Investigadores del Observatorio Jacques-Yves Cousteau señalaron la falta de políticas legales en el manejo de recursos costeros en Latinoamérica.
La falta de inversión en investigación de recursos marítimos y la carencia de un marco legal que regule su utilización, son las dos de las debilidades en la preservación marítima más importantes que señaló Patricia Muñoz, coordinadora mexicana del Observatorio Jacques-Yves Cousteau de los Mares y las Costas de México.
Ella y su contraparte francesa, Renaud Fichez, destacaron la preocupación del sector científico por el descuido que enfrentan los recursos naturales dentro de las políticas públicas implementadas por el área centroamericana.
Así lo hicieron ver en la conferencia El Observatorio Cousteau, organizada por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica (UCR), el pasado 5 de noviembre.
“Cuando nosotros no tenemos ordenamiento, cuando no tenemos instrumentos de planeación que nos digan cómo realizar estas actividades, es muy complicado porque sucede lo que pasa en nuestros países. Cada quien hace lo que quiere cuando quiere, sin preocuparnos sobre qué va a pasar con las oportunidades y con los ecosistemas”, explicó Muñoz al referirse al modelo de explotación marítima que han adoptado los países latinoamericanos.
La investigadora Muñoz criticó principalmente la adopción del modelo de “sol y playa” que se ha implementado en las costas mexicanas, donde la construcción de hoteles de playa de lujo suele contrastar con las condiciones de las localidades donde son edificados; caracterizó este modelo como una herencia de países como España, donde esta práctica se ha vuelto insustentable.
“Vaya usted al paraíso terrenal detrás de la zona costera; me queda claro el paraíso terrenal dentro de un hotel de cinco estrella que me cuesta 300 dólares la noche. Pero, cuando voy a la zona donde vive la población y ni siquiera hay calles pavimentadas, me pregunto si para ellos Cancún es el paraíso terrenal”, cuestionó la investigadora, en torno al caso específico de la ciudad de Cancún, ubicada en la costa caribeña de México.
Además señaló a los manglares como la primera zona que es devastada en la construcción de desarrollos hoteleros, debido en muchos casos a que no existen políticas de protección dirigidas específicamente a estas zonas.
CREACIÓN DE OBSERVATORIOS
Muñoz rescató la creación de observatorios marítimos como una iniciativa de investigación que necesita fortalecerse, con el fin de facilitar la preservación de los recursos naturales de cada país latinoamericano.
Renaud Fichez, coordinador francés del Observatorio Cousteau, resaltó el valor de este tipo de instituciones en su país, donde se han creado más de 600 observatorios en distintas temáticas, principalmente aquellas relacionadas con el cambio climático y antropológico global.
“El observatorio de medio ambiente es una herramienta de monitoreo, monitoreo de la eficiencia y de la estrategia de adaptación. Pero, no debemos olvidar que en muchos casos no tenemos conocimiento de los efectos del cambio global”, destacó Fichez al explicar la importancia de una investigación accionaria e interdisciplinaria.
Los investigadores sostienen que además de acciones concretas a partir del monitoreo de los mares, se debe involucrar no sólo a sectores académicos y especializados, sino al grueso de la población nacional. “No sabemos cómo hacer participar a la gente y eso es muy importante; tiene un valor agregado muy amplio”, acotó Muñoz.
Desde su creación en junio del 2009, el Observatorio Cousteau ha sido conformado únicamente por instituciones públicas de investigación, principalmente provenientes de instituciones públicas de México, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
En el caso de Costa Rica, se mencionó que mientras que en escala global existe un 12% de zonas protegidas, Costa Rica mantiene bajo esta categoría un 25% de su territorio. Sin embargo, no existen políticas de acción dirigidas específicamente a la protección del territorio marítimo nacional.
El Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la UCR, desde que inició sus funciones en el año 1979 es el único ente investigador de su tipo en el país, y aunque mantiene una doctrina de trabajo interdisciplinaria, la falta de un eje de acción nacional limita las proyecciones de sus resultados de investigación, en la creación de políticas de preservación.
La visita de los citados investigadores a Costa Rica, tuvo el objetivo de buscar cooperación entre instituciones afines, para mitigar las debilidades de la preservación de los recursos marítimos.
“Una de las decisiones de haber venido a Costa Rica, fue justamente la imagen que como país tienen. Creemos firmemente que puede ser un detonador regional para apoyar a países que no cuenten con la misma infraestructura, que requieren apoyos académicos y de investigación”, puntualizó Muñoz.