Manifestantes de colectivos lésbicos, gay, transexuales y bisexuales y del Nuevo Partido Socialista gritan consignas y cantan afuera del auditorio de la Facultad de Derecho para protestar en contra de la presencia del Presidente del Ecuador, Rafael Correa.
El mandatario dicta desde las 5 pm. la conferencia titulada “Logros de la Revolución Ciudadana” frente a un auditorio lleno de estudiantes costarricenses y ecuatorianos, autoridades y docentes universitarios. Correa aceptó una invitación de la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR y de la Federación de Estudiantes de la UCR.
Una de las voceras del movimiento, Margarita Salas, comentó que el objetivo de la protesta es “visibilizar que la revolución ciudadana es una farsa” pues en su opinión se hace de espaldas a las mujeres, a los colectivos LGTB y a los grupos ecologistas.
Los manifestantes reclaman el rechazo de Correa al matrimonio homosexual, la legalización del aborto y la explotación de recursos naturales.
Teresa Gómez, representante estudiantil ante el Consejo Universitario de la UCR, explicó que la visita de Correa es una posibilidad de escuchar a un conferencista que tiene una posición latinoamericanista. Para Gómez, tanto el movimiento LGTB como el presidente ecuatoriano tienen derecho a manifestarse en el campus Rodrigo Facio.
«Mírala qué linda viene, mírala qué linda va, la revolución lesbiana que no da ni un paso atrás», cantaban los manifestantes a pocos metros del sitio donde Correa pronuncia su mensaje.
A pesar del ruido que a ratos penetra al auditorio, Correa continua su exposición sin inmutarse, en el que defiende logros sociales, económicos, ecológicos y en derechos humanos.
“Qué más protección a los derechos humanos que reducir la pobreza”, dijo el gobernante, interrumpido esporádicamente por los aplausos de los asistentes.
Correa también criticó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que con frecuencia ha cuestionado al estado Ecuatoriano por presuntas violaciones a los derechos humanos, en especial en contra de la libertad de expresión. “Es un instrumento de persecución de gobiernos progresistas”, afirmó.