Emprendedores crecen de la mano de AUGE

Los participantes culminaron su segunda etapa del proceso con la agencia de emprendimiento
Iniciativas se desarrollan desde los campos más variados de la innovación.

Con gran seguridad y soltura, dos muchachas presentaban desde el escenario  un producto en el que definitivamente creían: Cricketa, una galleta basada en harina de grillo. Después de ellas, otros once emprendedores tuvieron la misma oportunidad de deslumbrar con sus ideas innovadoras.

Se trataba de la actividad Ráfaga AUGE, que se llevó a cabo el pasado 9 de noviembre y sirvió para que algunos de los emprendedores, que participan en la agencia de emprendimiento de la Universidad de Costa Rica (UCR), finalizaran una de las etapas de su proceso para consolidar iniciativas innovadoras.

“La idea es que presenten su proyecto en un pitch de solo tres minutos”, explicó Luis Jiménez, el Director de la Agencia Universitaria para la Gestión del Emprendimiento AUGE. Luego de esto, cada participante recibió  siete minutos de retroalimentación de un jurado.

Ese consejo consultivo estuvo integrado por empresarios, emprendedores y asesores: Ignacio Siles, Carlos Luis Mora de la Orden, Alejandro Vega y Carolina Flores. Según la dinámica establecida previamente, el jurado les hacía un comentario positivo sobre las fortalezas del proyecto y uno negativo sobre los aspectos por mejorar.

Aprendizaje en conjunto

Amigos, familiares e interesados en el tema de la innovación vieron uno por uno pasar los proyectos, que iban desde ropa para bebé hasta bicicletas eléctricas, pasando por huertas urbanas y  aplicaciones para estudiantes universitarios.

La fase amarilla –que los emprendedores acababan de finalizar− duró ocho semanas, en las cuales los emprendedores definieron un plan de acción que contemplaba retos organizacionales, financieros y de equipo para sus proyectos. Además, en esta etapa muchos experimentaron por primera vez con los posibles usuarios.

“Hace dos meses que empezamos; fue la primera vez que me puse a pensar en mi cliente-meta, en un plan de negocios”, reflexionó uno de los emprendedores luego de la actividad.

Es el caso de muchos de ellos que, a pesar de que cuentan con ideas innovadoras, no saben bien cómo ejecutarlas y por eso acuden en busca del asesoramiento de la agencia.

AUGE es la Agencia Universitaria para la Gestión de Emprendimiento; nació en el 2012 y actualmente tiene 31 emprendedores activos, a los cuales acompaña y asesora.

A partir de este año, cualquier persona −aunque no esté ligada a la UCR− puede acudir a AUGE para desarrollar sus proyectos de innovación. Los únicos requisitos son: que se trate de proyectos con alto potencial de crecimiento y que cuenten con suficientes ventajas competitivas como para consolidarse.

“El valor de AUGE es construir en comunidad. Que podamos construir más de lo que podríamos hacer solos”, aseguró Hernández, gestor de la fase amarilla en la agencia.

Camino recorrido

Los proyectos que atiende AUGE van desde empresas lucrativas, hasta organizaciones con fines sociales.

“No distinguimos entre el emprendimiento de base tecnológica y el emprendimiento social, pues consideramos que todos deben contar con ambas dimensiones”, explican sus representantes.

La agencia trabaja con sus emprendedores en un proceso de tres pasos: la fase azul, la amarilla y la verde.

La primera es el espacio en que los emprendedores descubren si su proyecto vale la pena como emprendimiento, por medio de diferentes experimentos. En esta etapa ellos investigan el problema que quieren resolver, definen el producto y validan inicialmente sus hipótesis.

La fase amarilla, que es la que culminaron los emprendedores la semana anterior,  es la de crear: establecer el producto, el plan de negocio, el público meta.

Por último, la fase verde, que es la que iniciarán ahora la mayoría de estas iniciativas, consiste  en la  incubación. Una vez que el proyecto está establecido y con un equipo de trabajo, los emprendedores desarrollarán un producto beta y buscarán incluirle valor agregado para sus clientes.

“Cuando Julián empezó no entendía cómo llevar sus ideas a cabo y mi marido y yo no podíamos ayudarle. Pero cuando entra a AUGE logra centrarse, entender, ponerse objetivos e independientemente de si la idea funcione o no, ya tiene una idea mucho más firme, sabe hacia dónde quiere caminar y cómo lo quiere hacer”, expuso la madre de Julián Jiménez, uno de los emprendedores que presentó su iniciativa en la Ráfaga.

“Emprender no es fácil, es un camino bastante complicado, oscuro; pero, lo importante es cuando uno ese camino lo lleva con gente, y creo que eso es lo que hace AUGE”, comentó Hernández.

“Es un estilo de vida que se puede aplicar en diferentes espacios de la vida, es hacer las cosas. Está bien analizar, pero se trata de ejecutar la acción”, aseguró Julián Jiménez  al finalizar la actividad.

 

 

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