Compartieron conocimientos con investigadores de varios países.
Durante 45 días, Lizdenia y Oc-tavio estuvieron en altamar a bordo del barco científico inglés RSS James Cook. Aunque tuvi-eron que sacrificar las celebracionesde fin de año, la experiencia valió la pena, pues junto con investigadores de Inglaterra, Ecuador, Colombia y Estados Unidos comenzaron a estu-diar las profundidades de lo que se conoce como la Cuenca de Panamá.
Estos dos jóvenes costarricenses se vincularon a esta expedición, financiada por el National Environ-ment Research Counsil (NERC) del Reino Unido, por recomendación del Centro de Investigaciones en Cien-cias del Mar y Limnología (Cimar)de la Universidad de Costa Rica (UCR) zooplancton mediante arrastres ver-ticales, desde los 100 metros de profundidad hasta la superficie. Para Lizdenia Arce Marenco, egresada del Bachillerato en Física de la UCR, esta oportunidad se con-vertirá en la puerta de entrada a un
posgrado en oceanografía.
“Entre mis principales tareas es-taba bajar diferentes instrumentos oceanográficos para el estudio de la columna vertical. Se estudiaron las propiedades físicas como tempera-tura, corrientes, salinidad, oxígeno, helio… Estos instrumentos se baja-ban a profundidades desde los 1500 a 4000 metros y se recogieron muestras para luego ser analizadas”, explicó Arce.
Estar con científicos de primer nivel y compartir conocimientos fue parte fundamental para el crecimiento profesional de los dos jóvenes, quienes destacaron la paciencia y buena disposición de los investigadores.
Octavio Esquivel Garrote es biólogo, por lo que su trabajo se centró en la recolección de muestras de especificó, lo que se recoge con este tipo de red da una idea general de lo que puede haber en la columna de agua. Algunas de estas muestras se llevaron al Cimar para su análisis.
“Para uno, que no está acostumb-rado a hacer ciencia de esta manera, es una experiencia increíble por las facilidades que representa un buque de investigación como éste, con todos los recursos que tiene y que se pueden explotar”, recalcó Esquivel.
Para ambos científicos, es impor-tante que a partir de esta experien-cia se logre una mayor vinculación académica y de investigación entre oceanógrafos nacionales e ingleses.
LA EXPEDICIÓN
Esta fue la primera campaña ocea-nográfica de una expedición internacional para investigar la circulación del océano profundo en la Cuenca de Panamá, liderada por el oceanó-grafo físico del Centro Nacional de Oceanografía, el Dr. Miguel Ángel Morales Maqueda.
Según explicó, la motivación para realizar la investigación se centró en que hay poco conocimiento de cómo funciona el océano profundo, esto quiere decir la masa de agua que está por debajo de los 1.000 metros y que corresponde al 70% del océano es la circulación a la escala de una cuenca oceánica completa.
El interés de la Cuenca de Panamá es que es una cuenca lo suficientemente grande para que uno pueda ver la circulación a gran escala, pero suficientemente pequeña para estudiarla en uno o dos meses”, mencionó el científico.
Para recabar información, se lan-zó equipo especializado en el centro y parte sur de la cuenca, donde se midió temperatura, corrientes, sa-linidad, presión y turbulencia del agua. También se realizaron análisis para determinar la transmisión de la luz en el agua.
Dependiendo de los resultados que se obtengan, se planea volver con vehículos submarinos para tomar imágenes de las profundidades y complementar las investigaciones.
El proyecto inició en abril del 2014 y se extenderá a lo largo de cuatro años. La primera expedición, en la que participaron los estudiantes costarricenses, se realizó del 4 de diciembre de 2014 al 16 de enero de 2015.