Como parte de las nuevas políticas universitarias para el próximo quinquenio, aprobadas por el Consejo Universitario, se estableció reducir al máximo –hasta su eliminación− la demanda por cursos, pues para las autoridades este sistema no tiene ninguna justificación.
La demanda insatisfecha consiste en todos aquellos estudiantes que, pese a cumplir con los requisitos, se quedan sin espacio en determinados cursos. Aunado a esto, están aquellos cupos que quedan sin llenarse por retiro de matrícula.
De acuerdo con Rita Meoño, miembro del Consejo Universitario, eliminar la matrícula insatisfecha significa abrir esos cupos, ya que si los estudiantes cumplen con los requisitos no hay razón para que no puedan matricularlos.
“Por ejemplo, si se recibe a una cantidad determinada de estudiantes de primer ingreso, a la hora de matricular los cursos de Humanidades deben existir los cupos suficientes para recibir a estos muchachos”, explicó Meoño.
El Consejo Universitario concluyó que será necesario incluir mecanismos de promoción para eliminar esta demanda insatisfecha, así como impulsar medidas que reasignen los cupos disponibles al ser retirados en el proceso de matrícula, que durante el 2014 sumaron 13.827.
Otra problemática que abordan las nuevas políticas universitarias y que están relacionadas con la falta de cupos son los bajos porcentajes de graduación en ciertos cursos.
“Es por ello que hacemos énfasis en mejorar el cumplimiento de los planes de estudio, para aumentar los porcentajes de graduación en todos los programas, sobre todo de aquellos que tienen indicadores muy bajos. Asimismo, fortalecer los procesos de acompañamiento y buscar alternativas que permitan orientar las estrategias”, añadió.
Rumbo fijado
UNIVERSIDAD conversó con el vicerrector de Docencia, Bernal Herrera, quien aseguró que estas nuevas políticas del quinquenio oficializan un trabajo que se ha venido haciendo, desde el inicio de esta administración.
Según Herrera, el primer paso que dieron fue impulsar un diálogo intenso y productivo sobre la temática de matrícula y demanda insatisfecha con los estudiantes.
“Empezamos de forma sistemática con los diferentes presidentes de la Federación de Estudiantes de la UCR (FEUCR), y este diálogo nos ha permitido tener el criterio sobre los principales cuellos de botella que la población estudiantil experimenta”, recordó el Vicerrector.
De esta forma, puntualizó que las autoridades han podido destinar apoyo para grupos extra en aquellos cursos en que se han detectado mayores problemas; así, permiten un uso más eficiente a los recursos.
Estas medidas han permitido que en todos los ciclos se reserven algunos recursos para esas asignaturas que tienen mucha matrícula insatisfecha, ya sea porque son clases generales o están ubicadas en años avanzados de las carreras, pues de no abrirse espacios, los estudiantes se atrasarían en su graduación.
En el 2014, 9.314 estudiantes hicieron retiro de matrícula de uno o más cursos; para este 2015, las cifras de estudiantes que retiraron bajaron a 6.827.
Inyección de recursos
“Hemos asignado recursos extras a las escuelas que dan cursos de servicio, aquellos que son de matrícula masiva para cientos de estudiantes y en los que solía haber una alta demanda insatisfecha, como los que brindan las escuelas de Matemática y de Química”, detalló Herrera.
Otra temática en la que han venido trabajando es la búsqueda de opciones para cambiar la metodología de estos cursos masivos que, por su naturaleza o la forma en que se evalúan, tienen muy bajos grados de aprobación, lo que significa que hay estudiantes que deben matricularlos dos, tres o más veces.
Esta situación incrementa la demanda insatisfecha, genera atrasos, frustración en los estudiantes y pueden tener repercusión en las becas de muchos jóvenes.
Por ejemplo, en la Escuela de Química se han implementado nuevas formas de evaluar el curso y han dado excelentes resultados iniciales: incrementó la aprobación de los grupos, en algunos casos, hasta el doble de lo que fue en los cursos en que no se aplicaron y, por ende, se redujo la matrícula insatisfecha.
“Dados los resultados positivos, en este nuevo curso lectivo estamos aplicando la nueva metodología en otros cursos, como una evaluación experimental, y cuando comprobemos totalmente su efectividad la implementaremos en el resto de grupos”, anunció Herrera.
La Vicerrectoría de Docencia también ha analizado el tema de los retiros de matrícula, que está directamente ligado con la demanda insatisfecha, y lo ha discutido ampliamente entre las autoridades y representantes de la Federación de Estudiantes para analizar las acciones que se deben tomar.
Estas acciones, al parecer, han tenido efectos positivos, pues en el primer ciclo lectivo del 2014 un total de 13.545 cupos fueron retirados y en 2015 se retiraron 9.423, lo que muestra una baja significativa.
Proyecto de mediano plazo
Uno de los elementos es establecer mecanismos para sacar más provecho a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, de tal forma que los estudiantes tengan más apoyos en línea.
“La idea es que los estudiantes matriculen en línea, vayan a clases, pero que tengan siempre todos los contenidos de los cursos disponibles en la red, así se le ayudará a los jóvenes para que mejoren la aprobación, sobre todo de cursos que tienen menos del 40% de aprobación y que están concentrados en las escuelas de Física, Matemática y Química”, externó Herrera.
Otra medida es que a partir de este ciclo lectivo se hará un examen de diagnóstico para matricular el curso de cálculo, que es uno de los que mayores problemas tienen y presentan una baja aprobación.
Quienes nos aprueben el examen de diagnóstico deberán llevar un curso remedial, donde les
darán la matemática que requieren para nivelarse, pues quienes no pasan la prueba es muy probable que no pasen el curso.
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