Crece tensión en Honduras por autorización de Corte Suprema a reelección presidencial

El tema de la reelección que fue la excusa central para el golpe de Estado contra Manuel Zelaya hace seis años.

La decisión de la Corte Suprema de Honduras, el pasado 23 de abril, de autorizar la derogación del artículo 239 de la Constitución, que prohibía la reelección presidencial, renovó las tensiones políticas en el país, donde hace seis años el presidente Manuel Zelaya fue derrocado precisamente bajo el alegato de estar promoviendo una resolución similar.

La Corte respondió así a una solicitud de los diputados para derogar, además, el numeral 5 del artículo 42 de la Constitución –que establece la pérdida de la calidad de ciudadano por “incitar, promover o apoyar el continuismo o la reelección del presidente de la República”– y el artículo 330 del Código Penal, que sanciona con seis a diez años de cárcel “a quien, habiendo ejercido a cualquier título la Presidencia de la República, promoviere o ejecutare actos violatorios del artículo constitucional que le prohíbe ejercer nuevamente la Presidencia República o desempeñar de nuevo dicho cargo bajo cualquier título”.

Se trata de un proceso similar al promovido en Costa Rica por el expresidente Óscar Arias, quien logró derogar la prohibición, también vigente en el país, de reelección presidencial; una decisión que, paulatinamente, se ha ido extendiendo a diversos países de la región.

Estamos ante políticos “sin ningún escrúpulo, que únicamente piensan en sus intereses personales y que ven en Honduras su negocio particular”, dijo la coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), Bertha Oliva, premio Personalidad en Derechos Humanos de América Latina 2013.

Hay también “un fuerte disgusto y hasta un odio por la Honduras que estuvo en contra del golpe de Estado, y esto impide un acercamiento para poder pensar de forma colectiva qué es lo mejor para el país”, agregó en una entrevista concedida al periodista Giorgio Trucchi para Rel-UITA.

Los militares siguen siendo los mismos que en el pasado cometieron crímenes de lesa humanidad, y no se les debió haber permitido nunca salir de sus cuartelesBertha Oliva

Oliva denunció que la militarización del país, las estrategias para dividir al partido de oposición “Libre” −que encabeza el derrocado presidente Zelaya− y el “deseo de perpetuarse en el poder, están detrás de estos cambios repentinos que rozan el absurdo”.

Violencia

El anuncio antecedió en solo una semana a la visita del presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, a Costa Rica, invitado por la escuela de negocios INCAE para hablar del proceso de unión aduanera de su país con Guatemala que, según se anuncia en Honduras, creará la mayor economía centroamericana.

Miembro del conservador Partido Nacional, tradicionalmente vinculado a los militares, Hernández es partidario de “mano dura” para combatir la delincuencia, en un proceso de militarización que criticó Bertha Oliva.

“Los militares siguen siendo los mismos que en el pasado cometieron crímenes de lesa humanidad, y no se les debió haber permitido nunca salir de sus cuarteles (…) Ahora, nuevamente empoderados y tomando el control de varias instituciones del Estado, no solo generan niveles más elevados de impunidad, sino que vuelven más difícil la democratización del país, que aún sufre las consecuencias nefastas del golpe de 2009”, estimó.

El Gobierno ha creado la Policía Militar de Orden Público (PMOP), una “nueva y controvertida fuerza de seguridad interna”, según la calificó un artículo publicado por tres analistas norteamericanos y divulgado por la agencia IPS.

“Actualmente hay 3.000 soldados de la PMOP en todo el país, pero está previsto que aumenten a 5.000 este año. La policía nacional siente que el Gobierno le está quitando fondos para reemplazarla por la nueva fuerza”, dice el artículo.

Sin embargo, agrega, por cuarto año consecutivo, la ciudad industrial hondureña de San Pedro Sula “ha sido uno de los lugares más peligrosos del planeta, fuera de una zona de guerra”. El año pasado la tasa de asesinatos en la ciudad fue de 171 por cada 100.000 habitantes, una violencia que algunos atribuyen a la “industria del narcotráfico”.

Atrapada en el fuego cruzado de bandas criminales, el artículo asegura que la ciudad es el principal origen de los 18.000 niños hondureños que huyeron a Estados Unidos en los últimos años.

Dicha información denuncia que el Gobierno promueve, todos los sábados, entrenamiento militar para 25.000 niños, “como parte del programa Guardianes de la Patria que, según el Gobierno, busca mantener a los niños y jóvenes entre 5 y 23 años alejados de las pandillas callejeras”.

El dirigente opositor hondureño, Gilberto Ríos, recordó que el último período el sector estudiantil es cuando “más ha levantado la presencia de la resistencia popular, a tal grado que hace un mes fueron asesinados tres dirigentes estudiantiles, más la escolar de 13 años, Soad Nicole Ham Bustillo, por escuadrones de la muerte”.

Según Ríos, “Soad fue entrevistada durante el día en la manifestación popular, donde empleó un lenguaje bastante directo y confrontativo contra el presidente y los militares que estaban reprimiendo a los jóvenes. En la tarde, Soad fue hecha desaparecer y por la noche fue encontrada muerte dentro de un costal”.

Lo cierto es que, a finales del año pasado, el Observatorio de la Violencia −una organización no gubernamental hondureña−, aunque reconoció una reducción en el numero de muertes violentas, estimó que la tasa de homicidios sería de 71.82 por cada 100.000 habitantes, si el promedio (17.17 muertes diarias registradas entre enero y junio) continuaba.

Pobreza

El otro desafío que enfrenta el país es la pobreza. “Aun cuando se plantean cifras conservadoras –dijo Ríos–, aquí tenemos un 72% de pobres, es decir, más de 7 de cada 10 hondureños. Y existe un 53% de miseria absoluta de toda la población”.

Cuando se dice pobreza –aclaró– se habla de toda persona cuyo ingreso no alcanza para cubrir una canasta básica de alimentos que, según el Banco Central del país, cuesta entre $400 a $500 mensuales. “¡Pero el propio salario mínimo está entre $200 y $250 dólares, y ni siquiera el 30% de las empresas que ‘mejor’ remunera, paga el mínimo!”.

“Las grandes migraciones de hondureños desde la liberalización de la economía en los años 90 del siglo XX formaron una colonia de más de un millón de connacionales en Estados Unidos. Hoy se calculan por miles las personas que semanalmente migran hacia allá”, agregó.

Las cifras son similares a las del Banco Mundial que, hace un año, señalaban que “más de dos tercios de la población del país vive en pobreza y cinco de cada diez en extrema pobreza (2012). En zonas rurales 6 de cada 10 hogares están en extrema pobreza”.

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) alabó los resultados económicos de Honduras en su informe del 17 de marzo pasado y señaló que “el desempeño macroeconómico del 2014 excedió, en general, de manera significativa las expectativas del programa. Se calcula que el crecimiento real del PIB ha sido de un sólido 3,1%”.

Una opinión distinta expresó el economista Hugo Noé Pino, para quien el “desempeño de la economía durante el 2014 −base de la dinámica para el próximo año− ha sido también pobre. Se proyecta que la economía crecerá a finales de año entre un 2,5% y 3%”.

Las remesas y la maquila siguen jugando un papel fundamental en la economía hondureña. Las primeras alcanzaron $3.465 millones el año pasado, según cifras del Banco Central, mientras las exportaciones de maquila había alcanzado los $3.008 millones al concluir el tercer trimestre de 2014, de acuerdo con la misma fuente.

En todo caso, el comportamiento de las remesas, dijo el Banco Central, “pudo ser influenciado por el crecimiento del flujo migratorio de centroamericanos hacia los EUA, evidenciándose como ejemplo de tal movilidad en el 2014 ‒según la Dirección General de Migración y Extranjería de Guatemala‒, un incremento interanual de 47,3% en las detenciones y deportaciones desde territorio mexicano, de indocumentados procedentes de Centroamérica con destino a los EUA”.

[delipress_optin id="134623"]

0 comments

Otros Artículos

Rebeca Cortés pudo embarazarse por FIV en Panamá; así nació su hija. Ahora desea otro bebé, pero no puede viajar por razones de trabajo.

El problema no es Cocorí. Ojala fuera así de simple. Si ese fuera el problema, podríamos hacer sin más una “apropiación crítica

Semanario Universidad