“No es posible inventar sin corregir, tampoco es posible servir sin corregir, ni es posible ser sin corregir” (Paulo Freire).
Quiere decir: si alguien desea inventar, servir o ser, espontáneamente, y casi sin quererlo llegará a corregir mientras esté haciendo. Si corriges, y porque corriges, es que estás inventando, sirviendo y siendo. Todo a la vez. La acción te nace desde dentro. Habla de ti, de lo que tú eres.Ahora bien, claro está: este argumento es –si y sólo si– válido si buscas tu superación personal sin pisotear a otros, si creces en tu vida interior y te proyectas a otros, no si se es un energúmeno, una pareja emocionalmente malformada, un analfabeta en relaciones humanas, un manipulador de los demás y un político que se autoestima desde cautivador hasta ineluctable y soberanamente perfecto e indiscutiblemente insuperable, sea en cada uno de sus proyectos y hasta en su propia persona.