Una oportunidad para rectificar

La renuncia de Mauricio Herrera Ulloa como director del Semanario UNIVERSIDAD constituye una valiosa oportunidad para saber si la Administración liderada

La renuncia de Mauricio Herrera Ulloa como director del Semanario UNIVERSIDAD constituye una valiosa oportunidad para saber si la Administración liderada por el Dr. Henning Jensen está dispuesta a respetar la institucionalidad universitaria.

Cuando en el 2012 se publicó un “concurso” para escoger al director del Semanario UNIVERSIDAD, que culminó con el nombramiento de Mauricio Herrera, manifesté públicamente mis dudas sobre el procedimiento utilizado para realizar el nombramiento.

En una nota que me enviara entonces el M.Sc. Roberto Salom Echeverría, vicerrector de Acción Social, aceptó que en realidad no era un “concurso”, sino “una invitación para que aquellas personas que cumplan los requisitos y tengan interés, ofrezcan sus servicios”.

En todo caso,  la práctica de nombrar personas “de confianza” en medios de comunicación, que se supone deben ser plurales e independientes, no ha sido la mejor en la UCR y de eso hay muchos ejemplos; porque dígase lo que se diga, eso le resta autonomía a quien recibe el nombramiento, independientemente de las calidades profesionales que tenga.

A diferencia de las Empresas de Información Comercial, los medios de comunicación universitarios no responden a un dueño o al interés de una Administración, sino que están  obligados a garantizar el derecho a la comunicación de toda la comunidad universitaria y nacional.

“Libre es pues la Universidad de Costa Rica, abierta a todas las tendencias, receptiva de todas las inquietudes filosóficas, científicas o sociales, respetuosa de todas las ideas”, decía Rodrigo Facio.

Quizá algunas de estas consideraciones hayan sido valoradas por el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica cuando en setiembre  del 2013 decidió cambiar parte de la normativa  que rige los medios de comunicación universitarios.

El nuevo Reglamento general del sistema de medios de comunicación social de la UCR establece que “El Consejo Universitario nombrará a las personas que ocupen la dirección de los distintos medios universitarios de comunicación social, mediante un concurso convocado por solicitud del Órgano Colegiado, por la Oficina de Recursos Humanos de la Universidad de Costa Rica, de conformidad con la normativa universitaria”.

Esto significa que antes del 2013 el Vicerrector de Acción Social y el Rector podían designar a los directores (as) “a dedo”, ya fuera mediante un “concurso” o prescindiendo de este; pero a partir de esa fecha eso no es posible,  por más artilugios legales que se quieran inventar.

El Reglamento plantea que los directores (as) que estaban nombrados cuando se aprobó la reforma,  permanecerían en sus cargos hasta que finalizara el contrato que los ligaba a la Institución; posteriormente, correspondería al Consejo Universitario designar a los sustitutos (as).

Un concurso transparente. Lo que procede ahora es que el Consejo Universitario solicite a la Oficina de Recursos Humanos un concurso técnicamente elaborado de conformidad con lo que establece el artículo N°16 de la Convención Colectiva de Trabajo, el artículo N°4 del Reglamento Interno de Trabajo de la Universidad de Costa Rica y otras disposiciones.

Ambas normas establecen que debe realizarse un concurso interno, en el que puedan participar todos los trabajadores (as) de la Institución. Si ningún concursante reúne los requisitos, se saca la plaza a concurso externo y en este puede participar cualquier persona que lo desee, siempre que cumpla con los requisitos establecidos.

Lo que más le conviene a la UCR es que ese concurso se haga de manera transparente y sin que quede la más mínima duda de que la persona seleccionada sea la más competente entre las que aspiren al puesto.

Lo mejor que puede hacer la Administración Universitaria es no inmiscuirse en este proceso más allá de lo estrictamente necesario y respetar la decisión que tome el Consejo Universitario.

En todo caso, es importante que antes de tomar tan importante decisión, el Órgano Colegiado haga una rigurosa evaluación de la situación laboral que se vive en algunos de los medios de comunicación institucionales.

Sean cuales sean los afanes políticos de quienes ejercen o quieren ejercer el poder en la Administración Universitaria, no se justifica que se irrespeten los derechos y se menosprecie a los (as)  trabajadores (as) y estudiantes universitarios.

Termino con una frase del Dr. Jensen en el 2012 en el programa de gobierno cuando era candidato a la Rectoría: «La Universidad de Costa Rica debe velar por el bienestar de todos los sectores que la integran y promover su sentido de pertenencia”.

«Debe ser una universidad humana que haga efectivas sus políticas de equidad e igualdad, promueva la sostenibilidad ambiental, muestre sensibilidad ante las diferencias y nos haga sentir partícipes de su destino a todas las personas que estudiamos o trabajamos  en ella»

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