El Centro de Comunicación Voces Nuestras premió los relatos de mujeres indígenas.

El pasado 3 de marzo se anunciaron los nombres de las mujeres ganadoras del V Concurso de Mujeres: Voces, Imágenes y Testimonios 2009: Mujeres que luchan por su dignidad, la de otras mujeres o por sus comunidades,  organizado por el Centro de Comunicación Voces Nuestras.

De todas las personas galardonadas, resalta la historia de Emilia Gamarra y las niñas Haydée Gamarra (10 años) y Cristy Vargas (10 años), indígenas panameñas de la etnia naso.

Estas mujeres, con sus testimonios Los estoy diciendo y es como si lo estoy viendo y Diarios del campamento Naso narraron la historia del violento desalojo del que fueron víctimas en las comunidades San San y San San Drui el 29 de marzo del año pasado.
Según narraron las panameñas, los habitantes de esas poblaciones fueron desalojados por la Policía Nacional de Panamá. La orden de desalojo fue emitida por el Gobierno panameño que según ellas, pretende entregar las tierras a la empresa Ganadera Bocas.
“Nosotras y las demás familias de la comunidad nos quedamos sin casa y sin nada. Los policías llegaron con bombas y nos sacaron, se quedaron ocho días y se llevaron todo”, relató Emilia Gamara en la ceremonia de premiación.
El impactante testimonio cuenta la intervención de los antimotines en las tierras. “ Escuchamos una bomba que empezó a echar humo. Los niños al ver eso empezaron a gritar y a correr. Teníamos un tanque de 50 galones lleno de agua. Mojamos toallas para limpiar la cara de los niños. ¡Y a correr a sacar los niños de ahí! Una niña se ahogó en el humo.”, dice Gamarra en su relato.
La indígena afirmó que el Gobierno no les ha dado respuesta en cuanto a la recuperación de sus tierras y tampoco en torno a la solicitud de la comunidad de recibir la Comarca Naso Tërdji, lucha que lleva en pie 40 años.
“Si no nos dan la comarca, van a entrar más empresas y proyectos, nos van a sacar de nuestra tierra. Nos la van a quitar. Ahora están dando títulos de propiedad de nuestra tierra. Van a vendérsela a gente que tiene plata. Y eso no es así. Esa tierra es nuestra y es libre para trabajar y cultivar”, afirma la indígena en su testimonio.
Cristy Vargas, nieta de Emilia Gamarra y afectada por los desalojos, ofreció a los asistentes al acto una consigna de su lucha : “Esta lucha no va a parar, esta lucha no va a parar, porque los Naso somos más”.
Otras de las ganadoras, la costarricense María Estela Aguilar, de la comunidad de Dominicalito, se refirió a las naso diciéndoles que “no sólo en Panamá están robándose la tierra, acá en Costa Rica vivimos lo mismo”. Aguilar es la autora del relato “Cuando las mujeres hablamos” que trata de los planes de desalojo que están en curso en esa zona.

EL CONCURSO

Esta edición del Concurso de Mujeres tuvo por tema generador las historias de lucha. El título Mujeres que luchan por su dignidad, la de otras mujeres o por sus comunidades, sintetiza el espíritu de los testimonios recibidos.
Según la directora de Voces Nuestras Sandra Salazar, este tema permitió contar historias de la participación pública de las mujeres, del trabajo que hacen por sus familias y por sus comunidades.
Así, 159 mujeres luchadoras de Centroamérica, México, Cuba, Brasil, Colombia y Argentina participaron en este certamen, con relatos de sus experiencias de vida, de los cuales se seleccionaron 50.
Estas historias ganadoras serán publicadas en un libro bajo el mismo título de la edición 2009 del concurso, mientras que algunos testimonios y poesías serán adaptados para transmitirse vía radio, a manera de micro programas dramatizados.
El certamen, cuya premiación estuvo enmarcada en la celebración del Día Internacional de las Mujeres, cumple 10 años de proveer un espacio de expresión y comunicación para las mujeres.
Según las organizadoras, el objetivo principal es “generar espacios de expresión cultural y  de género, donde se muestran el pensamiento, las experiencias,  sentimientos y vivencias de las mujeres centroamericanas en la búsqueda de relaciones más justas y equitativas”.
La dinámica consistió en recopilar testimonios de mujeres cuyas historias de vida estén marcadas por el espíritu de lucha y por su dignidad como féminas. Para esta quinta edición, se definieron cinco categorías: de testimonio escrito (individual y colectivo), poesía, fotografía y pintura.
La convocatoria inicial se extendió a Centroamérica, no obstante muchas mujeres de otros países de América Latina enviaron también sus textos.
Así, el 31 de octubre del 2009 se cerró la participación. Los 159 testimonios recogidos correspondían a historias de lucha y dignidad de mujeres de centroamericanas y de México, Cuba, Brasil, Colombia y Argentina.
Durante la premiación, las integrantes de Voces Nuestras dijeron estar satisfechas con la convocatoria al concurso que suma ya sus diez años, con el objetivo de espacio a las voces de las mujeres.
Tras la revisión de los textos, se seleccionaron 50 historias ganadoras que recibieron derecho de publicación y grabación.
Según las organizadoras, el concurso ha fortalecido el trabajo de la organización, así como el crecimiento de las mujeres que participan en el certamen. Aseguran que gracias a la experiencia de dar un testimonio y que éste se publique, “se logra un reconocimiento de las experiencias personales y colectivas y sobre todo, se dan a conocer las condiciones de las comunidades y de las organizaciones sociales, así como la realidad en la que las mujeres se desenvuelven, los conflictos que les atañen, sus luchas y sus logros”.

Otras voces ganadoras

Al calor de una tacita de café, mujeres de Moravia.
Danzaluna, grupo DanzaLuna.
La mujer que siempre luchó por ser respetada, Ma. del Socorro Luna.
Mi historia,  Clara Palma.
Obstinada constancia,  Xinia Bolaños.
Mi pasado, por Grace Sandoval.
Sentenciada dos veces,  Eledith Díaz.
Memorias de pan y sueños,  Isabel Hernández.
Calita,  Tattiana Mejía,
Dorotea, una mujer insuperable,  Marta Barboza.
Trini,  Griselda Sánchez.
No te canses de volar,  Isabel Bogantes.
Lluvia de Estrellas, Miriam Marín.
Honduras, resistencia con sabor a mujer,  Alicia Reyes,
Una pequeña llama en el anafe, Idania Trujillo.
Recuperando mi historia de mi niñez, Albertina Vázquez.
Norma de Reina, Norma R. Guillard.
Las huellas que marcaron el terciopelo,  Verónica López.
El espejo, mi gran amigo,  Rosibel Porras.
Honor al amor y una vida digna,  Virginia Duarte.
Me bautizaron con agua de mar,  Eugenia Quirós.

Poesías

Coraje, Ana Urrutia.
Mujer, Gladys Trigeros
Resisto ser mujer, Tatiana Mora.
¿Qué es la dignidad?, Ma. Angélica Sittler.
A las poetas de Sensuntepeque, Mercedes Miranda.
Dignidad Humana, Marlene Mora.
Ella y la otra, Valia Ixmucané Zipfel.
Tenaz, Pepita Nador, Lil María Herrera.
Matemáticas, Ana González.
Ella Desnuda, Haideé Mata.

Pintura y dibujo

Eva Herida,  Beatriz Sandoval.
Madre Naturaleza,  Aida Ramos.
En busca de la plenitud, Ma. Angélica Sittler.
Cuarta Urna,  Dagmar Facio.
Heredar la dignidad,  Rosmery Vega.
Soñando Esperanzas,  Adelay Carias.
Libertad, Dinak Castellón.
Trabajo con dignidad, Nuria Quesada.
Cuerpos que resisten, María Laura Sessa
Un día productivo, ATuto, Difícil tarea, María Véliz.
Destello de mujeres, Olinda Bravo
Coraje: Cuando se quiere se puede, Rosemary Figueroa.
Mujer valiente y emprendedora, Eledith Díaz
 
Fotografía 

Danzaluna, collage del Grupo Danzaluna.
Mujeres mariposa, mujeres de Grecia.
Mujer de Hierro,  Isabel Bogantes.
Las mujeres juntas podemos,  Marlene Mora.