Bachelet condena el asesinato de dos estudiantes que protestaban en Chile

Doble homicidio se produjo el jueves en Valparaíso cuando dos estudiantes de 18 y 24 años murieron tiroteados por otro joven de 20 años.

Santiago. La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, condenó “enérgicamente” este viernes el asesinato de dos jóvenes en Valparaíso en el marco de una marcha estudiantil, mientras que la justicia dictó prisión preventiva para el único sospechoso de los crímenes.

“Condeno enérgicamente este asesinato, me parece que es un hecho de total irracionalidad, absolutamente injustificado y para su familia, sus amigos, también una pena irreparable, un golpe de dolor difícil de reparar”, señaló Bachelet a periodistas en medio de una actividad pública en Santiago.

El doble asesinato que conmocionó a Chile se produjo el jueves en Valparaíso (unos 120 kilómetros al sur de Santiago) cuando dos estudiantes de 18 y 24 años murieron tiroteados por otro joven de 20 años, hijo de los dueños de una casa en la que un grupo de estudiantes intentaba colgar panfletos durante una manifestación.

El único sospechoso de los disparos fue detenido el mismo jueves por la Policía local, mientras que este viernes la justicia chilena lo imputó por dos delitos de homicidio simple y porte ilegal de armas y decretó prisión preventiva en su contra.

La fiscal del caso, Mónica Arancibia, señaló a periodistas que “hay al menos tres testigos que señalan escucharon al menos dos disparos y que quien tenía el arma de fuego era el imputado”.

En las afueras del juzgado donde declaraba el joven, decenas de manifestantes reclamaron justicia por los estudiantes fallecidos.

Más temprano, Bachelet enfatizó que “en Chile no hay espacio para actos irracionales, intolerantes y brutales y el gobierno dispondrá de todos los recursos para obtener justicia y verdad”.

El asesinato de Exequiel Borvarán de 18 años y Diego Guzmán de 24, ambos estudiantes universitarios, movilizó en la noche del jueves a cientos de jóvenes, que se congregaron en Santiago y Valparaíso a homenajearlos.

Las muertes ensombrecieron las masivas manifestaciones estudiantiles que el jueves coparon varias ciudades de Chile, pidiendo mayor injerencia en la reforma de la educación que impulsó y que, a paso lento, está implementando Bachelet.

Las movilizaciones se produjeron la misma semana en que la mandataria chilena pateó el tablero cambiando a gran parte de su gabinete, en un intento de superar la crisis de confianza que transita y su baja popularidad (29%).

La reforma, parte fundamental del programa de gobierno, busca dejar atrás el segregado sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), e incluye una de las promesas de la mandataria: instalar la gratuidad en educación universitaria para el 70% más pobre de la población a partir de 2016.

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