… que bailar con ella”. Así se expresó el señor Presidente Luis Guillermo Solís ante una consulta periodística sobre sus primeros 60 días de labor gubernamental. Ante la euforia por el papel de la Selección Nacional en un país harto futbolero y el descontento de miles de costarricenses por la corrupción y la escasez de soluciones a los acuciantes problemas de la población, la respuesta nos remite a lo primero y nos lleva a preguntarnos: ¿estaba preparado el equipo de don Luis Guillermo para asumir la gobernanza de este país? ¿Es el señor Solís el Director Técnico indicado para esta coyuntura patria?
La Sele demostró que tras sus triunfos en Brasil existía un arduo trabajo de preparación técnica, física y disciplinaria, contrastante con el cortoplacismo y el regodeo de los ticos. Es decir, hubo un proceso de aprendizaje y estudio que posibilitó la derrota de los contrincantes y el avance hasta cuartos de final. Con la respuesta del señor presidente pareciera que el PAC no tuvo todos esos atributos de la Sele y su preparación fue escasa. Por lo demás, la respuesta del señor Solís extraña tratándose de un académico de reconocida trayectoria como él.Y es que, a 60 días de gobierno del PAC, no se vislumbran proyectos ni acciones de envergadura que hagan suponer que su plan o programa de gobierno estaba diseñado para el torneo político/administrativo, y que podía implementarse en el mediano plazo; que los problemas nacionales habían sido estudiados para remediarlos en un gobierno que prometió, como casi todos los políticos tradicionales, en demasía. A esto deben sumársele ciertos movimientos o declaraciones que para algunos son contradicciones o muestras de que su equipo no estaba preparado para gobernar.
Ciertamente, como ha dicho el nuevo presidente, es normal que cuando se ingresa al “poder” se deban hacer ajustes, pues se debe lidiar con situaciones inesperadas como nombramientos irregulares, sobrepagos de horas extras o cesantías retroactivas a 1978. Incluso, la vocera de la bancada del Frente Amplio, Patricia Mora, a quien le damos el beneficio de la duda, cree “que no han encontrado las arcas públicas como debían haberlas encontrado. El país atraviesa una situación difícil” (La Nación/04/07/14). Sí, don Luis Guillermo, no es lo mismo ser Presidente que candidato. Por ejemplo, sobre el problema de las tarifas en los servicios públicos, el ministro de la Presidencia, don Melvin Jiménez, refirió a un medio “que se dieron cuenta que no es el Poder Ejecutivo quien decide las tarifas de servicios, sino la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep)” (Costa Rica hoy/03/06/14). El señor Solís intentó rectificarlo asegurando luego que siempre ha tenido la claridad, “pero la rebaja es un proceso complejo”, el cual, según él, se cumplirá.
Apechugar con la huelga de educadores que le dejó el Ministro de Educación anterior, sin hacer las denuncias pertinentes ni lograr convencer a los educadores de que los responsables ya no estaban en el Gobierno, fue su primer gran fuera de juego. Las denuncias hechas por la señora Ministra de Cultura y Juventud sobre los programas Festival Internacional de las Artes y Enamorate de tu ciudad, son una prueba de que en el MEP se debió, o se debe hacer lo mismo. En ambas instancias estamos esperando resultados. Por cierto, también esperamos con inquietud el pronunciamiento de la señora Ministra sobre la construcción del “nuevo” edificio de la Asamblea Legislativa, cual cubierta de los actuales inmuebles de ese poder de la República declarados patrimonio arquitectónico. ¿Avalará la resolución del Ministro saliente?
El primer gobierno del PAC enfrenta múltiples desafíos. El mayor de ellos, a dos meses después de asumir y tres después de una victoria electoral aplastante, con el voto de 1,3 millones de personas, es estar a la altura de las expectativas del soberano. Pero sobre todo, demostrar que sí estaban preparados para gobernar, que su equipo realizó el proceso previo para la competición nacional. Por ello la respuesta de don Luis Guillermo Solís, encubierta por una frase del habla popular, no aplica para un gobernante con visos de estadista que algunos, aventurándose demasiado, han descrito como el más importante desde 1958. Veremos…