Numerosos conflictos internos causan molestia dentro de la facultad.
La administración de la Facultad de Derecho sigue sin resolver las diversas situaciones que detonaron la manifestación del 10 de abril. El malestar comenzó junto con el primer semestre de este año, cuando se dieron 17 cambios de profesores en tan sólo tres semanas. En algunos casos los estudiantes no recibían clases debido a que su profesor fue cambiado pero no se asignó un reemplazo.
La Asociación de Estudiantes de Derecho envió un documento a su decanato puntualizando los cursos y profesores que se vieron afectados por los repentinos cambios y solicitando que estos fueran justificados; sin embargo, la respuesta obtenida aclaró las situaciones de una pequeña cantidad de los 17 casos, sin referirse al resto.La inconformidad aumentó cuando el Decanato emitió una resolución de requisitos mínimos para los profesores que regiría a partir del segundo semestre del 2014. Según la resolución todos los profesores necesitarán, como mínimo, una licenciatura en Derecho para poder ejercer. Para conocer cuáles profesores ser verían afectados, la Asociación de Estudiantes solicitó los Currículum Vitae de los profesores, sin obtener ninguna respuesta.
Luis Salazar, presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho, contó que su Asociación hizo numerosos intentos por recibir respuestas a las inquietudes del estudiantado, pero pocas veces obtuvo una respuesta coherente. “La única respuesta que dieron a muchos de nuestros cuestionamientos fue que es un asunto del decanato y que solo el decanato tiene potestad sobre esas decisiones. No hemos recibido una respuesta acorde con lo que estamos preguntando”.
El detonante de la manifestación del 10 de abril se dio el lunes de la misma semana. Según Salazar, un grupo de estudiantes de la Facultad recaudaba firmas para una carta de reclamo al decanato cuando la vicedecana de la Facultad se presentó y los amenazó con levantar un acta notarial y abrir un proceso administrativo contra ellos. El incidente no llegó a más, sin embargo, fue el elemento desencadenante para la manifestación.
La carta se envió al día siguiente con más de 200 firmas recaudadas, puntualizando 13 situaciones que generan tensión dentro de la Facultad, entre ellas la publicación tardía y errónea de lista de profesores, la incertidumbre respecto al nombramiento de estos, problemas con la asignación de aulas, cambios en los programas de cursos de los que no fueron notificados, destituciones injustificadas y cambios en el programa de horas cátedra y estudiante.
INTENTOS DE DIÁLOGO
Tras repetidas respuestas que no dejaron satisfechos a los estudiantes, el decano Alfredo Chirino emitió un comunicado en el que se invitaba a los estudiantes a un conversatorio abierto, programado para el 28 de abril.
La tardía respuesta indignó al estudiantado, por lo cual el jueves 10 de abril y por primera vez en 20 años los estudiantes de la Facultad de Derecho se manifestaron en las afueras de su edificio. Docenas de estudiantes expresaron su descontento con la administración de la Facultad durante casi 12 horas.
El 25 de abril el decanato de la Facultad emitió un documento en contestación a las constantes muestras de incomodidad de sus estudiantes. En dicho documento se califica, tanto a la carta firmada y enviada por los estudiantes como a su manifestación, de ilegítimas, innecesarias y violentas.
Los argumentos usados, entre otros, fueron que la nota no fue emitida por la Asamblea de Estudiantes de Derecho, y que, en la recaudación de firmas, varios estudiantes firmaban más de una vez. Además durante la manifestación se obstruyó el acceso al edifico de Derecho y se realizaron afirmaciones personales infundadas contra varios profesores y dirigentes administrativos de la Facultad, faltándoles al respeto y dañando su imagen.
El pasado jueves 28 de abril se realizaron dos conversatorios, a las 9:00 de la mañana y 6:00 de la tarde, entre los estudiantes, profesores y funcionarios administrativos de la Facultad, incluyendo al decano Alfredo Chirino. Al cierre de esta edición no se había logrado llegar a ningún acuerdo mutuo ni resolución entre las partes.
