Los resultados de las elecciones del pasado domingo llevaron al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien ostenta también la jefatura de su movimiento AP, a considerar que hubo falta de unidad con fuerzas afines y que se ha tenido “un retroceso electoral por sectarismo”.
Se refería a que tanto su agrupación como partidos afines y socios políticos fueron con candidaturas independientes a las elecciones regionales y que fue un error no acudir con una candidatura única.
Con miras a las elecciones presidenciales del 2017, Correa se plantea por tanto consolidar un “frente de izquierdas” que estará sustentado en la propio AP, el Partido Socialista, el Partido Avanza y un sinfín de agrupaciones políticas regionales.
La ampliación y consolidación de esa base política aceleró una crisis de gabinete de la que ya había indicios y que permitiría al presidente Correa consolidar la colaboración en algunos sectores.
El oficialismo cree al mismo tiempo que en lo global hay un triunfo en los comicios, pues Alianza País creció numéricamente en la captación de alcaldías y prefecturas a nivel nacional.
El analista político Simón Pachano anota que una de las razones para ampliar la base política de gobierno es que se comprobó que las lógicas locales actúan cada una por su cuenta y con distintas cargas.
Pachano cree además que habrá “un cambio en la correlación de fuerzas internas en AP” y que sus sectores se reacomodarán para consolidarse.
El ex presidente de Ecuador Osvaldo Hurtado opinó a su vez que los resultados electorales, sobre todo el voto de la ciudad de Quito, que ganó la oposición de centro-derecha, es una llamada de atención “por las libertades”, teniendo en cuenta que a nivel general el gobierno sacó más votos, pero perdió en la capital.
“El presidente sigue siendo el más poderoso presidente que el Ecuador ha tenido en su historia”, dijo Hurtado.
El asambleísta del oficialismo Fausto Cayambe subrayó que los resultados reflejan “un voto en contra” de algunos candidatos y de temas nacionales coyunturales pero que “la gente sigue creyendo en la revolución ciudadana”.
Si compañera de partido y también legisladora Ximena Ponce reflexionó a su vez que su movimiento tiene que reformular la estrategia “radicalizándose”. “Nuestro objetivo no es gobernar para siempre”, destacó.
Las nuevas alianzas y colaboraciones al interior del equipo de gobierno, que se conocerán en unos días, clarificarán los objetivos que tiene el presidente Correa para llevar su proyecto político a una vigencia segura más allá de su periodo de gobierno.
Tras siete años en el poder y nueve contundentes victorias electorales anteriores, los comicios del domingo dejan lecciones al gobierno y a los electores.
La decisión de oxigenar el gabinete y ampliar su base política es la primera consecuencia del análisis oficial de las elecciones. La meta será superar con éxito las elecciones presidenciales de 2017. Si ello será con Rafael Correa como candidato o no, es ya otra cosa.