La Compañía de Danza Universitaria ofrece «¿De qué juega usted?», una obra de danza-teatro, llevada a escena en dos actos.
Participan 8 bailarines (4 hombres y 4 mujeres), además de la actriz Lorelai Sancho. «Hay coreografía, diálogos, monólogos y canciones», afirmó el coreógrafo y director del espectáculo, Luis Piedra.
La obra busca que el espectador reflexione acerca de lo absurdo de las conductas aprendidas en ambos géneros.
«Escogí esta temática porque creo que es algo de lo que hay que hablar. Se dice que es una sociedad tolerante, lo cual es cierto en muchos aspectos, pero se puede ir más allá», señaló Piedra.
Agregó que le interesa evidenciar la necesidad de una verdadera coexistencia. «Una sociedad donde no se connote a nadie por ser bisexual, homosexual o lesbiana. Nadie cuestiona ser heterosexual, pero cualquier otra opción es ridiculizada y censurada. Al final de cuentas, son juegos de roles que aprendemos», añadió.
Manifestó que no le agrada utilizar la palabra tolerancia porque implica una posición de dominio. «No se trata de decir yo te soporto. Eso es una posición discriminatoria. Si somos tolerantes y democráticos, debemos coexistir».
Según uno de los bailarines, Gustavo Hernández, es la primera vez que se trata un tema que se ha invisibilizado. «La idea es mostrar esas otras identidades sexuales que no vemos. Es una realidad que se oculta», afirmó.La Compañía de Danza Universitaria, fundada en 1978, es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de la danza en Costa Rica.
«Bailarines y coreógrafos importantes han salido de esta compañía. Creo que es una institución indispensable para la danza nacional», dijo Piedra.
En su criterio, la danza es la unión de las dos dimensiones más importantes del ser humano: la corporal y la intelectual. El género de la danza-teatro permite transmitir cosas que, con sólo el cuerpo, es difícil expresar, dijo.
Por su parte, Hernández detalló que la danza enriquece al texto y viceversa. «Son dos herramientas que se combinan para que el mensaje llegue claro y directo. Pero ninguna depende de la otra», aclaró.
La obra se presenta hasta el 19 de mayo, en el Teatro Montes de Oca, a partir de las 8 p.m. La entrada cuesta ¢1.500 para particulares y ¢1.000, estudiantes con carné.
AFICHE POLÉMICO
Sobre una divergencia suscitada la semana pasada acerca del afiche del montaje, se llegó a un acuerdo entre la Vicerrectoría de Acción Social, el Director de la Compañía y el coreógrafo de la obra, para sacarlo de circulación, ya que no contaba con derechos de autor. «La foto no es del espectáculo nuestro, pertenece a un fotógrafo y coreógrafo holandés(Hans Van Mannnen)», dijo Piedra.
«Yo debía asumir la responsabilidad ante cualquier demanda legal por la cuestión de derechos de autor. No acepté que la responsabilidad fuera individual, si el afiche fue aprobado por la institución», agregó.
Piedra detalló que aún existen diferencias conceptuales en cuanto al material, pero aclaró que no hubo censura de parte de la Vicerectoría por esta razón.»No se trata de un asunto de contenido. La misma obra es más elocuente y fuerte que la foto», dijo.
«Yo recomendé que no se publicara, porque me parecía que no hacía justicia a la propuesta artística de Luis Piedra, que es un llamado al respeto. Pero la decisión era de ellos», dijo la Vicerrectora de Acción Social, Leda Muñoz, al ser consultada sobre este asunto. «La Universidad nunca ha caído en la torpeza de censurar una obra artística». Añadió que ella les ofreció apoyarlos con los recursos necesarios para la producción de otro material que divulgue la obra.
