En la celebración del centenario del nacimiento de Julio Cortázar, el Teatro Girasol interpretó “Instrucciones para subir una escalera”. (Foto: Laura Rodríguez, ODI)
Imagine un planeta donde nadie sabe cómo subir una escalera, dar la cuerda a un reloj o sentarse a llorar. Imagine un mundo donde cosas tan simples, como charlar o reír, son tragadas por la rutina y la inercia, donde los humanos se encapsulan a diario en latas de autobús, pretendiendo mutismo o sueño y buscan ocultar en la noche lo poco que les queda de vida, mientras observan absortos el televisor.
Hace 52 años Julio Cortázar rescató en Historias de Cronopios y Famas las maravillas de la cotidianeidad. Sumó en sus páginas una dosis de ternura y humor y construyó una obra surrealista, de inmensa capacidad metafórica. Creó también una ciudad invadida por el desorden y la poco convencional sensibilidad de unos verdes cronopios, de poesía húmeda y asonante.
La Escuela de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica celebró este viernes 14 de noviembre el centenario del nacimiento del escritor argentino Julio Cortázar.
En el auditorio Abelardo Bonilla, lleno por estudiantes y profesores, el Teatro Girasol de la Escuela recordó con precisión las “Instrucciones para llorar” e “Instrucciones para subir las escaleras”, del escritor.
La actividad también reconoció la participación de 35 estudiantes en un concurso de cuentos, para celebrar el legado de Cortázar y explorar las capacidades creativas de sus alumnos.
“Estamos buscando reactivar y posicionar por qué los Estudios Generales tienen que dejar huellas, huellas profundas”, dijo la directora Ana Delia Ramírez al inaugurar la actividad.
Es un ejercicio que la Cátedra de Comunicación y Lenguaje y la Cátedra Enrique Macaya Lahmann ya han desarrollado en otras ocasiones. En setiembre organizaron una actividad para analizar la obra de Gabriel García Márquez en el cine y en octubre celebraron los 50 años de la llegada de los Beatles.
Para conmemorar a Cortázar, reactivaron una vieja tradición y propusieron un concurso de cuentos de temática libre entre los alumnos de Estudios Generales.
“Hace muchísimos años se proponían estos concursos, pero dejó de motivarse la creatividad de los estudiantes (…) Nos impresionó la cantidad de personas que participaron, no esperamos una recepción tan grande”, comentó Leonardo Sancho, coordinador de la actividad.
La profesora Kathy Madriz decidió reavivar este tipo de concursos al rescatar un programa que, afirma, se realizó por última vez en el 2005. En total, se premiaron a cinco estudiantes, quienes recibieron obsequios de la Editorial Costa Rica y la Editorial Germinal.
ESTUDIANTES PREMIADOS
“La verdad es que más de uno de ustedes tiene alma de cronopio”, expresó el profesor Leonardo Sancho, en media actividad, generalización con la que cualquier lector podría sentirse identificado, porque, ¿a quién le gustaría relacionarse con “los rígidos famas” o “las aburridas esperanzas”?
Aún así, los cuentos con los que participaron los estudiantes buscan escapar de los márgenes y convenciones tan odiados por los cronopios. Edson Zamora, Aliza Castro y Maureen Villalobos ganaron los primeros tres lugares del concurso propuesto por la Escuela de Estudios Generales.
Explanada de las maravillas, ganador del primer lugar, captura una pequeña fotografía en una ciudad oscura, bañada de esmog y rostros depresivos. Allí, en completa asonancia, un vestido celeste irrumpe e invita a dos desconocidos a abrazarse y suspender el mundo que los rodea.
En Bienvenido a mi blog, ganador del segundo lugar, Castro capturó la vida de una mujer cuya agenda está absorbida por el ordenador, Internet y las redes sociales. Un día, al salir de su casa, descubre que es invisible. Igual, sabe que de verdad no le importa: siempre lo ha sido.
Aunque la temática de los cuentos era libre, ambos capturaron la problemática de una sociedad que invisibiliza nuestro lado humano. “Ese era el objetivo”, resaltó Leonardo Sancho, que valoró positivamente la actividad.
De acuerdo con los organizadores, los cuentos ganadores del certamen serán publicados en la próxima edición de la Revista de Lenguas Modernas de la UCR.
Fe de erratas, actualizado el 22 de noviembre: Por error se consignó el nombre de la estudiante Alicia Castro cuando realmente debe indicarse «Aliza Castro».
