«Corporación ELCA está cumpliendo 20 años. Desde sus orígenes, empezó como una pequeña empresa financiera. Hoy en día es el único banco miembro del Sistema Financiero de la Vivienda y a la fecha ha otorgado más de 17.000 soluciones habitacionales entre financiamiento de vivienda y otorgamiento de bonos con subsidios del Estado. Han movido más de ¢15.000 millones en este tipo de actividades crediticias y tienen disponible, en las condiciones actuales, más de ¢1.000 millones para orientarlos hacia créditos de clase media a una tasa de interés del 19% y a 15 años plazo.» (Actualidad Económica, No. 288)
De esta manera presentaba una revista local, en octubre del año pasado, al banco privado Elca S. A., integrante del Grupo Financiero del mismo nombre, que fue intervenido desde el pasado 29 de junio (y por 90 días) por orden del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
¿Qué había pasado desde entonces? Según un comunicado del Conassif, estudios realizados por la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) determinaron que la empresa administró sus negocios de manera que puso «en peligro la seguridad y solvencia de la entidad.»
Para la SUGEF, las dudas con respecto al banco comenzaron en el último trimestre del año pasado, luego de dos estudios que la llevaron a efectuar un análisis más a fondo para «determinar cuál era la verdadera situación de la entidad», según explica el Conassif.
El resultado fue una diferencia que indicó una «suficiencia patrimonial negativa de 3,39% y un monto de patrimonio negativo de ¢589.281.148,85.» De acuerdo con la Ley Orgánica del Banco central, esto implicó calificar al banco en un «grado de irregularidad tres y a ordenar la intervención hasta establecer su situación real.
Pero el Conassif también dijo haber encontrado «deficiencias en la gestión que generan situaciones de alto riesgo que atentan contra la estabilidad, seguridad y solvencia del Banco Elca, S.A.»
Entre ellas, operaciones de crédito relacionadas con el del banco, el conocido empresario y expresidente de la Cámara de Comercio, Carlos Alvarado Moya, así como «con otras personas y empresas, que presentan altos niveles de pérdidas al haber sido otorgadas bajo condiciones anormales; situación que ha incrementado los riesgos de crédito, liquidez y solvencia», todo lo cual mostró «falta de transparencia en las transacciones», que no reflejaban la real situación financiera del banco.
Entre otros, se otorgaron readecuaciones y prórrogas a operaciones crediticias que presentaban alta morosidad; se dieron créditos con garantías fiduciarias y sin nombre del fiador; y no se encontraron garantías de algunas operaciones de crédito.
Además, la investigación de la SUGEF determinó que el Banco Elca, S.A. «realizó operaciones «back to back» por $23.8 millones, que le permitieron no revelar su situación financiera real al 31 de mayo del 2004, debido a que de no haberse realizado dichas operaciones, ese banco se hubiera ubicado en grado de irregularidad dos y no en grado de normalidad.»
Las operaciones «back to back» («espalda contra espalda», en traducción literal del inglés) consisten en la compra de un Certificado de Depósito por un monto determinado, el cual es utilizado como garantía para solicitar un crédito. Este tipo de operación es usada por las empresas locales para obtener «un escudo fiscal», es decir, reflejar un gasto financiero por los intereses del crédito -pues estos intereses son gravados con impuestos. También permite a una empresa bancaria reflejar una cartera de crédito sana, pues aumenta sus captaciones o «pasivos» y al mismo tiempo muestra que es «sujeto de crédito». Es una cadena: los créditos generan comisiones, que a su vez generan tasas de interés, y esto mejora la posición financiera del banco…al menos en el papel.
UNIVERSIDAD intentó preguntar al responsable de la SUGEF, Óscar Rodríguez Ulloa si este tipo de operaciones son frecuentes en el sistema bancario y cuán difícil es para la SUGEF saber si encubren malas situaciones financieras, sin embargo, al cierre de edición (lunes 12), no fue posible.
Aunque será la intervención la que determine el futuro del banco, por el momento la SUGEF ha establecido que su liquidez «se encuentra muy limitada, por el bajo nivel de disponibilidades, las inversiones comprometidas casi en su totalidad, el deterioro significativo de la cartera de crédito, la carencia de planes contingentes de liquidez y la alta concentración de obligaciones con terceros», según explica el comunicado.
RECURSOS DEL BANHVI «A SALVO»
Por su parte, el ministro de Vivienda, Helio Fallas, aseguró a UNIVERSIDAD que los recursos correspondientes a las operaciones que el Banco Elca S.A. realizaba con los bonos de vivienda, se encuentran a buen recaudo.
Este banco privado manejaba el fideicomiso de Coovivienda y Mutual Guanacaste, por lo cual cobraba una comisión. «El dinero de este fideicomiso está a salvo en cuentas corrientes a nombre del Banhvi», explicó.
Además, hizo préstamos para vivienda, desde agosto de 2002, de los cuales hay deudas por ¢615 millones. Sin embargo, el ministro explicó que están respaldadas con hipotecas endosadas a nombre del Banhvi por más de ¢800 millones. «La política del Banhvi es manejar los bonos en una cuenta aparte. Así funcionaba con ELCA», dijo.
En cuanto a los recursos que el Banhvi trasladó al banco, Fallas dijo que «están en la cuenta, que maneja un puesto de bolsa para ganar intereses o se traslada a los usuarios.» Agregó que «estamos haciendo un trabajo conjunto con la intervención del banco, pero la gran mayoría de los recursos están resguardados, es una parte pequeña la que estamos ubicando.»
Consultado por qué el Banco Elca S.A. era la única entidad privada que manejaba recursos del sistema nacional de vivienda, el funcionario dijo que «en general, a los bancos privados no les interesa mucho entrar en lo de bonos de vivienda. Ellos tienen otras metas o «nichos» de mercado.»
Sin embargo, explicó que desde hace quince días ingresó en el negocio otro banco privado, Banca Promérica S. A.
Agregó que también operan los bancos públicos «pero hace tiempo que no están tramitando bonos, porque han reforzado mucho la parte comercial.» No obstante, dijo estar en conversaciones con uno, al que prefirió no identificar hasta que se materialice un acuerdo.
En cuanto a cuál es la ganancia que los bancos obtienen de negociar con los bonos de vivienda, Fallas explicó que «depende del enfoque. Ellos trabajan con proyectos de vivienda, las empresas abren cuentas en esos bancos, con lo cual éstos amplían su cartera de clientes. Pueden dar crédito con bonos de vivienda a gente de bajos recursos o de clase media. Y el costo administrativo no es grande.»
También consideró que el alza en las tasas de interés, que propició el retiro masivo de los fondos de inversión y de pensiones, abre nuevas oportunidades de que tales fondos se inviertan en «paquetes hipotecarios de vivienda», en vez de en bonos de deuda pública.
El próximo mes, dijo, se hará público un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo que recomienda desarrollar este tipo de inversiones.
BANCO PEQUEÑO, COMPETENCIA FEROZ
Según la edición antes citada de Actualidad Económica, además de manejar bonos de vivienda, el Banco Elca tenía presencia en el negocio de las aduanas, concretamente en la recaudación de impuestos, por lo cual manejaba «más de ¢5.000 millones al mes.»
Además, tenía una «relación estrecha» con el Hospital privado CIMA y otras empresas del sector salud, como Asistencia Médica, Servicios Médicos San José «y las clínicas y centros de atención regional especializada.»
Según explicó la revista «han encontrado mercado con los profesionales de la salud, donde no solo les dan instrumentos técnicos de inversión, sino también les financian a sus pacientes, así como el desarrollo y financiamiento de su infraestructura, como por ejemplo los consultorios.»
UNIVERSIDAD también supo que hasta el año pasado, el Banco Elca S. A. intermedió los pagos de parte de los salarios del personal de empresas de apuestas electrónicas. Sin embargo, cuando se hizo público el rumor de que estaba en problemas financieros, perdió este negocio.
Ese mismo año Banco Elca S.A. se asoció con Banco Canarias de Venezuela al que vendió el 50% de sus acciones y el cual, según la revista «les ha dado apoyo para incrementar el patrimonio cercano a los $3 millones, así como en traslado de tecnología y otra serie de elementos relacionados con el quehacer bancario.»
«No queremos ser un banco grande, sino uno pequeño pero con suficiente patrimonio. Creemos que un patrimonio que queda ahora cercano a los $10 millones es suficiente para participar en un mercado donde la orientación a nichos de mercado ha sido la estrategia. No estamos pretendiendo ni tenemos tamaño para adquirir otros bancos, pero sí estamos pensando que podemos hacer esfuerzos para adquirir algunos intermediarios financieros no bancarios que nos ubiquen en nichos de mercado particulares», explicó entonces Alvarado.
Hoy el empresario se encuentra «desaparecido», según dijo una funcionaria que pidió no identificarse. Tampoco aparecía registrado en la guía telefónica.
Todo indica que Alvarado intentó desesperadamente rescatar su banco desde hace varios meses, en un medio que tiende a la concentración y a la sobrevivencia de los más aptos, lo cual, en este caso, pareciera significar, «de los más grandes», pues los altos costos operativos los obligan fusionarse o desaparecer.
Así, además de vender su puesto de bolsa y su sociedad de fondos de inversión, Finacorp, a su gerente general, Elsie Alvarez y un grupo de socios, también se deshizo de su comercializadora de seguros, para concentrarse únicamente en el Banco. (http://capitalfinanciero.com)
Recientemente, había anunciado la inyección de más capital por parte de Banco Canarias de Venezuela, pero finalmente esto no ocurrió. En el intervenido Banco Elca S.A. laboran 155 personas.
JUNTAS DIRECTIVAS DEL BANCO ELCA S. A.
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Febrero 1998
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Agosto 2000 |
Mayo 2004 |
Presidente: Roberto Alvarado Moya
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Presidente: Lic. Carlos Alberto Alvarado Moya
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Presidente: Lic. Carlos Enrique Gill Ramírez
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Vicepresidente: Eliécer Alvarado Arias
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Vicepresidente: Mohammad J. M. Alfahed
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Vicepresidente: Lic. Carlos Alberto Alvarado Moya
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Secretario: Numa Estrada Zúñiga
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Secretario: Ing. Marco Antonio Vargas Díaz
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Secretario: Dr. Oldemar Francisco Echandi Quirós
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Tesorero: Mario Cantillo Montero
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Tesorero: Álvaro José Monge Rodríguez
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Tesorero: Abogad. Rafael Díaz Arias
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Vocal: Estuardo Cuestas Morales
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Fiscal: Javier Antonio Filloy Esna
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Fiscal: Lic. Cayita Teodora Cabello Gil
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Vocal: Diego Pulido Aragón
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Vocal: Eugenio Pignataro Pacheco
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Gerente General: Lic. Antonio Eliécer Saturno Álvarez
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Vocal: José Pivaral Guzmán
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Vocal: Esteban Alfonso Chacón Solís
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Contador: Cpa. Robert Elías Acuña Marín
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Gerente General: Lic. Hernán Antonio González Peña |
Auditor externo: Peat Marwick Mitchell And Company
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Contador: Jenny Chavarría Esquivel
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Fuente: Superintendencia General de Entidades Financieras. |