Este mes se estrena el montaje «Los gemelos venecianos», una producción de la UNA que incorpora elementos de teatro, danza y comunicación audiovisual.
Bajo la dirección de Gabrio Zappelli y con la participación de un variado elenco, «Los Gemelos Venecianos» es una propuesta experimental que fusiona varias ramas del arte.
Corre el año 1745 y la ciudad de Verona está próxima a vivir una situación de risa y confusión por partida doble, gracias a la llegada de los gemelos Zanneto y Tonino.
Como si fueran imanes de problemas, estos singulares personajes vienen acompañados por sus enamoradas y sus enemigos, quienes cegados por el amor y los celos, los confundirán.
Esta es la trama de «Los gemelos venezianos», de Carlo Goldoni, una propuesta experimental donde el teatro, la danza, la música y la comunicación audiovisual se fusionan durante dos horas en una entretenida comedia.
Dirigida por Gabrio Zappelli, la obra forma parte de un proyecto cultural de la Universidad Nacional (UNA) y cuenta con la participación de reconocidos actores y de estudiantes universitarios que inician sus andanzas sobre las tablas.
La comedia se presentará del 23 al 26 de mayo en el Teatro Popular Melico Salazar, además de funciones para estudiantes de colegio durante esas mismas fechas, en un horario matutino.
Por otro lado, en junio se realizarán 20 funciones en el Teatro de la UNA y luego se irá a las comunidades.
UNA PROPUESTA DISTINTA
El montaje incluye varios cambios realizados por el director, quien pretendía utilizar elementos contemporáneos que le diera un matiz distinto y experimental.
Así que se buscó relacionar el teatro con el cine mediante el uso de varias cámaras que graban escenas de la obra y otros elementos como el cambio de vestuario de los actores.
A su vez, esas imágenes serán transmitidas en vivo durante la obra, en el fondo del escenario.
Además del uso de la comunicación audiovisual, Zappelli recurrió a la danza y la música para completar la fórmula.
Para ello, se contó con la presencia de la bailarina Nandayure Harley, quien desde enero ensayó las coreografías del montaje.
Con respecto a la parte teatral, el elenco se conformó con el actor Arnoldo Ramos, quien interpreta a los dos hermanos; además de Sergio Masís, Tatiana Chávez y varios estudiantes de cuarto año de la Escuela de Artes Escénicas de la UNA.
El vestuario fue diseñado por Herberth Bolaños, quien respetó fielmente la vestimenta utilizada en el siglo XVIII.
Por su parte, la escenografía rompe los esquemas tradicionales y busca crear un ambiente más sencillo y minimalista: sobre el escenario solo se observa una pantalla gigante en el fondo y cuatro tarimas que se mueven para recrear las distintas locaciones.
UNA FUSIÓN
La Universidad Nacional dio un salto cualitativo en la producción artística desde 2000, cuando por medio del Centro de Investigación, Docencia y Extensión Artística (CIDEA) se aprobó la creación de un proyecto institucional que busca generar espectáculos de alta calidad.
Según Bernie Peña, decano de la Facultad de Bellas Artes, esta iniciativa pretende integrar a las escuelas universitarias de Arte y Comunicación Visual, Música, Artes Escénicas y Danza, con el fin de promover un trabajo educativo y artístico conjunto.
A raíz de este proyecto, en 1999 se presentó el musical Carmina Burana y el año pasado a raíz del XXV aniversario del grupo de Cámara de Danza UNA se presentaron dos espectáculos coreográficos.
