Los conectados

Es una nueva cultura, una nueva forma de comunicarse, todos la usamos, unos más que otros, pero los conectados están chiflando a la gente;

Es una nueva cultura, una nueva forma de comunicarse, todos la usamos, unos más que otros, pero los conectados están chiflando a la gente; hay partes, accidentes, muertes, atropellos, por los conectados.

Se ve a la gente hablando sola en un carro, en el bus, la gente va cantando, ya no se puede ni preguntar la hora porque los conectados van en su mundo. Esto ha logrado un grado de indiferencia hacia las personas; los jóvenes andan con su  ipod, celular o conector de llamadas; estos dispositivos con sus alambres, pantallas o diademas están produciendo un mundo aparte.

La gente cruza semáforos, van “jalando” niños y hablando por celular, van a reuniones formales de padres; en aulas, alumnos y maestros, profesores, todo el mundo interrumpe todo; se ve a la gente pasando pantallas; yo creo que este grado de interrupción debe tener un límite. Creo que a un estudiante, por ejemplo en cualquier nivel de escuela −porque hasta ahí se usan−, colegio y universidad, se les tendría que pedir que apaguen estos dispositivos, debería ser una disposición. Esta es una nueva forma de comunicación claro y también vamos a mencionar sus ventajas extraordinarias; pero, creo que sería bueno pensar que su uso debe controlarse; hay casas donde hasta un niño de 7 años posee celular, incluso poseen dos y más celulares; ya los mecates son parte de su diario vivir; yo no creo que un joven con un ipod o celulares puedan poner mucha atención; por eso su control, principalmente en lugares como el aula, debe darse.

La desconexión del entorno con estas nuevas formas se ha dado; no importa lo que está pasando, se sigue con los aparatos; esto es lo que está atrapando, incluso en los hogares; la comunicación se ha debilitado; cada uno con su celular hay menos interacción familiar, todos están pegados de esa minúscula pantalla enviando mensajes, recibiendo mensajes. Llegan al colmo de regañar a un adulto mayor por no saberlo utilizar; se lo dan de “premio” a los niños; en la mesa está el alimento y el ipod o la pantalla del celular, y ni hablar del peligro que ya es cargar algo de este valor; la gente lo carga asustada de que se lo roben cuando es muy fino; me pregunto entonces ¿para qué lo andamos?

Los celulares y demás dispositivos ¡bienvenidos!, pero usémoslos con cuidado, con responsabilidad, con respeto en los lugares donde  deben estar apagados o en silencio, que no se lo tengan que pedir y que no nos incomunique con las personas, que sigamos logrando hablar, conversar, pedir un favor, con permiso y que nos escuchen, que no tengamos un accidente por ir conectados; a veces es bueno desconectarse un rato y apreciar, hablar sin estas interrupciones; en fin, disfrutemos un poco más el diario vivir, sin tanta tecnología que nos está cansando y abrumando.

 

[delipress_optin id="134623"]

Otros Artículos

En procura de una mayor objetividad en la información, aclaramos, por respeto a los estimables lectores del  “Semanario Universidad”,    las imprecisiones que se desprenden

Los dos magistrados candidatos a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia, Zarela Villanueva y José Manuel Arroyo, coincidieron en que declarar la

La población de tiburones está siendo diezmada de forma alarmante debido a la práctica del “aleteo”, que es ilegal en Costa Rica, pero que

Pareciera que el tema de verdad haya logrado finalmente entrar a la lista de prioridades del gobierno de turno. Las lluvias llegarán tarde, dicen.

Para los escépticos que no avizoraban signos de un movimiento social con fuerza y capacidad contestataria y propositiva en este país –y debo confesar

Economista y director del Centro de Investigaciones en Cultura y Desarrollo de la UNED.¿Requiere el país de las políticas que impulsa Cinde y Comex? -El

Es una nueva cultura, una nueva forma de comunicarse, todos la usamos, unos más que otros, pero los conectados están chiflando a la gente;

Ronald Solís: es imprescindible desarrollar el hábito del diálogo que pase a la negociación y culmine en acuerdos políticos (Foto: Fabián Hernández)El exdiputado, profesional
Semanario Universidad