Representantes de distintos sectores sociales pidieron “no olvidar a Parmenio Medina, ni las razones por las que murió”. (Foto: Yanory Obando)
En medio de consignas que gritaban “Parmenio vive”, un colectivo de diferentes agrupaciones sociales se reunieron el pasado domingo 7 de julio en el Parque Central de San José, para conmemorar el décimo segundo aniversario del asesinato del comunicador radiofónico Parmenio Medina y reavivar su clamor por el “no a la impunidad”.
Medina −creador y conductor del programa La Patada− fue asesinado a tiros a pocos metros de llegar a su casa de habitación en Santo Domingo de Heredia el sábado 7 de julio del 2001. Una serie de denuncias que hizo desde este espacio, en relación con el manejo de dinero de la radioemisora Radio María de Guadalupe, relacionaron este hecho con los presuntos responsables.
A pesar de que este caso fue elevado a juicio y se condenó a 35 años de prisión al empresario Omar Chávez y Luis Alberto Aguirre −alias “el Indio”−, los manifestantes consideran que hasta el día de hoy “existe una nebulosa sobre las verdaderas razones que mediaron en su muerte” e insisten que fue un “asesinato político”, por las denuncias que el comunicador hizo sobre este y otros casos de corrupción.
El sacerdote Minor de Jesús Calvo fue absuelto por el asesinato, pero condenado por fraude a 15 años de cárcel en este caso.
“Estamos aquí para recordar el asesinato y rescatar su imagen que se estaba quedando en el silencio”, señalo Milagro Solís, integrante del Colectivo Amigos de Parmenio.
“Fueron a la cárcel por malversación de fondos, pero en realidad no se sabe quién lo mató; pedimos que no quede impune, que la historia no entierre a Parmenio”, agregó.
Para José Bolaños, la lucha de Parmenio empezó hace más de 30 años, cuando −desde la palestra de la radio−, abordaba la denuncia social con humor cáustico sobre temas delicados y de gran importancia para el país.
“Hace 12 años nos quedó el compromiso de levantar su bandera, de no dejarla caer, de seguir llevando su mensaje de libre expresión; él tuvo la voz valiente y dio la vida por la denuncia social. Enseñó a hacer periodismo serio, afirmó Bolaños, quien fue amigo personal de Parmenio.
“QUEDARON DEBIÉNDOLE AL PAÍS”
Marco Castillo Rojas, presidente del Movimiento Diversidad y representante de la Asociación Iberoamericana Ético-Humanista, comentó que aunque no se puede hablar en contra de una sentencia judicial, sí se puede hablar en contra de una investigación. “En este caso la investigación estuvo floja y timorata. Quedaron debiéndole al país”, criticó.
Castillo subió al kiosco del parque y entregó simbólicamente una placa que no pudo darle a Medina aquel sábado 7 de julio hace 12 años, pues antes de dársela fue baleado, narró con voz entrecortada. “Esto es algo que estaba pendiente, pero ya la recibió”, acotó.
“La libertad de prensa ha querido recibir muchísimos golpes en estos tiempos; hoy Parmenio estaría denunciando hechos de corrupción del Estado”, aseveró Castillo.
En redes sociales, el Colectivo Amigos de Parmenio se quejó de “la ausencia” de los medios de comunicación y del Colegio de Periodistas.
La última entrevista
El 2 de junio del 2001, el periodista de UNIVERSIDAD William Vargas Mora (q.d.D.g) realizó la última entrevista concedida por Parmenio Medina a un medio de comunicación, publicada en la edición No. 262 del 6 al 12 de julio del 2001.
En ella, Medina le contó a Vargas sobre los “sacerdotes que se dejan seducir por el poder, los obispos que no sancionan, las ganancias de grupos empresariales, denuncias de corrupción” y otros detalles investigativos de La Patada, respecto al manejo de dineros en Radio María.
Allí, anunció el cierre de la investigación y la eventual publicación de un libro que resumiría 50 horas de grabación y ocho expedientes con “documentos muy valiosos” acerca del caso.
A raíz de lo controversial del citado caso, en abril del 2001, Radio Monumental, emisora donde se transmitía La Patada, canceló la transmisión del programa; sin embargo, en junio del mismo año, la Sala Constitucional falló a favor de Medina y ordenó su reanudación. Tras la muerte del comunicador, el programa −uno de los más escuchados en el país−, finalmente salió del aire.