Es obvio que se debe buscar una mezcla óptima de fuentes no renovables y renovables en la construcción de la matriz de oferta de generación eléctrica. Las primeras, como el gas natural y el bunker con precios inferiores incluso al crudo y al diésel, se utilizan en la base de la generación y deben operar 24 horas diarias, 330 días al año, para amortizar más rápidamente la inversión y prorratear los costos fijos de operación entre más “kWh” generados. En esta categoría también se ubica la generación geotérmica y un poco más arriba en la cobertura de la curva de demanda, las centrales hidroeléctricas de regulación interanual, como Arenal o Diquís, que también se ven afectadas por el efecto climático. Como complemento en la época seca, se debe aumentar la generación eólica, que se da de enero a marzo o en junio y julio, junto con la generación con biomasa.
Si la generación privada con fuentes renovables plantea proyectos con menor costo de inversión y operación que los que realiza el ICE, se debe modificar la ley de contingencia eléctrica, para que esa cuota no sea paralela a la del ICE, sino sustitutiva, empleando el concepto de costo evitado de inversión y operación. Un proyecto con fuentes renovables menor de 50MW, que realizaría el ICE, por un costo determinado, se saca a licitación para que la empresa privada ofrezca un mejor precio y disminuir así la tarifa.
Reducir el costo de los proyectos mayores que ejecute el ICE, con mejores condiciones de financiamiento, mejor planificación y una ejecución sin retrasos prolongados. Es urgente modificar las condiciones actuales de los financiamientos de los proyectos ejecutados con fideicomisos y otros esquemas caros de financiamiento. Este tema amerita la implementación de la metodología de evaluación ex-post de los proyectos para saber su costo real.
La demanda está acotada por el alto grado de electrificación, casi del 98% y por el hecho de que se producen bienes y servicios con una menor intensidad energética. El producto interno bruto crece con la industria electrónica y con el turismo, que no es intensiva en electricidad, desplazando la ejecución de proyectos y su consecuente inversión asociada. Los programas de eficiencia eléctrica contribuyen de igual manera y además aplanan la curva de demanda.
El escalonamiento tarifario debe acentuarse para desincentivar el alto consumo suntuario residencial, comercial o industrial. Introducir el concepto de potencia y energía contratada por todo consumidor, diferenciando el lapso horario en que la consume, que cubra sus necesidades, pero que el exceso se penalice con un precio mayor, producirá una disminución del consumo total y por ende una reducción de la inversión en proyectos necesarios.
Los proyectos de fuentes renovables producen impacto ambiental considerable en cuanto a la modificación de la cobertura vegetal y el área necesaria. Un ejemplo de esto son los 200MW de Garabito ubicados en dos hectáreas, mientras que Miravalles Solar, ocupa igual área para solo 1MW, incidiendo considerablemente en los costos de instalación.
