Las exportaciones costarricenses ya no crecieron más durante la primera mitad de este año y más bien registraron una caída del 2,29% con respecto al mismo periodo del año anterior, como uno de los claros síntomas de la desaceleración económica que vive el país.
Mientras los economistas y autoridades de gobierno atribuyen la baja al pobre crecimiento económico en Estados Unidos y Europa, así como a los problemas de plagas que vive el agro; los exportadores aseguran que la ausencia de una política nacional para la competitividad está “golpeando en la cara” sobre todo a las pequeñas y medianas empresas.
Pese a que el Banco Central redujo su pronóstico de crecimiento económico para el final del año de un 4% a un 3% del Producto Interno Bruto (PIB), se espera que medidas como el levantamiento del límite al crecimiento de crédito le dé un último empujón a la actividad económica en el segundo semestre.
BAJA EN DEMANDA
Los datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) muestran que para el primer semestre de este año, el país exportó bienes por un monto de $5.738,5 millones, lo que representa $134,5 millones menos que el mismo periodo del año anterior.
Las bajas más sensibles se producen precisamente en los que se consideran los principales mercados para la producción del país: América del Norte recibió $56,5 millones menos que el año anterior, mientras que en la Unión Europea la baja fue de $84,9 millones y en el resto de Europa se registró una caída de $6,3 millones en las ventas costarricenses.
También las exportaciones al Caribe sufrieron una sensible baja de $42,9 millones con respecto al año anterior, mientras que los envíos al mercado sudamericano se redujeron en $5,3 millones.
Las regiones que reportaron crecimiento en esta primera parte del año con respecto al año anterior fueron América Central con $19,9 millones y Asia con 42 millones más que en el 2012.
Karina López, economista de la Dirección de Inteligencia Comercial de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) aseguró que la principal razón de esta disminución es la caída en la demanda de los principales socios comerciales, que atraviesan por problemas económicos (Europa) o una lenta recuperación (Estados Unidos).
“Otra cosa que ha afectado es la reasignación del periodo de producción de ciertas empresas en sectores de tecnología e implementos médicos, que acumulan inventarios y eso obliga a una baja en el ritmo de producción y exportación”, explicó.
También se atribuye parte de la baja a los problemas de producción de café por la plaga de la roya y una baja en la cotización internacional del aceite de palma.
En el caso del Caribe, López atribuyó la disminución a una situación estacional, pues indicó que buena parte de las exportaciones corresponde a los envíos de envases de vidrio para licores, y estos tienen mayor demanda en el segundo semestre del año.
Sobre el efecto “tardío” de las crisis en Estados Unidos y Europa sobre las exportaciones, López indicó que es posible que muchas de las ventas realizadas en los meses anteriores pudieron haberse pactado con anterioridad, y por eso el efecto en la baja de la demanda se hizo evidente hasta ahora.
Procomer espera que con el levantamiento de la restricción al crédito, y otras actividades que están organizando como una misión de compradores, se pueda mejorar el crecimiento de las exportaciones para el próximo semestre.
CRÉDITO NO AFECTÓ
Max Soto, director del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, coincidió con López al atribuir el problema de las exportaciones a la baja de la demanda externa y a los problemas internos de producción de algunos productos.
En el caso de la exportación de café, esta reportó una disminución de casi $70 millones con respecto al primer semestre del año anterior, mientras que el banano vendió $32,7 millones menos y la piña tuvo una leve mejora de $8,7 millones.
Soto considera que la restricción del crédito durante la primera mitad del año por parte del Banco Central no fue tan importante como explicar la caída de las exportaciones y espera que para el segundo semestre la situación mejore.
También señaló aspectos que perjudican la competitividad de las empresas exportadoras, sobre todo la baja en el tipo de cambio de dólar con respecto al colón, de la cual aún las empresas no terminan de recuperarse pues les significó un aumento de los costos relativos de casi un 30%.
Mónica Segnini, presidenta de Cadexco:
“No hemos atendido el rezago y nos está golpeando en la cara”
Más allá de la coyuntura económica y los problemas que tienen algunos de los principales productos agrícolas, para la presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco), los problemas de los exportadores costarricenses se resumen en la ausencia de una verdadera agenda de competitividad para los distintos sectores productivos.
“Los tratados de libre comercio y el acceso que nos permiten a otros mercados tienen que ir acompañados de políticas internas. Costa Rica no ha hecho la tarea para que a nivel local podamos competir en costos con países que producen lo mismo que nosotros, o con los que competimos en la atracción de inversiones”, comentó Segnini.
La dirigente empresarial reconoce que la baja en las exportaciones durante el primer semestre tiene entre sus causas la baja en la demanda de los principales mercados para el país, pero critica el hecho de que la estrategia se haya centrado solo en la apertura comercial y la negociación de tratados.
El sector exportador se queja de lo que considera altos costos en la energía para la producción y apeló a la necesidad de tener tarifas diferenciadas que sirvan de incentivo. También señala los problemas de logística e infraestructura que tiene el país, tanto en el tema de carreteras como de puertos.
“Es un rezago que no hemos atendido y nos está rebotando en la cara. Para las pequeñas y medianas empresas (pymes) uno de los temas más dificultosos es el de banca para el desarrollo, el acceso a financiamiento sigue siendo muy engorroso, no funciona como se pensó en un inicio y eso provoca que muchas empresas dejen de invertir”, apuntó.
Segnini se manifestó particularmente preocupada por la situación del sector agrícola, cuyos principales productos (café, banano y piña) se han visto afectados tanto por plagas y condiciones climáticas adversas, como por la falta de una verdadera política de apoyo al sector.
Para la presidenta de Cadexco, al país le hace falta una política agraria igual de agresiva que la aplicada para atraer inversión en alta tecnología, pues recordó que el país aún es altamente dependiente de la producción en el campo y los 300.000 empleos que genera no podrían pasar fácilmente a otros sectores.
“Tuve una visita de los productores de la zona de Guácimo, y me dicen que están perdiendo el 50% de la cosecha, que no tienen apoyo. Productores de plátano, de pejibaye, productores de todos tubérculos, chile, vegetales. Hay empresas que ya han quebrado y otras con deudas enormes”, afirmó.
Segnini indicó que no se trata de bajar las condiciones salariales y de calidad de vida para los trabajadores para ponerlos en el nivel de otros países centroamericano, pero que el Estado debe brindar las condiciones para que el país sea competitivo en otros campos.