La presidenta Laura Chichilla expuso la semana anterior un “paquete” con ocho medidas para acelerar la economía, que fue presentado durante la celebración del Día Nacional de la Empresa Privada, organizada por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (UCCAEP).

Las medidas incluyen el rescate de algunos proyectos que se habían quedado relegados en la agenda del presente gobierno, y que según los analistas consultados por UNIVERSIDAD, buscan una “reconciliación” entre el Poder Ejecutivo y los empresarios, distanciados principalmente por su oposición a la reforma fiscal.

Vivienda para la clase media, apoyo a pequeñas y medianas empresas, inversión en telecomunicaciones, aumento del turismo y en las exportaciones, fueron algunas de las medidas anunciadas por la mandataria (ver recuadro).

El economista Leiner Vargas, aseguró que hay “mucho cuento y poco contenido” en las medidas propuestas por la Presidenta, pues con el tema del ajuste fiscal se ha restringido bastante la inversión pública, e incluso se ha dado una “desinversión” por parte del Gobierno.

En su opinión, hay un grupo de proyectos de los “rescatados” por Chinchilla que aún generan muchas dudas, como es el caso de la refinería de petróleo que construiría RECOPE con financiamiento de la China National Petrolium Corporation (CNPC).

“Se vuelve a usar ese tema, pero no le va ayudar a nadie, ni al empleo de Limón, ni al crecimiento de la economía; al contrario, vamos a aumentar la deuda y a comprometer al fisco y al país a futuro”, afirmó.

A su parecer, se puede estar de acuerdo en proponer el aumento de las exportaciones como medida para dinamizar la economía, pero recordó que los acuerdos comerciales que ha suscrito el país en los últimos años han mejorado la situación de manera poco significativa, y lo que se debe buscar es la eficiencia.

Se mostró de acuerdo con la propuesta de invertir los recursos del Fondo Nacional de Telecomunicaciones (FONATEL) para desarrollar la infraestructura educativa y tecnológica del país, aunque aseguró que en términos generales la agenda de la Presidenta parece “más de lo mismo”.

“En general no encontré ninguna sorpresa; es más o menos lo mismo que se ha venido planteando desde un principio, y en términos netos es una inversión pública, es una inversión más delgada que la del último quinquenio”, argumentó.

“Por ejemplo, decir que se va a hacer un Centro de Convenciones, es algo que llevamos más de 10 años escuchándolo. Es más o menos como cuando el expresidente Óscar Arias quiso inaugurar la Casa Presidencial antes de siquiera comprar el lote”, ironizó.

RECONCILIARSE CON LOS EMPRESARIOS

Por su parte, el analista político Luis Guillermo Solís, comentó que la novedad en las propuestas de la Presidenta no están tanto en una lista de medidas, sino en el hecho de que esté anunciando cuál es el rumbo que quiere para su gobierno en los dos años que le restan.

Para Solís, habrá que esperar el detalle de planes como el de fomento a las pequeñas y medianas empresas, pues habría que ver cómo se define a estas empresas y a cuáles grupos finalmente se estaría ayudando.

Solís ve en estas propuestas de Chinchilla un intento de reconciliarse con el sector empresarial, con el cual se había distanciado bastante, sobre todo al iniciarse la discusión de la reforma fiscal en la Asamblea Legislativa.

Previo a la presentación de la mandataria, la UCCAEP ya había presentado una lista de diez medidas que solicitaban al Gobierno, las cuales incluyen mejora de la gobernabilidad, seguridad ciudadana, apoyo a los sectores productivos, inversión privada en energía, y conclusión de obras de infraestructura, entre otras.

“La Presidenta tenía que llegarles a ellos con algún tipo de respuesta, y con lo que responde es con temas que están en su plan de gobierno y que están pendientes desde hace varios años”, puntualizó Solís.

“Claramente es un intento de posicionar otros temas adicionales al plan fiscal, y hacerlo frente a un sector que ha sido bastante crítico de la Presidenta. Es una construcción de puentes, la construcción de una agenda que pueda parecerle interesante a un sector que ha sido en los últimos tiempos “poco amigable” con el Gobierno”, agregó.

INTENTO DE CONVERGENCIA

Mientras tanto, el sociólogo de la Universidad Nacional, José Carlos Chinchilla, considera que uno de los puntos más interesantes de lo propuesto por la Presidenta es la idea de iniciar un “proceso de convergencia nacional”, lo cual considera que implicaría un cambio sustancial en la ruta que ha llevado el Gobierno hasta el momento.

Ve con agrado las propuestas para dar vivienda a la clase media e impulso a la pequeña empresa, mientras que califica de “nada novedoso” el planteamiento en el tema de turismo.

Respecto al uso de recursos del FONATEL, Chinchilla aseguró que se requiere más detalle sobre las obras que se llevarán a cabo, y a los sectores que se piensa beneficiar, para que no sea una inversión pública que beneficie solo a grupos del sector privado.

Al académico le llama la atención que la mandataria pretenda revivir la discusión del proyecto de Ley de contingencia eléctrica, ya que cree que si bien el país requiere de más inversión en energía, esta debe darse en consonancia con el modelo que ha establecido el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

“Es un punto candente, uno de los ejes de conflicto de la Presidenta con los Arias (Óscar y Rodrigo), pues ella ha tratado de no ceder a la presión de una apertura más amplia en el sector eléctrico. Si de verdad la Presidenta busca una convergencia, deberá negociar más con el ICE, con los trabajadores y el sector privado”, advirtió.

Chinchilla también calificó de “recetas viejas” el apostar a nuevos acuerdos de libre comercio para incrementar las exportaciones, y aseveró que habrá que esperar con mayor detalle las grandes obras de infraestructura que está anunciando el Gobierno.

“Difícilmente encontremos un salto cualitativo, y difícilmente serán dinamizadoras estas medidas; no obstante, políticamente podría ser una base de apoyo para este gobierno, si logra concretar los proyectos para mejorar la condición de la clase media y la pequeña empresa”, añadió.

Las medidas de la Presidenta

Pequeñas y Medianas Empresas: Establecimiento de  programa de crédito para las pequeñas y medianas empresas, con el que se pretende que los bancos estatales mejoren las condiciones de sus préstamos.

Vivienda: Impulsar la construcción de viviendas para la clase media, mediante la bonos de tasa fija, la creación de un Fondo de Garantía de Primas y una alianza entre el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU) y los bancos del Estado.

Turismo: Intensificar los esfuerzos para atraer a más turistas al país, con una política de cielos abiertos, la construcción de un Centro de Convenciones, y la flexibilización de los requisitos de ingreso para turistas chinos.

Telecomunicaciones: Invertir los $170 millones de los que dispone el Fondo Nacional de Telecomunicaciones, para la mejora de infraestructura en ese sector.

Electricidad: Impulsar la aprobación de la Ley de contingencia eléctrica en la Asamblea Legislativa, con el objetivo de facilitar la cogeneración eléctrica por parte de empresas privadas.

Más TLC: Lograr la aprobación legislativa de los Tratados de Libre Comercio (TLC) firmados con la Unión Europea (UE), Singapur y Perú, además de abrir las negociaciones con Corea del Sur y un grupo de naciones de europeas que están fuera de la UE.

Comercio: Reducir los costos en el comercio, principalmente con Centroamérica, gracias a la modernización de la Ventilla Única de Comercio Exterior y un programa
de mejora de la infraestructura aduanera.

Infraestructura: Acelerar diversas obras de infraestructura pública con un costo cercano a los $1260 millones solo durante el 2012, entre las que se incluyen proyectos de generación eléctrica, infraestructura para la refinación de petróleo, construcción de carreteras y la concesión de la terminal de contenedores en Moín, Limón.