Filme La Región perdida ahonda en la figura del famoso médico.

La vida y obra de Ricardo Moreno Cañas, 71 años después de su muerte, es la que se cuenta en La Región perdida y se escudriña a partir de los intersticios del mito, el médico, el político y toda la sombra de misterio que rodeó al personaje en la primera mitad del siglo XX.

Dirigida por Andrés Heidenreich, la película busca adentrarse en las regiones oscuras de lo que significó la vida de Moreno Cañas, quien fue asesinado por Beltrán Cortés, uno de sus pacientes, el 23 de agosto de 1938, cuando tenía 48 años y se perfilaba como un posible candidato a la presidencia para las elecciones de 1940.
“Empecé a trabajar en la película desde el 2003 y desde entonces tuve el proyecto en mente”, dijo Heidenreich.
La propuesta se inscribe dentro de la “docuficción”, es decir, que se apoya en elementos  del documental, complementado con escenas propias de la imaginación.
Y es que la figura de Moreno Cañas cobró, tras su accidental muerte, una relevancia extraordinaria al atribuírsele una serie de milagros por parte de la población costarricense.
Ese terreno del mito, en el que hay una confluencia entre realidad y ficción, es el que explota La región perdida, explicó Heidenreich.
El filme cuenta con un reparto de actores nacionales encabezados por Rocío Carranza (Pilar) y Carlos Salazar (Germán Esquivel) y tiene una duración de dos horas. Su estreno se produjo en diez salas de cine el pasado 13 de noviembre.
De acuerdo con Heidenreich, la muerte repentina de Moreno Cañas de alguna manera opacó sus otras facetas de hombre comprometido con la política y con los sectores menos favorecidos desde el punto de vista económico y social.
“Buscamos abordar a de Moreno Cañas de una manera integral”, destacó el director, quien si bien reconoció que es difícil cuantificar el costo del proyecto, calculó que al menos tuvo una inversión de $150.000 (¢84,7 millones). El guión del filme fue escrito por él y Tobías Ovares.

¿CONSPIRACIÓN?

La película trata el tema que puso en el tapete, en 1981, el escritor Eduardo Oconitrillo en su libro Vida, muerte y mito del Dr. Moreno Cañas, el cual se sustenta por la teoría de la conspiración. En ella se parte de que la muerte de Moreno Cañas no fue accidental, sino planeada por un sector interesado en sacarlo de su carrera política y de sus aspiraciones de alcanzar la presidencia en 1940.
El día en que Beltrán Cortés mató a Moreno Cañas también acabó con la vida del médico
Carlos Manuel Echandi Lahmann, quien lo había tratado como paciente, y al canadiense Arthur Maynard, e hirió gravemente a Egérico Vargas y a Rodolfo Quirós. Por el crimen fue condenado a cadena perpetua, pero salió de la cárcel 32 años después.
Para Heidenreich dicha teoría lo que hace es enriquecer el filme, puesto que es un elemento siempre  evocado cuando se indaga sobre Moreno Cañas, quien fuera el padre de Graciela Moreno, conocida por su labor al frente del Teatro Nacional por muchos años.
Se desconoce, aceptó Heidenreich, si Beltrán Cortés fue el Oswald tico (a Lee Harvey Oswald se le atribuyó en un principio el asesinato de John F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963) al ser utilizado para beneficiar a un grupo en particular. Se sabía que el asesino de Moreno Cañas era altamente influenciable y ese es un aspecto que juega a favor de la teoría de la conspiración.
“Esa es una teoría posible y es abordada en el libro de Oconitrillo, que se consultó como parte de la investigación”, dijo Heidenreich.

EL MISTERIO

Un elemento que está omnipresente en Moreno Cañas es el misterio, puesto que muchos costarricenses le atribuyen a él milagros de sanación, lo que dio pie para que incluso se le escribiera una oración.
Una de las prácticas populares es que los creyentes en Moreno Cañas dejan por las noches un vaso de agua junto a la fotografía del doctor para tomárselo en la mañana del siguiente día, y a ello le otorgan propiedades curativas, debido a que la creencia sostiene que el médico pone su medicina en el transcurso de la noche.
Todo este contexto de misterio y creencias mezcladas con lo religioso, son aspectos mostrados en el filme para que el público se forme una visión lo más sólida posible de lo que representa el mito de Moreno Cañas.
De esta manera, aunque el largometraje gira en torno a dicha figura, el desarrollo se da en una época actual.  Todo comienza cuando a una periodista le asignan la tarea de finalizar un documental sobre Moreno Cañas y a un médico se le cura una paciente, cuya madre asegura que invocó el espíritu del famoso doctor.
El halo de misterio en torno a Moreno Cañas, aparte de su trágica muerte, se empezó a construir cuando él-  quien tenía experiencia de atender pacientes en la Primera Guerra Mundial, por lo que fue condecorado con la Legión de Honor por el gobierno francés -le abrió el corazón  a Gonzalo Madriz Rojas y le sacó una bala del pericardio. Esta fue la primera vez que se hizo esto en Costa Rica
Todo ello contribuyó para que la imagen de Moreno Cañas poco a poco se fuera transformando en mito, al punto de que hoy es casi imposible deslindar dónde comienza la realidad y dónde empieza la ficción;  y así lo plantea el cineasta en La región perdida.

Un director versátil

Nombre: Andrés Heidenreich
Oficio: Director y Productor

Durante su carrera Andrés Heidenreich se ha destacado como realizador, productor, guionista y editor de vídeos. Ha laborado en el Canal 15 de la Universidad de Costa Rica como coordinador de Producción y realizador de vídeos; como director en el centro Gandhi de Comunicación de la Universidad para la Paz; en el Canal 13 del Sinart y en el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica.
Dirigió y escribió el guión de la película Password, en el 2006, y ha trabajado  en empresas de Producción Cinematográfica como Víctor Vega y Asociados y Cinetel SA.