El liderazgo no tiene que ver con el puesto impor-
tante que se ocupa dentro de una institución. Una
persona puede tener un alto puesto y no por ello
contar con liderazgo.
Un jefe da órdenes y decide ante sus subalternos en
virtud del grado jerárquico del que goza. Sin embargo,
el poder de un puesto no es sinónimo ni de autoridad
ni de liderazgo.
El enfoque de grupos de alto rendimiento que propone
el Coaching se centra en la producción de liderazgo,
tanto individual como de equipos. Invertir en liderazgo
tiene como consecuencia mayor productividad laboral.
Los obstáculos emocionales interfieren, en gran
medida, en el buen desempeño organizacional. Cuan-
do existe un ambiente emocional negativo, urge un
cambio. El cambio se logra a través de una reingeniería
emocional que debe empezar, necesariamente, desde lo
más alto. Las actitudes emocionales negativas autorita-
rias corroen paulatinamente la estabilidad emocional
de las personas y desestabilizan la misión y visión de
una organización.
A diferencia de lo que puedan pensar los fans de la
inteligencia emocional, la inteligencia racional es fun-
damental para la buena dirección de la vida. El cálculo
racional es necesario en todo momento. Desde luego,
la heurística que se haga tanto de la razón como de las
emociones, es un asunto delicado. Aquella orientación
filosófica de Sócrates, según la cual una vida sin examen
no tiene objeto vivirla, hay que tomarla en su entera
complejidad psicológica. Desde dónde se examine esta
vida, desde qué presupuesto, es el punto crucial de la
objetividad racional. No toda persona está dispuesta
a realizar un examen objetivo de sus acciones, más si
éstas redundan en perjuicio de los demás.rectivo a partir de una meticulosa
heurística que determine y evidencia
los aspectos negativos que encierra el
ansia de poder y de control sobre las
demás personas dentro de los espacios
laborales.
Voy a desarrollar aquí dos ideas
básicas de Coaching enfocadas a ge-
nerar un cambio de paradigma ad-
ministrativo. Existen dos actitudes
paradigmáticas en la administración:
el rol de jefe autoritario y el rol de jefe
controlador de gente.
De jefe autoritario a formador y fa-
cilitador. Aquella idea de Maquiavelo,
tan practicada por dictadores y fans
del poder, de que es mejor ser temido
que amado, es urgente abandonarla. El
ansia de poder y dominio sobre colabo-
radores desestabiliza emocionalmente
e inhibe las actitudes proactivas en-
focadas al mejoramiento de una orga-
nización. La noción de jefe formador
y facilitador es mejor porque crea un
ambiente organizacional proactivo.
No existe castigo por el error cometi-
do, sino retroalimentación formativa,
facilitando herramientas logísticas y
actitudinales que mejoran la dinámi-
ca emocional del colaborador y del
ambiente laboral. Facilitar actitudes
logísticas y actitudinales fomenta las
capacidades de autogestión proactivas
y elimina el resentimiento y la com-
petitividad negativa.
De controlador de gente a facilita-
dor de empowerment. El empodera-
miento se inicia como un movimiento
emancipador de grupos oprimidos. En
su contexto histórico, el empodera-
miento tiene que ver con las campañas
de alfabetización de P. Freire, el tra-
bajo en comunidades afro descendien-
tes de B. Solomon, y los movimientos
feministas.
Empowerment no significa úni-
camente compartir el poder con los
subalternos con el fin lograr confianza
y compromiso. El empoderamiento
tiene que ver estratégicamente con fa-
cilitar herramientas racionales para
que los subalternos se enfoquen en el
desarrollo de sus capacidades dentro
de la gestión organizacional. En lugar
de perder poder, temor fundamental
del perfil autoritario, se gana autori-
dad y liderazgo. Fomentar el empo-
deramiento para ejecutar acciones
proactivas tiene como resultado el
desarrollo de capacidades éticamente
responsables dentro de la dinámica
organizacional.
Espacios y actitudes controladoras
crean un ambiente de desconfianza y
de poco o nulo compromiso de acción.
Cuando las acciones son autoritaria-
mente controladas por un jerarca se
pierde la voluntad de acción y de res-
ponsabilidad ética. El pensamiento
proactivo se aletarga producto de un
zombinismo emocional controlado.
Se pierden los deseos de innovar, de
asumir retos, de proponer ideas, de
pensar.
El poder es transitorio. Los puestos
laborales son fluctuantes. Gestionar el
liderazgo de los demás crea un modelo
de liderazgo a la vez.