Un enorme desperdicio y la falta de planificación anuncian un desastre en Guanacaste, manifestó a UNIVERSIDAD, Gadi Amit, líder ambientalista del grupo Confraternidad Guanacasteca.

Concesiones del Estado de 6 mil litros por segundo cuando la capacidad es de 100 a 200 litros por segundo reflejan una sobreexplotación del recurso hídrico en la región, caracterizada por una agricultura de gran escala y el desarrollo de grandes complejos habitacionales y megaproyectos turísticos, manifestó Amit.

En su criterio, el tema de la agricultura es uno de los aspectos preocupantes por la falta de planificación que provoca un enorme desperdicio de agua.

Destacó que el agua en esta región está mal repartida y las ASADAS no cuentan con los recursos necesarios.
Guanacaste Norte ha sido una zona de grandes latifundios. En Liberia, Carrillo, Bagaces casi no hay pequeña agricultura y más bien son campos dedicados a la producción de monocultivos como caña, melón y arroz.
El melón y el arroz son típicos de la temporada seca y el sistema de cultivo se hace a través del riego por inundación, lo cual es un “método superderrochador de agua”, agregó.

Las empresas de la zona se abastecen de agua de los ríos Tempisque y pozos cercanos donde compiten con el abastecimiento de las poblaciones.

Por otro lado, Amit también subrayó el conflicto por el suministro del líquido en las zonas costeras.
Mencionó el caso de hace ocho años, cuando 15 comunidades de Santa Cruz se opusieron hasta lograr detener, la propuesta de explotar el acuífero Nimboyores en la comunidad de Lorena, que pretendía abastecer de agua a proyectos turísticos de Playa Conchal.

También otro caso muy discutido fue el de Sardinal, donde se pretende ampliar un acueducto con fines privados para dar agua a proyectos turísticos de playas del Coco, Ocotal y Panamá.

“Este proyecto tiene una gran intervención estatal y se han hecho obras sin tener los permisos.  Hay una gran presión de los inversionistas ya que hay al menos mil condominios sin agua”, afirmó el ambientalista.

Recordó también que mediante el voto de la Sala IV No. 2008-14092 se ordena a los entes estatales involucrados coordinar los estudios técnicos necesarios para el uso racional y sostenible del recurso hídrico.
“El acuífero de Playa Panamá tiene una capacidad de 120 litros por segundo, pero hay concesiones de hasta 160”, además agregó que también existe el problema de la explotación  de pozos ilegales.
“El peligro de explorar pozos en estas condiciones es que sin controles ni estudios, éstos se pueden salinizar y no habría más agua potable”, concretó.

Amit denunció el hecho de que aun cuando las autoridades estatales (MINAET, AyA, SENARA) están haciendo los estudios, ha pasado un año sin que se hayan pronunciado.

Llamó a la reflexión sobre la situación que provocará la próxima temporada alta turística, cuando podrían surgir enormes problemas “porque las autoridades no cumplen con lo que les toca”.

“Antes que afectar a las personas sencillas que habitan este país, debe detenerse el crecimiento de la demanda y no otorgar más permisos de construcción de mega-proyectos que carecen de agua, no más viabilidades ambientales sin estudios técnicos sobre los mantos acuíferos, y no más concesiones de agua, sin el Plan de manejo integral del recurso hídrico”, resumió.

Amit lanzó un llamado a valorar el recurso humano, como uno de los valores más significativos de Guanacaste, mediante la ejecución de proyectos que beneficien a la pequeña agricultura y promoción de la pequeña empresa turística  donde la amabilidad de la gente sea una bandera, en lugar de remplazarla por lo impersonal de los grandes proyectos.

Qué son las ASADAS

Las ASADAS son las asociaciones administradoras de sistemas de acueductos y alcantarillados comunales.
En marzo del 2009 la diputada Maureen Ballestero presentó a la corriente legislativa el proyecto de Ley para el fortalecimiento de las Asociaciones operadoras de sistemas de acueductos y alcantarillado sanitario (ASADAS)
Según la autora del proyecto, esta iniciativa es un instrumento para cumplir con la Declaración del milenio en el 2000 y las Metas de desarrollo para el 2015, a fin de reducir la pobreza, el hambre y las enfermedades en el mundo.
Carlos Manuel Álvarez, miembro del Consejo Regional de Asadas, puso como ejemplo del descontrol e incumplimiento de estas leyes, el hecho de que el 94% de los pozos de agua en las zonas costeras funcionen sin permiso, y que de 20.000 pozos en el país, si acaso el 30% tiene al día sus expedientes”. (UNIVERSIDAD edición # 1825)