Fiesta, teatro y despedidas en la casa de Abya Yala

Por medio del teatro, el performance y los rituales, Abya Yala explorará los contenidos y manifestaciones de las despedidas.

Palabras, lágrimas, rituales, comidas, recuerdos, cartas y fotos; cientos de elementos construyen los adioses y las despedidas que llevará a escena la agrupación Abya Yala con The good bye project.

La puesta en escena se presentará, en forma de novenario, del 11 al 19 de diciembre en la casa de habitación de los directores del grupo y salón de ensayos de la agrupación, ubicado 50 metros al suroeste del portón principal del colegio Sión, en Los Colegios de Moravia.

La bailarina Valentina Marenco es una de las intérpretes del proyecto, que estudia el fenómeno del adiós.
La bailarina Valentina Marenco es una de las intérpretes del proyecto, que estudia el fenómeno del adiós.

El montaje, que mezcla elementos rituales, festivos, teatrales y performáticos, es producto de una larga investigación que realizaron los integrantes de Abya Yala para responder la interrogante: ¿qué hacemos para decir adiós?

The good bye project tendrá partes actuadas, bailadas, rituales en los que participa el público y también momentos en que será como una fiesta, con café y cerveza artesanal.

La puesta en escena, interpretada por Andrea Gómez, Roxana Ávila, Mariela Richmond y Valentina Marenco, se presentará todos los días, del viernes 11 al sábado 19 de diciembre a las 8 p.m. Debido a que la obra se desarrollará en un espacio residencial, el límite de ingreso será de 30 personas por función. Las entradas tendrán un costo de ¢6.000 y se puede obtener más información vía mensaje de texto al 8374-6265.

Mediante rituales y constelaciones, Abya Yala estudia los procesos de ruptura y despedida.
Mediante rituales y constelaciones, Abya Yala estudia los procesos de ruptura y despedida.

De acuerdo con Roxana Ávila, que dirige junto a David Korish el proyecto, la obra aborda las distintas despedidas que afrontamos los seres humanos: “Las despedidas de etapas, de personas, de lugares, de versiones de nosotros mismos; las despedidas alegres, las amorosas, las dolorosas y, por supuesto, la despedida final, la muerte”.

Ávila comentó que el proceso de creación pasó por la revisión de las vidas de quienes aportaron al espectáculo y por eso el resultado es sumamente íntimo; además, la decisión de montarlo en su casa, donde se desarrollan además los ensayos del grupo, hizo que la obra cruce las historias y subjetividades de cada una de las participantes en escena.

Mariela Richmond, integrante del grupo, intérprete y cocreadora, comentó que el proyecto nació en el 2014, pues varias personas coincidieron en procesos personales que involucraban duelos, despedidas o rupturas que se tradujeron en procesos creativos.

Así, el grupo se orientó a indagar sobre el adiós en sus distintas dimensiones, desde la música, el arte y su relación con la muerte, desde la psicología, el desapego y, posteriormente, tradujeron esa información a lo escénico.

Para Korish, este fenómeno de la separación es un campo muy fértil, desde la perspectiva artística y personal, ya que “le toca a cada persona lidiar con sus propias maneras de decir adiós, a los amantes, a gente que muere, a partes de nosotros mismos”.

Según dijo, considera que el mayor valor de The good bye project es precisamente que ha logrado construir una dramaturgia personal. “Nuestras vidas y la pieza se fusionaron de una manera muy estrecha; hay extractos de la vida de cada una, cartas de amor, memorias. Es una pieza que explora la línea entre lo personal y lo escénico en lo más profundo”, acotó.

Una primera muestra de la pieza fue compartida con amigos de la agrupación el viernes 27 y, de acuerdo con Korish, lo que sucede es que el contenido personal en la obra detona en los espectadores sus propios reflejos y memorias, “esa memoria visceral de haberse despedido”. “En The good bye project somos embajadores de las emociones y de la memoria personal”, resumió.

Andrea Gómez, Valentina Marenco, Roxana Ávila y Mariela Richmond son los cuerpos en el espacio que construye “The good bye Project”.
Andrea Gómez, Valentina Marenco, Roxana Ávila y Mariela Richmond son los cuerpos en el espacio que construye “The good bye Project”.

Abya Yala: De quienes se espera lo inesperado

Si algo se puede decir de los proyectos de Abya Yala, es que los espectadores nunca sabemos qué esperar. Del teatro tradicional a la intervención musical de la ciudad, pasando por las fiestas performáticas, la agrupación siempre sorprende.

Roxana Ávila, directora y fundadora del grupo, afirma que lo que les caracteriza es precisamente la ausencia de un estilo o “lenguaje”. La estética de cada propuesta se define durante el proceso de construcción, de acuerdo con el contenido. “Para nosotros la forma y el contenido son uno”.

Así, Abya Yala es, más que un grupo de teatro, un grupo de personas “talentosas, generosas y llenas de luz” que construyen un espacio de investigación artística con enormes libertades.

La artista plástica Mariela Richmond, quien se ha incorporado al escenario de Abya Yala, comentó que la razón para sostenerse en ese espacio es precisamente la necesidad de investigación. “Es un espacio donde le podés meter cualquier cosa, cualquier tema, y aguanta. Puedo explotar muchos intereses y estoy constantemente escuchando otros lenguajes, gente del teatro, del performance, de la danza y todos nos nutrimos cuando todo el mundo escucha”, dijo.

David Korish, quien también está en la agrupación desde sus inicios, aseguró que aunque se mantienen juntos por afinidad personal y profesional, el motor principal es la “urgencia de hacer arte con honestidad”.

Ávila comentó que, como siempre, el futuro del grupo no está aún trazado, aunque existen proyectos en el horizonte como una ópera y una obra más “normal”.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Otros Artículos

Aprovechando los ‘Idus’, en este caso de octubre, el Semanario UNIVERSIDAD (o su Director, Ernesto Rivera, que no es exactamente lo mismo)

Nuestro enviado especial a Venezuela, envía una crónica de su recorrido por las barriadas chavistas y opositoras en la víspera de la crucial elección parlamentaria.

La resaca moral que se cierne sobre Occidente permite que ocurran cosas que tal vez no concuerdan con los principios liberales.

Se mantienen las deficiencias en la ejecución de obra pública, que por muchos años se han señalado. Recientemente, la señora Contralora General de la República

Nicolás de Myra, por el lugar en que fue obispo, o Nicolás de Bari, por el lugar donde fueron trasladados sus restos
Semanario Universidad