucionó el fútbol de ese país.
La mayoría de los seleccionados figura en el balompié francés, aunque tienen a futbolistas en otras ligas europeas como Portugal, Austria, Suiza y Grecia.
Sus principales piezas de ataque son Hadji Diouf y Khalilou Fadida, quien se integró en 2000 al conjunto dirigido por el galo Metsu. Los senegaleses cuentan con una característica de juego veloz, típico de los africanos, y con una defensa sólida, lo que hace presagiar un rival que se preocupará por evitar las regalías a sus contendores, en la próxima copa del mundo.
CHINA
Los chinos son como un punto y aparte. Encabezados por una figura carismática de gran experiencia, Velibor «Bora» Milutinovic, los orientales se encauzaron por el sendero del triunfo, luego de esperar por más de 44 años, para estrenarse en una cita mundialista.
Clasificaron a la Copa del Mundo tras imponerse en el grupo B en la rueda final asiática; en 14 participaciones ganaron 12, empataron 1 y perdieron otra, con 38 goles a favor y 5 en contra.
Empero, la participación china en el mundial, es como un salto hacia lo desconocido, donde solo el hecho de estar entre los mejores del orbe, representa una experiencia innovadora.
Durante los últimos años, la dirigencia mostró interés por constituir una selección competitiva en su región, amparada quizá, por la asignación del mundial a Corea y Japón por parte de la FIFA.
Ello representó una atracción especial, para el país más poblado del mundo, que se preocupó por formar a figuras con un biotipo por encima del promedio, de ahí que la mayoría de los seleccionados superan el metro ochenta de estatura y muestran una fortaleza física inmejorable.
Aunado a ello, se presenta la figura del carismático Bora, quien llegará como el técnico con más participaciones mundialistas, hecho que da cuenta de su talento y experiencia.
China es una representación constituida por una labor de conjunto más que de figuras descollantes y está a la espera de que inicie el episodio mundialista para soñar.