Las tumbas que hablan

Pedro Navaja no está en nada. 300 personas desaparecidas en 2014 hablan del país más feliz del mundo

A dos grandes filósofos costarricenses, Marielos Giralt y Arnoldo Mora: me enseñaron a pensar sin miedo.

Pedro Navaja no está en nada. 300 personas desaparecidas en 2014 hablan del país más feliz del mundo (Extra noticias canal 42 del 4/11/2015). Sin embargo, ninguna felicidad  justifica esas desapariciones forzadas, el tráfico de informaciones personales, las intervenciones de comunicaciones policiales, muelles clandestinos desde los gobiernos del PLUSC, corrupción privada y pública campante; tampoco las fosas clandestinas como si fuéramos El Salvador de los ochentas, ni las ejecuciones extrajudiciales últimamente registradas y, jamás, la existencia de una justicia oficial que ya tocó fondo desde hace rato, desplazada ahora por una privada y del más fuerte.

Los ajusticiamientos extrajudiciales- algunos jueces y la policía eufemísticamente llaman homicidios del “crimen organizado” o “ajustes de cuentas”- no nacieron por generación espontánea. No es de delincuentillos comunes el uso de armas M 16 y AK 47, de técnicas de seguimiento y localización de víctimas. Alguien controla el mercado de armas, alguien les pasa la información y alguien los adiestró.

El paradigma como sociedad pareciera equivocado, pues la guerra que libramos es como Katrina, el huracán que arrasó todo a su paso y, que otras naciones, ilusionados por la tontería esa de enfrentar la violencia con más violencia, están perdiendo.

Durante 30 años no hubo rebalse del vaso para todo el mundo- eso me prometieron- mas la educación pública vive difíciles momentos. Puede que alguien me diga que soy ciego frente al “esfuerzo educativo” por mejores sueldos para los educadores, me diga que vea la construcción de aulas y la entrega de computadoras en las escuelas rurales; ¡excelente!: Pero es que un niño alimentado deficientemente por sus padres desempleados, subempleados o en precariedad salarial solo tiene la opción de desertar por deficiencias en su retención y ganarse luego el dinero fácil a como haya lugar. Así producimos muchos asesinos y muchos asesinatos son ya oficio.

Por eso gobiernos como el canadiense advierten a sus ciudadanos sobre el riesgo de visitar Tiquicia (www.centralamericadata.com/es/tsearch?q=Costa+Rica: Alertan a viajeros por violencia en Costa Rica, 2/11/2015, con un “homicidio doloso” cada 18 horas con 36 minutos en 2014, según el exdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Francisco Segura. (www.crhoy.com/costa-rica-se-ha-convertido-en-un-pais-mas-violento-dice- director-del-oij-sobre-aumento-de-delitos; 18 de febrero 2015: Costa Rica se ha convertido en un país más violento”, dice director...).

Nos estamos hundiendo como país y la gran discusión por estos días no es la desigualdad social, sino las fiestas navideñas cargadas al presupuesto nacional. Eso es clientelismo barato y detestable. Pero nunca había visto, por ejemplo, que para soñar con la justicia “investigadores de la defensa pública” vigilaran y siguiesen a jueces (Diario Extra, 5/ 11/ 2015 pág. 10); que una funcionaria judicial casi casi logra más de ₡50 millones por una beca; la Sala Constitucional – uno entiende que los tribunales están abarrotados implorando justicia pronta y cumplida – considere ahora que el artículo 41 de la Carta Magna debe entenderse como falta de prontitud solo si hay sentencia de cosa juzgada emitida por la última instancia procedente ( V. 2011-012644 y V. 2015 0172239 . ¿Para qué amparo después de 5, 6 o 7 años de espera? En Europa procesalmente así corresponde, nos ilustra. El magistrado Fernando Cruz Castro, respecto a la última resolución, salvó su voto y sí entendió que no es un asunto solo procesal, pues la persona busca amparo conforme el artículo 41 porque estima hay una dilación indebida en un proceso judicial, y bajo ese orden de situaciones queda en evidente desventaja y desprotección frente a quien está obligado a dictar la sentencia. Nunca había visto que al principal crítico del actual gobierno y partido abanderado de la transparencia pública – a solo tres años de las elecciones de 2018- se le condene a tres miembros por simular seminarios, que pagase al Seguro Social ₡25 millones de deudas con dinero proveniente del Tribunal Supremo de Elecciones y que todos los costarricenses pagáramos a otro de sus integrantes 14 meses de dedicación exclusiva, mientras vendía servicios profesionales a un canal privado de TV (La Nación, 5/11/2015). Todo queda en lo que ya nos enseñaron es “normal” y justificable.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Semanario Universidad