“Estoy sorprendido por la cifra de incumplimiento en el Gabinete”

El ministro de Hacienda es un hombre con fama de sereno; aún así, los ojos celestes se le dilatan tras recibir la noticia de que más de la mitad de sus pares en el equipo de trabajo más cercano al presidente Luis Guillermo Solís están vinculados a empresas que incumplieron el pago del impuesto a sociedades anónimas.

A diferencia de uno de sus antecesores en ese puesto, el escrutinio periodístico reveló, en su caso y el de su cónyuge, un 100% de cumplimiento de sus deberes tributarios; sin embargo, este vicepresidente con recargo en Hacienda confiesa cierta frustración y alega que el tema de esquivar el pago de impuestos en el país es una actitud muy arraigada en nuestra cultura.

A continuación un extracto de la entrevista que Fallas sostuvo con UNIVERSIDAD.

Se habla mucho de la importancia de bajar el déficit fiscal, pero a la hora de pagar impuestos la mayoría de la gente tiene resistencia. ¿Están convencidos los líderes políticos y empresariales que deben pagar impuestos?

−En mi experiencia como Ministro de Hacienda, creo que hay un grupo de empresarios que sí está muy apuntado y piensa que eso es importante por diversas circunstancias; hay otro grupo de empresarios que no lo está. Aquí en Hacienda hemos visto que, en el segmento de las empresas más grandes, son mayoría los que están apuntados a la idea de que hay que pagar impuestos. Donde se da más la evasión es en los sectores profesionales, contratistas y gente que da asesorías de cierto nivel. Creo que está dividido y que hace falta mucha conciencia sobre esto.

¿Y los políticos? ¿Están apuntados al pago de sus impuestos?

−También creo que están divididos. Hay una parte de los políticos que sí está consciente; otros pueden estar conscientes, pero no hacen el esfuerzo de que eso se convierta en leyes. Este es el caso del proyecto de ley contra el fraude fiscal que presentamos en la Asamblea. Este proyecto de ley no impulsa el cobro de nuevos impuestos y fortalece la lucha contra el fraude; sin embargo, tiene oposición y no entiendo por qué no se le ha aprobado todavía.

El resultado del estudio que hicimos nos revela que el 53% de las empresas vinculadas al Gabinete incumplió con el pago del impuesto a sociedades anónimas. ¿Cuál es su comentario al respecto?

−Es un poco difícil de interpretar. Básicamente creo que refleja lo que es la cultura de todos los costarricenses, cuando uno habla de este tema eso se refleja. Tengo un amigo que me presta un pequeño servicio personal y que, sabiendo que yo soy el Ministro de Hacienda, si le pido factura, él no me la da, y por más que le digo él no quiere. Le hablo de la evasión y lo tengo bien adoctrinado, pero no hay manera de que me dé una factura. Lo que le digo es que sí me ha sorprendido un poco la cifra de incumplimiento que usted halló.

Una de las respuestas frecuentes, cuando pregunta a la gente por qué no pagó, es que “se me olvidó” o “lo iba a pagar en unos días”. ¿Hay una banalización de la evasión tributaria? ¿Se ve como algo menor?

−Es muy importante la pregunta que me hace. Una persona amiga, profesional de la salud, me dice que para no pagar impuestos tiene una sociedad y en esa sociedad él es un empleado más y que, además, de esa manera queda asegurado y no paga. En sus labores exige el pago en efectivo y se maneja con otras cuentas y sociedades. Al final no aparece como contribuyente, sino como un empleado que gana un salario muy bajo. Y él asegura que entre la gente de su misma profesión muchos hacen lo mismo. Eso quiere decir que entre ellos se pasan el mecanismo para evadir y que en realidad no ven la evasión como algo grave.

Y en su opinión, ¿la evasión tributaria es un delito?, ¿es algo grave?

−En mi opinión es algo dañino para el país, porque con esos recursos se podrían estar financiando mejores servicios de salud o de educación y, además, no estaríamos en el lío del déficit fiscal que tenemos ahora, que tiene un impacto negativo en la gente y en las tasas de interés. La evasión tributaria tiene graves repercusiones, pero la gente no es consciente de lo que significa que no pague impuestos y tiende a verlo como algo que puede evitar. Creo que, por otro lado, esa actitud encuentra una cierta justificación cuando se ven casos de corrupción, como lo de la trocha fronteriza u otros casos en donde la gente sabe que pasaron cosas irregulares o que se malgastó el dinero, aunque para mí esa justificación no es válida.

La evasión tributaria tiene graves repercusiones, pero la gente no es consciente de lo que significa que no pague impuestos y tiende a verlo como algo que puede evitar.Helio Fallas

El Estado dejó de ser recíproco con el contribuyente, le cobra impuestos altísimos en la gasolina y le ofrece pésimas carreteras. ¿Cuánto influye en la actitud de la gente hacia los impuestos que se haya roto el contrato Estado-contribuyente?

−Creo que influye mucho, definitivamente. Sobre todo por la psicología nuestra, por aquello de yo te doy esto y vos me das aquello; nosotros somos muy calculadores. Una manera de ir rompiendo eso es, por ejemplo, difundir las cifras sobre cómo se utiliza ese dinero. También ir mejorando todo lo que es la presupuestación, para que sea un presupuesto que identifique resultados y metas específicas. También difundir la manera en que se están haciendo los programas sociales evitando el clientelismo; todas esas cosas ayudan al reencuentro entre el ciudadano y el Estado.

A un año de estar en el Gobierno, ¿cuál es su balance del estado de las finanzas públicas?

−Después de este primer año, estoy pensando la política fiscal como en tres fases: hubo una primera fase, durante el 2014, en las que identificamos una serie de acciones fundamentales, mecanismos por los cuales no se podía cobrar impuestos. Un problema era la plataforma tecnológica, teníamos una obsolescencia total, con programas que ya tenían más de 10 años de estar creados y que nos impedían hacer cruces entre variables. Por ejemplo yo quería saber de las empresas que eran proveedoras del Estado, si estaban al día con sus impuestos de renta o no, y eso no se podía saber. Las bases de datos con los pagos que hace el Estado eran muy diferentes –tecnológicamente− a la base de datos de contribuyentes. Tuvimos que hacer un programa que tomaba información de las dos bases de datos y logramos identificar un grupo de empresas que eran proveedoras del Estado y ni siquiera estaban inscritas como contribuyentes. Hicimos la lista y de una vez las fuimos a auditar. Dentro de ese grupo de empresas había algunas grandecitas que tenían contratos importantes con el Estado.

Otro problema que detectamos fue en la parte de ingresos, el grupo de grandes contribuyentes. El mecanismo de valoración eran 900 horas de trabajo y lo bajamos a la mitad y armamos un instrumento digital que llamamos “Ampo”, para valorar el riesgo de evasión dentro de ese sector; además, hicimos dos proyectos nuevos para combatir el fraude fiscal y el contrabando. Adicionalmente, emprendimos una serie de cruces de información y constituimos un grupo al que llamamos “colmena”, porque es colaborativo y de agrupar cosas y esfuerzos, y ellos están integrados con personal de aduanas y de Tributación cruzando información.

Luego, por el lado de los egresos, intentamos no llenar las plazas vacantes y evitar la creación de nuevas plazas. En la Asamblea Legislativa se hablaba de reducir personal, despedir gente y yo, con el apoyo del Presidente, no quise hacer eso, no era esa la salida y hubiera significado un montón de problemas legales por la ruptura de garantías laborales.

Hacienda impulsa cuatro proyectos clave para combatir déficit fiscal

Hay una serie de proyectos de ley que el Ministerio de Hacienda está impulsando como parte de su estrategia para contener el déficit fiscal y equilibrar las finanzas públicas:

1Lucha Contra el Fraude Fiscal

Busca cerrar el ciclo de cobro en la Administración Tributaria con cobro coactivo, una modalidad que le permitiría a la Dirección de Tributación cobrar las deudas sin intervención judicial previa. También busca eliminar portillos legales para reducir o evitar por completo el pago de impuestos. Establece la obligación de estar inscrito ante la Dirección General de Tributación para obtener permiso o patente municipal, con el fin de establecer cruces con otros trámites públicos y gestiones particulares e información para el control del cumplimiento tributario. Introduce mejoras en la Ley de impuesto sobre la Renta, para reducir la evasión a este impuesto, como por ejemplo la limitación en la deducción de gastos hechos en paraísos fiscales o la limitación de la deducción de intereses.

2Ley de regímenes de exenciones del pago de tributos

Este proyecto pretende incorporar una serie de aspectos de orden y control en el tema de las exoneraciones tributarias que existen hoy, eliminando todas las exoneraciones existentes y dejando solo aquellas que aparecerán en este cuerpo legal que se establecerá. Busca ordenar así todos los regímenes de exoneraciones, creando sanciones por el mal uso del beneficio y limitando su uso en función del beneficiario de las mismas.

3Ley de Responsabilidad Fiscal

Este proyecto de ley busca definir los topes variables fiscales claves como la deuda, el déficit fiscal, el gasto corriente u otros similares. Asimismo, contempla uso de los excedentes públicos para reducir la deuda del Gobierno y también establecer una política de desembolsos para destinos específicos, y para el uso de eventuales superávit financieros. También busca reforzar la transparencia fiscal, por medio de informes relevantes y comunicación de Hacienda con la sociedad civil.

4Reforma a Pensiones con cargo al Presupuesto Nacional

Pretende la unificación de varios subregímenes de pensiones; aspira a establecer variaciones en la tasa de cotización de los regímenes, la edad mínima de retiro en cada uno y el porcentaje de pensión que se recibiría respecto a los salarios que percibe ese sector. Busca establecer una eventual tasa solidaria para pensionados y normar que el aumento de las pensiones se produzca solo por el incremento del costo de vida.