Encuentro Intercaribeño: celebrando la diversidad que nos une

El encuentro pretende reunir y visibilizar manifestaciones culturales afrocaribeñas que han sido marginadas.

Al ritmo del reggae, el son jarocho y la música miskita, la herencia y la sensibilidad caribeña expresada en la música de nuestra región fue festejada durante el primer Encuentro Intercaribeño “Tres ritmos: una misma costa”, realizado el pasado viernes 23 de octubre.

El encuentro, que reunió a decenas de personas en el Instituto de México, buscaba reconocer los nexos de las culturas afrocaribeñas, desde las distintas manifestaciones que han sido invisibilizadas por los circuitos comerciales del arte.

La actividad fue un primer esfuerzo por abrir espacios de conversación, descubrimiento musical y visibilización de identidad rítmica, entre los artistas contemporáneos representativos de los diferentes géneros que conforman la música caribeña contemporánea.

Francis Muñoz, del equipo organizador, afirmó que así se plantea una reflexión en torno a la identidad caribeña, como uno de los componentes de la identidad costarricense. “El objetivo es visibilizar esa diversidad que nos construye”, puntualizó.

En su opinión, el “ser caribeño” no tiene vínculo alguno con los rasgos físicos o el color de piel, sino con la sensibilidad heredada de la historia de la región, “que nos expone y nos deja anuentes a sentir estos ritmos, que son capaces de construir una identidad regional, porque el ritmo rompe fronteras y la región necesita estos vínculos”, dijo.

El encuentro fue protagonizado por tres músicos provenientes de distintas regiones latinoamericanas, cuyas expresiones musicales fueron influenciadas por la migración africana: Gabino Garrobo, desde Veracruz (México); Mike Joseph, de puerto Limón; y Johnny Hall, indígena miskito del Caribe nicaragüense.

Aunque los tres artistas interpretan melodías distintas, encontraron rasgos comunes en sus notas, que cuentan la historia común de los pueblos del Caribe, marcados profundamente por la afrodescendencia.

“Gabo” Garrobo, del grupo Mango con Chile, recordó los orígenes de instrumentos como la jarana, el cajón, la quijada, la maraca y la tarima, herencias de lo afro; y la tradición del zapateado, heredada de los españoles, quienes a su vez fueron influenciados por la migración árabe.

Mike Joseph, cantante y productor limonense, conversó sobre la influencia de los ritmos como el reggae roots y el dance-hall en sus inicios en la música y su interés actual en el calipso, música emblemática de la provincia en que nació y que refleja la herencia negra en la cultura limonense.

Johnny Hall, por su parte, compartió la historia de su pueblo: indígenas de la mosquitia nicaragüense, forzados a emigrar durante la guerra centroamericana a Costa Rica.

Desde Pavas, donde hoy radica esa comunidad, Hall ha trabajado por el rescate de su cultura ancestral.

Su música, que incluye los ritmos tradicionales mezclados con socca, reggae y calipso, cantados en miskito, inglés criollo y español, es reflejo de eso.

“Mi música cuenta las historias verdaderas de mi pueblo. Yo soy la voz de mi identidad”, afirmó Hall.

Francis Muñoz, quien también es músico y sociólogo, recordó que la iniciativa surgió el año pasado durante el VI Encuentro de Culturas Miskitas, organizado por Hall, quien también es parte del equipo promotor.

En ese espacio, agregó, se planteó la necesidad de usar los vínculos existentes con otros músicos afrocaribeños, para darle carácter regional a la cita y, así, ampliar el público y el alcance de la propuesta.

Para Muñoz, la identificación de esta diversidad aporta también a la construcción de la identidad regional, pues es uno de los elementos que integran la identidad regional caribeña.

“Comercialmente, estos pueblos han estado enlazados desde tiempos de la Colonia. Estos ritmos han viajado gracias al trasiego comercial de la región y todavía estamos muy enlazados, pero nos hacen creer que lo único que une a la región son los tratados de libre comercio y las grandes redes comerciales, cuando hay mucho de lo local, de lo que sí es nuestro, que nos une”.

Por eso, aseveró el músico, esperan continuar realizando estas actividades, para promover la identificación regional por medio de la música caribeña.

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