Varios de los humedales más importantes del país poseen recursos y personal muy limitados para su protección, y la mayoría aún no cuenta con un plan de manejo debidamente concluido.
Así se desprende de la respuesta que envió a UNIVERSIDAD el coordinador del Programa Nacional de Humedales del Sistema de Áreas de Conservación (SINAC), Jorge Gamboa, como respuesta a las consultas planteadas a raíz del “Informe de los resultados de la auditoría operativa acerca del cumplimiento por parte del Estado de las medidas de protección y conservación de los humedales de importancia internacional (Convención Ramsar)”, elaborado por la Contraloría General de la República (CGR) y de la cual informó este Semanario en su edición 1930.
Este documento alerta sobre los pocos recursos que se destinan a humedales de gran importancia, como es el caso de Caño Negro y Térraba-Sierpe, los cuales padecen serios problemas de contaminación y reducción de la cobertura vegetal, así como la amenaza de actividades agrícolas intensivas en sus alrededores.
DISPARIDAD DE RECURSOS
Tal y como se refleja en el informe de la CGR, los datos suministrados por el SINAC muestran una gran disparidad en la asignación de recursos para la protección de humedales de importancia internacional, protegidos por la Convención Ramsar.
Un ejemplo claro es el caso de los humedales en Palo Verde y Caño Negro, pues según el informe de la CGR, el primero muestra muy buenas condiciones de protección, poca contaminación y una recuperación importante en su cobertura vegetal.
A la protección de este humedal -con una extensión de 24.519 hectáreas- se destinan anualmente unos ¢500 millones, lo que incluye 5 puestos operativos con 28 funcionarios asignados.
En contraste, Caño Negro, con una extensión de 9.969 hectáreas, solo cuenta con un puesto operativo, 6 funcionarios y un presupuesto de ¢12 millones.
Más grave es la situación del humedal Térraba-Sierpe, que pese a tener una extensión mayor a la de Palo Verde (30.654 hectáreas), solo cuenta con 1 puesto, 5 funcionarios y un presupuesto de ¢29.5 millones.
En lo que respecta a planes de manejo, de las 19 áreas protegidas que incluyen un sitio Ramsar, cinco tienen un plan elaborado, nueve están “en proceso de elaboración”, cuatro se señalan “Para elaborar en 2012” y una no se considera área protegida.
“El único sitio Ramsar que no tiene un plan de Manejo es Humedal Cuenca Embalse Arenal, por ser un humedal artificial fuera de una categoría de manejo; sin embargo -según se informó a la Contraloría- sectores como Parque Nacional Tenorio y Zonas Protectoras, están trabajando en algún instrumento de planificación”, señaló Gamboa.
Dicho funcionario aseguró que la Convención Ramsar no obliga a formular un plan de manejo para cada sitio protegido, pero sí “insta para que cada sitio formule instrumentos de planificación, entre los cuales están los planes de manejo”.
Acerca de las recomendaciones de la CGR, Gamboa indicó que el SINAC giró instrucciones para la designación de dos funcionarios, quienes tendrán el trabajo de atender los señalamientos que hizo el informe, respecto a deficiencias administrativas en las áreas de conservación.
“Se ha planificado la elaboración de un plan de acción, que muestre claramente las acciones a desarrollar, cronograma de ejecución, funcionarios responsables de su gestión y estimación de los recursos requeridos para su ejecución”, afirmó Gamboa.
“Se procederá a la designación de funcionaros responsables de la gestión de los humedales, por área de conservación. En la medida de las posibilidades se estará apoyando, tanto económicamente como operativamente, la gestión en estos sitios”, agregó.
