Según un documento de la Caja Costarricense de Seguro Social llamado “Informe del equipo de especialistas nacionales para el análisis de la situación del seguro de salud de la CCSS”, son varias las causas de los problemas financieros de la entidad, principalmente, el aumento de las remuneraciones a los servidores públicos, y también, el aumento de la planilla institucional, donde en el período que abarca del año 2000 al 2010, el gasto en las remuneraciones alcanzó un máximo de 68,5% del presupuesto de la entidad para el año 2010, con un promedio de 59,64% en el periodo mencionado.
Según el informe, la planilla de la institución aumentó desde el 2005 al 2010 en 11.164 plazas, siendo personal de salud 56,1% y personal administrativo 43,9%.Por otro lado, la Dirección General de Servicio Civil con la venia de la Presidencia de la República emitieron los acuerdos DG-279-2007 DG-280-2007 del año 2007, donde aprueban los percentiles para el sector público, con lo que todos los servidores nos beneficiamos de las alzas que representaron para los salarios estos aumentos.
Ahora, se ha colocado en la agenda pública y política, el gasto que representa para el presupuesto de la República el pago de las remuneraciones de los servidores públicos, acusando que este rubro es el detonante del déficit fiscal del país; algunos medios de comunicación casi quieren culpabilizar al sector público de esta situación.
Si miramos con más detalle, estamos frente a lo que David Icke llama, problema, reacción, solución, es decir, los tres son causados por el mismo actor.
Me explico: el sistema de toma de decisiones del sector público y de empresa privada, también, está diseñado para que la toma de decisiones estratégicas le corresponda a los jerarcas, incluida la Presidencia de la República; es por eso que estos jerarcas decidieron crear las plazas y aumentar los salarios, y ahora diagnostican que por eso se dan los problemas en el déficit presupuestario y a la solución, o parte de ella, le llaman proyecto de Ley de empleo público, de nuevo; se entiende que las personas que han estado en estos puestos varían, pero el actor es uno solo, el gobierno de turno.
Esto ha traído una serie de situaciones, que pasan por el cuestionamiento de los regímenes salariales de las instituciones del Estado y las propuestas por algunos, de eliminar o disminuir los pluses salariales y otros beneficios, adquiridos a través de décadas de negociaciones de los movimientos sociales y de gobiernos que los han concedido, pero lo sucedido es que falta de visión integral de lo que consideremos realidad, inexistencia de aplicación de mecanismos de planificación como país, agendas políticas propias de cada gobierno y partidos políticos en la Asamblea Legislativa y no visión de Estado, son las causas subyacentes que han suscitado como corolario, la problemática fiscal.
Esto no implica que se pretenda que se debe llegar a los niveles deficitarios del presupuesto de algunos países europeos, que sobrepasan el 10% del PIB, para tomar acciones, sino que las medidas deben ser integrales.
Se sabe que la evasión y elusión de impuestos en Costa Rica ronda el 8% del PIB, por lo que se debe mejorar la recaudación y comunicar las acciones al logro de este reto, se debe educar a la población, no sólo para que conozcan del tema tributario, sino la importancia de cumplir con el pago oportuno de los tributos, comenzando desde la niñez y la adolescencia en las escuelas y colegios a crear conciencia; hay que analizar la composición de la estructura de impuestos y estudiar la opción de gravar con impuestos directos e indirectos a personas o sectores que tributan menos; esto es otro debate.
Se entiende que el actual gobierno enfrenta una situación que se ha venido acumulando, pero en algún momento se deben sentar las bases de la Costa Rica del siglo XXI, con temas país como el de la necesidad de infraestructura adecuada. ¿Quién se anima a poner el tema en la agenda política?