Primera estación de biocombustible opera en el país

Combustible se elabora con aceites reciclados de origen vegetal y animal.

La primera estación de biocombustible de Costa Rica ya está abierta al público, en Ochomogo. El biodiésel ofrecido es elaborado por la empresa Energías Biodegradables, con aceites residuales de origen animal o vegetal, y alcanza la producción de 150 mil litros mensuales.

La planta física de la estación cuenta con bombillos led, tanques de almacenamiento con controles de humedad, de antiderrame, de temperatura y un sistema de clasificación de residuos sólidos. Próximamente, se planea implementar el uso de paneles solares para la generación de energía al interior de la planta.

El biodiésel puede ser combinado con el diésel tradicional en cualquier porcentaje, tiene la capacidad de reducir las emisiones hasta en un 90% y ayuda al desempeño del vehículo y a proteger el motor por la lubricación que proporciona, a diferencia del petróleo.

Sin embargo, para el regente de química de la UCR, Ariel Alfaro, “en la actualidad no se sustituye completamente, sino en cierta proporción, con los combustibles tradicionales; se usa muy poco al cien por ciento de pureza”.

Empresas de transporte público y de carga han optado por utilizar biodiésel para sus labores. Entre otras, la empresa Consorcio Operativo del Este lo utiliza desde hace más de 10 años en sus más de 150 buses que prestan servicio en el sector este del Área Metropolitana.

Además de la empresa Energías Biodegradables, la cual también desarrolla elementos para la construcción a partir de los mismos residuos grasos, otros gestores ambientales como Aceites de Palmares, del cantón de Palmares, y Guardianes del Agua, en el cantón de Grecia, se encargan de recolectar aceites y producir biodiésel y otros productos como el jabón y comida para animales, elaborada con los residuos de grasa vegetal.

Grasas de las sodas

La semana pasada, las sodas aledañas a la Universidad de Costa Rica (UCR) recibieron certificado por su participación en la capacitación sobre la utilización del aceite y su reutilización para biocombustibles.

Al evento asistieron los organizadores del proyecto “Manejo adecuado de las grasas residuales”, integrado por investigadoras de la UNED, miembros de la Municipalidad Montes de Oca y de la Unidad de Gestión ambiental (UGA).

“Las grasas y aceites que utilizamos en las sodas tiene aun mucho potencial de uso. Una gota aceite contamina 100 ml de agua y, por lo tanto, es importante buscarle otra gestión a este residuo. Una opción amigable es reutilizarlo en biocombustibles”, explicó al respecto la coordinadora de la UGA, Gerlin Salazar.

Según datos de la Cátedra Registros en Salud de la UNED, los riesgos para la salud pública al reutilizar varias veces el aceite de fritura y propiciar su deterioro son la pérdida de nutrientes del aceite y alimentos, la reducción de su vida útil y la producción de compuestos dañinos que pueden producir cáncer. Asimismo las grasas residuales afectan los ecosistemas de ríos, lagos y mares al impedir la entrada de luz solar y la muerte de la vida acuática.

¿Más biodiésel?

Hay opiniones divididas en los diferentes sectores, sobre cómo implementar el biodiésel en Costa Rica y reemplazar gran parte del combustible que tradicionalmente se ha utilizado, derivado del petróleo o gas.

Según datos de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), en el 2014 se gastó $2.100 millones en importación de combustibles para Costa Rica.

“En lugar de comprar combustibles a otros países, sería mejor generar desarrollo en las regiones costarricenses en situación de pobreza al promover cultivos que generen aceites para crear biocombustibles”, declaró Eladio Madriz, Gerente de Energías Biodegradables

“No estaría de acuerdo con generar cultivos para el aceite de biocombustibles, porque hay que garantizar seguridad alimentaria y no poner en riesgo la tierra, lo que hay que trabajar es la reutilización de todos los residuos grasos y propiciar el uso de medios de transporte alternos como bicicletas”, opinó al respecto Gerlin Salazar.

“Las extensiones de tierra deben ser grandes para suplir el consumo necesario, por lo que habría que eliminar partes boscosas. Además, en su producción se deben usar agroquímicos, energía y agua, por lo que habría que hacer un estudio detallado para ver si hay final no es peor ambientalmente la solución que el problema”, se expresó para el regente de química de la UCR, Ariel Alfaro.

¿Y el Minae?

UNIVERSIDAD habló con la Viceministra de Energía, Irene Cañas, quien asegura que Recope está trabajando principalmente en la combinación de la gasolina con etanol y, en menor medida, con el biodiésel. Aclaró que “Recope lo que puede hacer es mezclas, no puede desarrollar cultivos o tecnología para generar biocombustibles. Entonces se ha solicitado un estudio de la competencia de RECOPE para realizar esto: cómo se deben preparar las estaciones de servicio y cómo sería el impacto en el precio y las emisiones”.

Cañas también señaló que es necesario un nuevo decreto, porque los anteriores disponen a Recope para biocombustibles. “Minae no puede poner a Recope lo que no puede hacer; entonces hay que cambiar ese decreto. Recope hace la consulta sobre su competencia y dice que su ámbito de acción es petróleo y sus derivados”.

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