La convocatoria a audiencia pública realizada por la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel), para discutir una potencial modificación al esquema de cobro por descarga de datos en el servicio de telefonía móvil, constituye una valiosa oportunidad para generar un debate nacional sobre los aspectos técnicos, contenido, e implicaciones de dicha propuesta.
En nuestra opinión, el tema merece una discusión amplia e informada no sólo sobre los aspectos presentes en el sector, sino sobre sus potenciales implicaciones hacia los consumidores, a fin de arribar al contenido y sustento necesario que permita tomar decisiones informadas, prudentes, sostenibles, pero ante todo, democráticas. Desde esa óptica, deben por ejemplo considerarse aspectos que nutran el debate desde diversas perspectivas: la técnica, económica, la de usuarios, la de política pública, la de operadores y proveedores, entre otras. Es en el marco de aportar a la discusión abierta suscitada por el tema, que se considera importante resaltar una serie de puntos que pueden resultar útiles para este análisis.En primer lugar, desde un punto de vista técnico, debe tenerse en consideración dentro de la balanza de factores, que la posibilidad de cobrar por descarga en redes móviles no es novedad absoluta. En nuestro país, el cobro por descarga ya fue implementado para los servicios móviles en prepago desde noviembre del 2013 y al día de hoy esto representa aproximadamente el 75% de todos los usuarios de Internet móvil, el cual corresponde mayoritariamente a un sector de menores recursos.
En segundo lugar, desde un punto de vista normativo, debe tenerse siempre en cuenta que la Ley General de Telecomunicaciones establece objetivos de acceso universal, servicio universal, solidaridad, y reducción de la brecha digital en las telecomunicaciones, objetivos que deben necesariamente incorporarse a la balanza de factores ante una propuesta de esta naturaleza. Asimismo, dicha Ley también plantea como objetivos la promoción del desarrollo y uso de los servicios de telecomunicaciones, el incentivar la inversión en este sector, y procurar que nuestro país obtenga los máximos beneficios del progreso tecnológico. En ese sentido, el debate para la potencial modificación de esquemas de cobro debe cuidadosamente balancear la necesidad de garantizar un mercado que permita impulsar el desarrollo de los servicios y la inversión en el sector, a fin de avanzar junto al progreso tecnológico internacional, pero que a su vez no merme en la universalidad del servicio y la reducción de la brecha digital en la población.
En tercer lugar, desde el punto de vista económico, debe analizarse si las condiciones actuales del servicio causan que los usuarios que realizan un mayor consumo de datos móviles resultan o no beneficiados por la gran mayoría que no actúa de esa forma, ya que ambos grupos pagan lo mismo sin importar su consumo. De ser positiva esta respuesta, ciertamente existiría un grupo reducido de usuarios que aparentemente abusan del servicio, y que, por ende, lo tornarían insostenible en perjuicio de la colectividad. Recordemos que otros principios básicos de las telecomunicaciones son la eficiencia, calidad y continuidad de los servicios, de forma tal que si se determina que un grupo reducido de usuarios afectan la red de la colectividad, necesariamente deben analizarse las medidas para retornar a un balance sostenible. Dentro de estas consideraciones, debe también evaluarse cuál o cuáles serían los factores que determinarían que el uso mensual de descarga de datos es alto o excesivo, de forma tal que dichos factores puedan evolucionar de la mano al progreso tecnológico.
Desde el ámbito de los usuarios, la propuesta ciertamente debe observar una mejora de la calidad del servicio, en la posibilidad de que cada usuario pague según su consumo, lo que a su vez, debe permitir a los operadores ampliar la oferta de paquetes de servicios disponibles en el mercado, según las necesidades de cada público meta. En un estudio reciente del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, Alemania (Kramer, J. & Wiewiorra, L, 2012) se analizan las razones de preferencia de los consumidores hacia las tarifas fijas en servicios de telefonía, aun cuando los costos promedios de los esquemas de cobro por descarga sean menores. La razones apuntan a cuatro efectos: un efecto de seguro que protege al consumidor ante un eventual costo superior inesperado; un efecto de sobreestimación del uso que incentiva tomar una tarifa fija; el efecto taxímetro que genera ansiedad ante la probabilidad de exceder su presupuesto y por último el efecto de comodidad en el cual el consumidor no ha tomado conciencia de cuál su necesidad real. El usuario puede conocer cuál es su consumo real bajando aplicaciones gratuitas tales como “Traffic monitor” y “My data manager”, con lo cual podrá tomar una decisión con mejor criterio respecto a la tarifa de telefonía, de acuerdo con su necesidad real y presupuesto.
Finalmente, reiteramos que desde el Poder Ejecutivo apoyaremos las acciones dirigidas a extender y universalizar el acceso, uso y la calidad de los servicios de telecomunicaciones por parte de la población, sin descuidar el adecuado balance que debe existir para la sostenibilidad del sector. Es por ello que reiteramos nuestra invitación a la ciudadanía a participar en un debate serio durante la Audiencia Pública en este tema, convencidos que los factores y planteamientos de dicho debate ciertamente le brindaran a la Sutel los insumos necesarios para determinar el destino de la propuesta planteada, la cual, definitivamente, debe tener como centro el respeto de los derechos de los usuarios y la observancia de los objetivos planteados en la Ley.
