Si bien es cierto el fideicomiso con el Banco Nacional de Costa Rica para la construcción de infraestructura educativa ha sufrido algunos atrasos desde su aprobación en el 2013 por parte de la Asamblea Legislativa, este tipo de iniciativas están conformadas de varias de etapas y no es posible brincarse ninguna, confirmó Eduardo Pineda Andrés, director de la unidad supervisora del proyecto del Fideicomiso del Ministerio de Educación Pública (MEP).
En entrevista con UNIVERSIDAD, Pineda indicó que han buscado mecanismos para agilizar los procesos y lograr un avance mayor en las próximas etapas del proyecto y que en estos momentos se encuentran en la fase de trámites y compras de terrenos.
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A continuación un extracto de la conversación.
¿Cuál ha sido el proceso para poner en marcha el fideicomiso y a qué se debe la lentitud de la ejecución?
−Como todo proceso tiene una serie de etapas. Comenzamos por la planificación y coordinación, luego pasaremos a la ejecución.
En junio del 2013 logramos la aprobación del fideicomiso por parte de la Asamblea Legislativa, y arrancó un trámite administrativo, la contratación del fiduciario que es el Banco Nacional, de hacer la contratación del préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), montar el programa de ejecución, lo cual debió enviarse a la Contraloría.
Se nombró la unidad ejecutora, se dieron apelaciones y algunos atrasos. Ahora la unidad ejecutora está en proceso de comprar terrenos y ajustar las etapas siguientes. No podemos invertir fondos si no tenemos todo en orden. La ejecución del programa termina en julio de 2018; ahí tienen que estar todas las obras ejecutadas. El programa ha sufrido atrasos, no es un secreto ni tratamos de tapar esos atrasos, pero hemos buscado modificar el programa para ganar tiempo.
¿Cuáles han sido esas modificaciones que han realizado?
−Tenemos un programa de ejecución donde está priorizados 103 centros educativos y canchas multiusos en todo el país, lo cual hace el programa todavía más complejo y más sofisticado, porque no es ejecutar obras centralizadas, sino que están disgregadas; entonces hicimos cambios para que obra que esté lista para iniciar le damos inicio.
Estamos haciendo un solo proceso de diseño, construcción y equipamiento; inicialmente estaba establecido que se haría una licitación para el diseño; cuando estuviera listo este diseño, otra licitación para la construcción; y por último una para equipamiento. Estos nos permitirá ir adelante y con más agilidad con cada iniciativa.
Hay que tomar en cuenta que no solo se trata de construir infraestructura, sino que hay otros elementos que se deben tomar en cuenta. Por ejemplo, para poder construir la escuela de La Carpio se debe incluso realizar un reasentamiento urbano, para aumentar el terreno de construcción.
¿Cuál es el plan para ejecutarlo en los próximos años?
−El año entrante la fuerza del programa estará enfocada en lo que es apertura de licitaciones y contratación de empresas. Para el 2017 y 2018 vamos a tener el fuerte de la ejecución de obra física. En este momento estamos en el proceso de planificación y coordinación.
Aunque cueste entenderlo, en casi todos los casos el proceso de construcción es más rápido que el de planificación, coordinación y contratación.
¿Hay proyectos con mayor prioridad que otros?
−En la ley dice específicamente cuáles son los centros educativos que requieren obras totales y cuáles infraestructura específica. Dentro del programa hay todo tipo de centros educativos ubicados en zonas rurales, deprimidas, y urbanos marginales, y todas están priorizadas. A cada uno de ellos se les está informando cómo va el proceso y estamos buscando alternativas para acelerar todos los procesos.
¿Considera usted, desde su punto de vista que los problemas de infraestructura influyen en la deserción escolar?
−Ahora bien, desde mi opinión definitivamente la calidad de la infraestructura va ligada con la deserción. Si yo como estudiante estoy en un aula de piso de tierra, con calor todo el día de 36 grados, obviamente no voy a querer estar ahí.
Hay notas y observaciones de los estudiantes que indican estas problemáticas; por eso como parte del programa vamos a levantar estadísticas e índices de cómo están operando los centros educativos y luego volveremos a levantar las estadísticas, al entregar la nueva infraestructura.
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