¿Cuál es su opinión acerca del sistema de incentivos a la productividad que aplican el BCR, BNCR y el Banco Popular?
-Es una situación muy grave que habíamos denunciado muchas veces en el PAC, pero ahora los datos están muy concretos y hay que felicitar a la Contralora. Ya los trabajadores y especialmente los de más alto nivel, tienen un premio al desempeño que es la anualidad, ese es el estímulo para que se trabaje bien, esto sería un doble pago. En segundo lugar induce a que se contradigan los objetivos de la ley de creación de bancos públicos, cuyo objetivo no es la ganancia sino democratizar el crédito, desarrollar el mercado bancario, tener facilidades para depositar y pedir prestado en todo el país. Al dar premio de acuerdo a ganancias se estimula un criterio de ganancia y eso hace que no sea buen negocio pagar al pequeño buenas tasas por sus depósitos y cobrar a los pequeños y medianos bajas tasas por sus préstamos.
En tercer lugar hay que decir que si en la práctica un banco toma el 15% de sus utilidades y las reparte a sus empleados es como si ellos fueran los propietarios del 15% de las acciones. Es una privatización ilegal porque no ha pasado por una ley, es anticonstitucional. Además, estos incrementos se convierten en beneficios para prestaciones, aguinaldo, cesantía etc. y tienen como consecuencia un incremento en el margen de intermediación por lo que afecta la distancia entre la tasa pasiva y la activa. Esto ha sido promovido por los niveles superiores de los bancos que son los que más reciben en ese esquema.
El estudio de la Contraloría señala que en el BNCR 19 altos gerentes cobraron ¢518 millones…
-Claro, por eso le comentaba que el problema mayor es con la alta gerencia y con funcionarios que se ganan más de $400.000 al año en este pobre país.
Ahora con la renuncia de Fernando Naranjo habrá que nombrar nuevo gerente y aunque los bancos son instituciones autónomas…
-No, ¿cuál autónomas? Aquí el Presidente manda, para eso nombra cuatro directivos. Eso se hace para que el Presidente mande en este tipo de cosas. Vamos a ver qué hacen ahora. Nombraron al nuevo gerente del BCR y lo que le bajaron fue de ¢15 millones que ganaba el anterior a ¢12 millones, o sea lo dejaron con casi $28.000 al mes.
En los bancos públicos la junta directiva manda, para eso los nombra el Presidente y ahora deben decir que quien sustituya a Fernando Naranjo va a ganar tanto, y creo que debe ser menos de la mitad de lo que gana Naranjo. Esto es una oportunidad para el cambio. Nadie puede contradecir una orden del Presidente más cuando lo hemos predicado toda la vida y esto ha sido causa célebre en el PAC.