Un equipo de gobierno con serias contradicciones, donde las orientaciones neoliberales y la falta de un proyecto social claro, colocan al país en una situación similar a la de un barco a la deriva donde el capitán se queda cada vez más solo.
Para Albino Vargas, de ANEP, «las decisiones económicas son tomadas por tecnócratas neoliberales que desean negociar la apertura y venta de activos estatales».
«El primer año de la gestión presidencial de Abel Pacheco muestra que su gobierno carece de rumbo. Estos primeros meses se caracterizan por acciones aisladas o erráticas, algunas incluso contradictorias, propias de un gobierno que no sabe adónde va». Así resumió Luis Guillermo Solís, Secretario General del Partido Liberación Nacional (PLN) los primeros 12 meses del gobierno.
Por su parte, Albino Vargas, de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP) considera que Pacheco no tiene un claro proyecto de país, que los jerarcas de los ministerios y las instituciones descentralizadas tienen visiones totalmente opuestas entre sí y que las acciones ejecutadas hasta el momento no han permitido una amplia inclusión social.
Como respuesta a estas aseveraciones el Secretario General del Partido Unidad Socialcristiana (PUSC) Jorge Eduardo Sánchez, achaca las debilidades de la administración Pacheco «a la mala fe de aquellos miembros del equipo de gobierno que provienen de otros partidos y que no han dejado gobernar al Presidente, quien tiene un proyecto político pero carece de instrumentos para ejecutarlo».
Con el fin de acercar a nuestros lectores a las apreciaciones de dirigentes políticos y sindicales, UNIVERSIDAD entrevistó a estos tres líderes sobre los aciertos, errores, contradicciones y retos que enfrenta el gobierno al cumplirle el primero de cuatro años de gestión.
Luis Guillermo Solís, del PLN, destacó aciertos presidenciales como enarbolar la bandera ética en la función pública, la lucha antipetrolera y el reinicio de las conversaciones sobre la libre navegación de los costarricenses en el Río San Juan o intentar resolver el grave problema fiscal. Esos intentos no ha fructificado del todo, aseveró.
Para Solís, la insistencia de Pacheco por el respeto ético mostró la intención de impulsar una gestión distinta, pero las acciones por combatir la corrupción no han sido constantes.
Sobre este aspecto, Albino Vargas afirmó que la propuesta ética del Presidente de la República perdió el impulso cuando colocó en puestos claves del gobierno a personas que manejan el poder como feudos y no con una visión integral de la administración pública.
Igual sucedió con la reanudación de las negociaciones sobre la libre navegación en el Río San Juan y la búsqueda de soluciones al problema fiscal. «En ambos casos lo que se ha hecho no es suficiente», recalcó el dirigente liberacionista.
Solís consideró positivo «discutir el tema fiscal en una comisión mixta legislativa por la mayor participación de sectores sociales en la discusión y búsqueda de alternativas».
Para Jorge Eduardo Sánchez, «la debilidad de la propuesta fiscal es que se centró en la creación de impuestos pero deja de lado la recaudación adecuada de los tributos».
«El Ministro de Hacienda (Jorge Walter Bolaños) no es socialcristiano y no es capaz de entender que hay gastos con destino fijo que tienen la finalidad de llegar donde la programación del gobierno es incapaz de llegar», agregó.
En lo económico, Solís consideró que el gabinete está dominado por un equipo claramente neoliberal y conservador en lo social que ha privilegiado la macroeconomía, en detrimento de la atención que urge en la educación, la vivienda, la salud o el apoyo a los pequeños y medianos productores agrícolas.
Para Albino Vargas, «las decisiones económicas son tomadas por tecnócratas neoliberales que desean negociar la apertura y venta de activos estatales. Ante esto el Presidente Pacheco no actúa y con su silencio contribuye a que se desmantele poco a poco el modelo de Estado solidario».
MÁS YERROS
Otro de los errores es la «errática política exterior expresada por Pacheco y su Canciller Roberto Tovar al incluir a Costa Rica en la lista de naciones que apoyaron el ataque a Irak, con lo cual colocó a nuestro país en la categoría de una «Banana Republic» ante la opinión mundial», aseveró Vargas.
Sobre el particular el secretario general del PUSC dijo que «como partido expresamos nuestra disconformidad porque a Estados Unidos nunca le hemos hecho falta para enfrentar una guerra. Fue una declaración desafortunada e innecesaria», precisó.
Pero sin duda la carencia de una política social es la principal debilidad del gobierno Pacheco de la Espriella, según los entrevistados.
Albino Vargas criticó duramente la no ejecución del programa de combate a la pobreza. «Don Abel reproduce el doloroso fenómeno de la caridad institucionalizada».
En el mismo sentido se pronunció el secretario liberacionista para quien «al no existir por parte del gobierno una propuesta social, las acciones de Silvia Lara en el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) o Helio Fallas al frente del Ministerio de Vivienda, han contado con poco apoyo o han sido capturados por las contradicciones del equipo de gobierno», indicó.
Jorge Eduardo Sánchez reconoció por su parte que en vivienda hay problemas operativos y que había cuestionado en su momento al Presidente Pacheco «por no ubicar al frente del programa de combate a la pobreza a un dirigente socialcristiano, siendo ese programa el eje central del mensaje del PUSC en la campaña electoral anterior».
¿UN COGOBIERNO?
Igual que lo han hecho los últimos cinco presidentes de la República, Abel Pacheco apostó por la presencia de asesores y ministros que no necesariamente fueran militantes de su partido político.
Así, liberacionistas como Francisco de Paula Gutiérrez es el Presidente del Banco Central de Costa Rica, Silvia Lara es la presidenta del IMAS, Rodrigo Arias Sánchez (ex ministro de la Presidencia y hermano del expresidente Oscar Arias) es uno de los principales asesores de Abel Pacheco.
Esta situación es apreciada desde la perspectiva sindical y desde los sectores sociales como una especie de «cogobierno», empero es rechazada como tal por los secretarios del PLN y PUSC.
Para Luis G. Solís , la presencia de correligionarios suyos en el equipo de gobierno o como asesores obedece a «decisiones personales que nunca fueron autorizadas por el PLN».
Por su parte, Jorge Eduardo Sánchez, señaló la presencia de militantes de otros partidos en las labores de gobierno como la principal debilidad de la administración Pacheco, lo que a su vez explica por qué en el campo social ni siquiera se haya empezado a trabajar.
«Hay algunos asesores que están en función de la próxima campaña política» y no en impulsar el programa del gobierno, señaló.
CONTRADICCIONES
La contradicción ha caracterizado los primeros doce meses de gestión presidencial.
Mientras se sanciona drásticamente acciones que considera actos de corrupción, no actúa con la misma firmeza cuando se trata de otros funcionarios más allegados a él.
Nombra a su abogado personal como Ministro de Justicia y lo destituye pocos meses después porque el funcionario criticó acciones de la administración Rodríguez y por oponerse a la construcción de un oneroso proyecto carcelario privado.
Mientras que se proclama a favor de los derechos humanos, no apoya la candidatura de la costarricense Elizabeth Odio a la Corte Penal Internacional e incluye al país en la lista de las naciones que apoyan la invasión militar estadounidense en Irak.
Se proclama defensor del ambiente y que no permitirá explotación petrolera en suelo nacional, pero no envía aún a la Asamblea Legislativa el proyecto de Garantías Ambientales que dijo sería prioritario.
Estas y otras contradicciones tienen su explicación, según Luis Guillermo Solís en la «carencia de un proyecto político claro, los malos consejos de sus asesores y el cuasi secuestro que el equipo económico ha hecho del Presidente de la República al impedirle tomar decisiones».
DIPUTADOS SIN PROPUESTAS
La heterogeneidad de partidos políticos, la falta de experiencia de algunos diputados y la ausencia de proyectos claros que cohesionen las fracciones parlamentarias, hicieron que los primeros doce meses de trabajo de los diputados hayan sido estériles. Así lo consideran los entrevistados por este Semanario.
Para el Secretario General del PLN los partidos de oposición -incluido el que él representa- no supieron enfrentar los desaciertos del gobierno.
«Inicialmente porque la popularidad de Pacheco era algo a lo que los diputados temían y luego porque los mismos partidos han enfrentado fracciones internas que les ha impedido hacer bien su tarea», consideró Solís.
Pese a la conducción de un político de trayectoria como Rolando Laclé como Presidente de la Asamblea, el primer poder de la República no ha podido conjuntar a los diputados alrededor de una agenda propia, dijo Solís.
«Con excepción del Ministro de Hacienda que impulsó buena parte del plan de contingencia fiscal, los demás ministros han tenido poca o ninguna relación con la Asamblea Legislativa», agregó.
Por su lado sindical Albino Vargas coincide en que «los diputados no tienen una estrategia de trabajo, están fragmentados, agobiados por las crisis de los partidos políticos y vacía de contenido popular».
«En la segunda legislatura el trabajo de los legisladores no puede agotarse en el control político, deben ser más propositivos, demostrar su liderazgo, de no ser así y sin tener el Poder Ejecutivo un proyecto político claro, estaremos a las puertas del caos», sentenció Solís.
Aunque los consultados coinciden en la urgencia de cambios, no visualizan mayores remociones en el equipo de gobierno.
Opinan que las contradicciones entre los sectores sociales y el gobierno podrían acentuarse si no hay un fortalecimiento de las políticas sociales.
Visualizan además fuertes discusiones legislativas en torno a proyectos como el Tratado de Libre Comercio de Estados Unidos con Centroamérica, la penalización de la violencia doméstica y el aumento en los tributos.
La esperanza se cifra ahora en que como un buen capitán de barco, Abel Pacheco sea capaz de reconocer sus debilidades, se desate de los criterios neoliberales que generan la contradicción en su equipo de gobierno e intente corregir el rumbo de su administración, antes de que arrecie la tormenta.