Pese a la mala prensa que han tenido en los últimos meses, los salarios de los empleados públicos salen bien librados en la consulta de opinión realizada por el Centro de Investigaciones y Estudios Políticos (CIEP) para el Semanario UNIVERSIDAD.
La posición mayoritaria es la de quienes piensan que las remuneraciones en el sector son adecuadas.
Cuatro de cada diez personas consultadas (43%) consideran que la mayoría de los salarios en el sector público son adecuados y solo pocos empleados públicos reciben salarios excesivos.
Mientras que un 23,9% cree que en su mayoría son excesivos y un 12,9% considera que predominan los sueldos deficientes.
Si se suman estos últimos a los que creen que la mayoría de los empleados públicos perciben salarios adecuados, resulta una mayoría del 60% para la que las remuneraciones en el sector están bien o incluso son bajas.
La inmensa mayoría de las personas dicen estar al tanto de la discusión suscitada sobre los salarios en las instituciones públicas.
Ocho de cada diez personas entrevistadas (77,9%) dijeron estar enteradas del tema, y solo dos de cada diez (19,4%) dijeron no estar informadas.
Se observa que en el grupo de las personas informadas, con relación a las que no están enteradas, hay mayor tendencia a compartir la respuesta de que “solo pocos empleados públicos reciben salarios excesivos y la mayoría reciben salarios adecuados”.
Asimismo, el tipo de empleo y otras variables sociodemográficas están asociadas con el tipo de respuesta de las personas.
Por ejemplo, entre los servidores públicos se apoya más la opinión de que los salarios son adecuados, mientras que los empleados de empresas privadas y los de cuenta propia se dividen en partes aproximadamente iguales entre los que comparten esa misma respuesta y quienes opinan que “la mayoría de empleados públicos reciben salarios excesivos.”
Los hombres tienden a apoyar más la afirmación de que “solo pocos empleados públicos reciben salarios excesivos…” y las mujeres sostienen en mayor medida la de que “la mayoría de empleados públicos reciben salarios deficientes” respecto a los hombres.
IMPUESTOS
En medio de la discusión sobre el presupuesto nacional y la propuesta de reforma fiscal que presentó el Gobierno a la Asamblea Legislativa, combatida por la oposición, en la encuesta se consultó la opinión de la gente sobre los tributos.
El resultado es que pocas personas apoyarían la creación de impuestos sin más, pero la mayoría estaría de acuerdo si va aparejada a una mejor recaudación y mejores servicios.
Solo un 13,5% apoyaría una reforma fiscal bajo cualquier circunstancia, pero si se disminuye la evasión de impuestos, un 61,4% la respaldaría.
Si se condiciona el aumento de impuestos a una mayor progresividad, es decir que los tributos sean mayores para aquellas personas que ganen más, entonces un 74,4% apoya el aumento.
PRESUPUESTO
Ante la pregunta de dónde debería el gobierno destinar más recursos del presupuesto, la lucha contra la pobreza es la respuesta más frecuente (23,3%), seguida de educación (16,5%) e infraestructura (12,9%).
Algunas personas preferirían mayor gasto en regiones específicas del país como Limón y Guanacaste (5,4%), otros en poblaciones específicas como niños, mujeres y adultos mayores (2,4%).
Llama la atención que un 5,3% cree que el Gobierno debería destinar recursos a la generación de empleo, lo cual concuerda con la preocupación por el desempleo como el principal problema del país.
Por otro lado, al preguntar dónde habría que reducir el gasto estatal, predomina la opinión de que debe ser en la Asamblea Legislativa -incluidos los salarios de diputados- (20,9%).
Otros apuntan hacia una disminución del presupuesto de instituciones particulares como la Refinadora Costarricense de Petróleo (10,1%), Instituto Costarricense de Electricidad (3,6%), Ministerio de Obras Públicas y Transportes (2,3%) y la Caja Costarricense del Seguro Social (1%).
Debe notarse que se registró un alto porcentaje de no respuesta (22,9%), mucho mayor que para el caso del aumento de presupuestos, donde se ve que resulta más fácil para las personas decidir sobre gastos que sobre reducciones.
Políticos reprobados
Ninguna de las principales figuras políticas del país, mencionadas en la encuesta del CIEP, logró pasar la nota mínima de 7 (escala de 0 a 10) en la valoración de la ciudadanía.
El expresidente Óscar Arias resultó ser el político mejor valorado (con nota promedio de 6,3), mientras que el actual mandatario Luis Guillermo Solís, que en julio del 2014 encabezaba con una nota mayor a 7, en agosto del 2015 cayó al quinto lugar, ocupando una posición intermedia.
En el tiempo, la valoración de las personalidades políticas se ha mantenido sin mayor cambio, salvo el caso del presidente Solís, que bajó de un 7,3 en julio del 2014, al actual 5,3, y el vicepresidente Fallas, quien tuvo una baja, moderada, de 6 a 5,4, al igual que Ottón Solís, de 5,9 a 5,3.
También es notoria la valoración negativa que mantienen tanto el excancandidato presidencial y actual diputado libertario Otto Guevara como el exdiputado y excandidato del Frente Amplio José María Villalta, ubicados ambos en las antípodas del espectro político nacional.
En el campo del grado de conocimiento que se tiene de los políticos, Arias es el que mayor número de personas reconocen por su nombre, seguido de Laura Chinchilla, el actual mandatario Luis Guillermo Solís, y los diputados Otto Guevara y Ottón Solís.
A la zaga en ese aspecto quedan los vicepresidentes Ana Helena Chacón y Helio Fallas, y el presidente de la Asamblea Legislativa, Rafael Ortiz.
UCR, institución mejor valorada
La Universidad de Costa Rica se mantiene como la institución mejor valorada, con nota de 8,4 (en escala de 0 a 10), por encima de las otras universidades públicas (7,9), instituciones políticas y organizaciones.
El Organismo de Investigación Judicial, la Iglesia Católica y los noticieros de televisión obtienen calificaciones arriba de 7, y por debajo de 6 se ubican la Contraloría General de la República (5,9), al Gobierno (4,8) y a la Asamblea Legislativa (4).
A lo largo de ocho encuestas realizadas, desde noviembre del 2012, son pocas las instituciones que muestran variaciones relevantes. Únicamente la nota del gobierno presenta cambios abruptos, al bajar de 6 en julio 2014 hasta 4,8 en agosto 2015.
Resultado que compagina con el bajo nivel de confianza en los diputados: un 37,6% de la gente confía poco y un 35,4% no confía nada en los actuales representantes legislativos.
Por otro lado, un 44,6% se encuentra poco satisfecho con el trabajo de los diputados y un 31,3% nada satisfecho.
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