El sistema de matrícula por inclusión a través de Internet, que implementó este año la Universidad de Costa Rica (UCR), presenta dificultades a los estudiantes para avanzar en su plan de estudios.
La situación se debe a que no hay suficientes cupos o a que los estudiantes no lograron finalizar el proceso por este medio.
Cuando se retira un curso antes de entrar a clases, el sistema registra esos cupos como «disponibles» para el proceso de inclusión; no obstante, cuando se retira habiendo comenzado ya las clases, el sistema no registra estos campos y por esa razón no quedan disponibles para matricular, aunque los coordinadores de los cursos los aprueben.
Según Jordan Vargas, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), los estudiantes que más dificultades han experimentado son los que están a pocos cursos de graduarse, ya que si no logran matricular deben solicitar a la escuela respectiva una carta donde les autorice su admisión al curso; luego, el proceso pasa por la aprobación de la Oficina de Registro e Información (ORI).
Por otra parte, la población estudiantil en condición de rezago, es decir, con promedios muy bajos, matriculan pocos cursos debido a que la cita de matrícula se asigna según la nota. Algunos, incluso, no consiguen matricular ningún curso. Al respecto, las escuelas valoran los estudiantes que atraviesan situaciones particulares, como los que viven a largas distancias de las sedes.
¿Qué opina la Oficina de Registro?
Según José Rivera, director de la ORI, no se pueden procesar las solicitudes recibidas después terminado el periodo ordinario de matrícula por inclusión, pues hay 4 semanas lectivas (del 9 de marzo al 10 de abril) disponibles para retirar cursos; en ese caso, tendrían que abrir un caso de estudio para cada estudiante y comparar sus promedios ponderados.
“Todo se está trabajando con las unidades académicas, y a todas se les responde, pero hay que averiguar el promedio ponderado del estudiante, si no está moroso, si no le choca el curso y si cumple con lo que está en la normativa (artículos 26, 27 y 28)”, afirmó Rivera.
El Director de Registro agregó también que aún no existe un mecanismo normado que les permita utilizar los campos de retiro, por lo que la Vicerrectoría de Vida Estudiantil está trabajando para mejorar la situación; sin embargo, los cambios deben ser aprobados por el Consejo Universitario en vista de que implica modificar la normativa universitaria.
Estudio de casos
El artículo 27 de la Resolución sobre Normas y Procedimientos de Matrícula indica que el estudiante podrá solicitar inclusión de matrícula en los cursos del plan de estudios para los que cumpla con los requisitos académicos establecidos y los cursos extracurriculares indicados por la Vicerrectoría de Docencia durante el periodo establecido en el calendario.
Si el estudiante cumple con los requisitos estipulados en la normativa y el curso pertenece a la unidad académica de empadronamiento, esta deberá resolver las solicitudes de inclusión de cursos tomando en cuenta los factores previamente mencionados.
Si, por el contrario, pertenece a una unidad académica diferente a la de empadronamiento, el estudiante deberá presentar ante la unidad académica o en la coordinación de carrera que ofrece el curso, la autorización por escrito de la unidad académica de empadronamiento o de la coordinación de carrera respectiva para solicitar la inclusión.
Ahora bien, actualmente se plantean reuniones con diferentes escuelas “con miras a conocer más en detalle aquellos aspectos que, a criterio de la Oficina de Registro, pueden fortalecer el uso del nuevo sistema en beneficio de la población estudiantil”, indicó Rivera.
Actualmente se trabaja para que en el segundo semestre de este año los campos disponibles vayan acordes con la capacidad de las aulas –mediante la planificación de la oferta académica– y que, así, los estudiantes puedan disponer de ellos en la matrícula ordinaria.
¿Qué opinan las escuelas?
“Ya tenemos una gestión encaminada con Registro para poder diseñar un modelo que supere el proceso manual que estamos usando”, explicó Erick Hidalgo, director de la Escuela de Artes Plásticas. En su caso, pretenden implementar mecanismos que no requieren modificar la normativa y permitan tramitar la mayoría de los casos de forma automatizada. Por ejemplo, ya no se realizarían las equiparaciones manualmente y esto reduciría al mínimo los trámites especiales de inclusiones, afirmó Hidalgo.
La Escuela de Artes Plásticas continúa valorando las situaciones de rezago, adecuación curricular y de vida estudiantil que se relacionan con las condiciones sociales o de salud del estudiante.
Aún no lo logran
“Tengo los requisitos aprobados para llevar 2 cursos anuales que necesito y cuentan con cupos para matricularlos, pero no me aparecen ni en la página de matrícula ordinaria. Llevo 2 años tratando de matricular esos cursos”. – Noelia Ugalde, estudiante de Bachillerato en Inglés y Filología Española.
“Este es mi último semestre para poder graduarme, no pude matricular ninguno de los 4 cursos que tenía que llevar en el proceso de matrícula, tenía un buen promedio pero no tuve campo en ninguno de los cursos. Tuve que hacer el nuevo proceso de inclusión en el cual sí pude matricular 2 de los cursos. Para los otros redacté una carta para que la Escuela la enviara a Letras, enviaron la carta mal escrita porque lo único que solicitaban era una inclusión para no atrasarme en mi plan de estudios, por esa razón me la rechazaron, la Escuela tuvo que volver a redactarla y especificar que era para concluir el plan de estudios de bachillerato”. – Daniela Rivera Gutiérrez, estudiante de Diseño Gráfico.
“Por un error administrativo de mi escuela, no pude matricular dos cursos (ya estoy a 5 cursos de graduarme) a pesar de tener promedio de más de 9. A la fecha, ni la Unidad Académica ni registro me han dado respuesta. Yo he asistido a clases desde la primera semana y los profes me aceptaron en ambos cursos. Si no me aprueban la inclusión me atrasaré más para graduarme”. – Estudiante de Psicología que prefirió no ser identificada.
“Yo hice la carta justificando la necesidad de matricular el curso FD-5091 “Métodos de Investigación Educativa” para poder iniciar en el segundo semestre el trabajo final de graduación. La razón que da Registro es que Formación Docente no hizo la solicitud de forma correcta. La persona que me atendió me dijo que se podía volver a enviar la nota desde Formación Docente solicitando la inclusión”. – Roberto Sánchez, estudiante de Educación Primaria.
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