¿Convocar a un referéndum?

El referéndum es un mecanismo de democracia directa utilizado generalmente para la aprobación creación, modificación o derogación de una normativa de alcance general.

El referéndum es un mecanismo de democracia directa utilizado generalmente para la aprobación, creación, modificación o derogación de una normativa de alcance general. Las más comunes son las de orden legislativo y de reforma constitucional. Apelando a la historia del desarrollo en países que son tomados como ejemplo en la práctica del instituto, como Suiza, se utiliza para asuntos en los que es imposible realizar una solución a una determinada problemática desde el ámbito político. Es decir, es un último recurso ante la imposibilidad de lograr acuerdos.

Haciendo una pequeña acotación para entender la dinámica del referéndum en Suiza, se debe señalar que este se utiliza siempre que los diversos mecanismos de participación para el procedimiento legislativo o toma de acuerdos no logra su cometido lo que resulta extraño, pues existen múltiples etapas de participación sumado a una cultura de participación ciudadana arraigada. No en vano se dice que en Suiza la democracia es una forma de Estado. Es necesario entender esta última idea para confrontarla con la realidad costarricense.

En las últimas semanas se ha generado una efervescente discusión referente a los salarios de los funcionarios públicos y trabajadores bajo el régimen de empleo público. Este se ha ligado con una serie de problemas para la economía nacional que generan déficit fiscal además de ser poco saludables para las finanzas del Estado, incluso llevándose al absurdo de compararse con lo sucedido con el Estado de Grecia. No ha faltado algún perspicaz que formule la idea de un referéndum para que el “pueblo” o el “soberano” decida en la materia.

¿Cómo no sucumbir ante esta idea? De primera impresión pareciera ser bastante atractiva. Sin embargo ante lo atractivo – como en todo ámbito – es recomendable guardar calma y examinar. La historia de aplicación en el país de referéndum es corta, solo se ha realizado uno el día domingo 7 de octubre del 2007 para consultar acerca de la aprobación del TLC. Esto fue posible después de una reforma constitucional incumplida que necesitó un impulso de la Sala Constitucional y del contexto político. Es de aparición reciente, surge como un instrumento de utilidad para temas trascendentales, y requiere de una definición de las intenciones para las cuales se va a utilizar. Es poco deseable que se manipule un instrumento democrático para satisfacer fantasías de demagogos y mucho menos para dar aprobación popular a temas técnicos, que poco o nada tienen que ver con la concepción soberanista que acompaña la génesis del referéndum. Esto desemboca en un uso patológico, antidemocrático y en el peor de los casos en democracias plebiscitarias siguiendo ideas planteadas al tema por Daniel Zovatto en un reciente artículo publicado en la Revista de Derecho Electoral del TSE.

En este mismo sentido es poco deseable impulsar consultas populares ante temas que se empiezan a hacer viejos en el tintero. El espectro político del país exige un salto de calidad para lograr acuerdos en espacios tan fragmentados como los que posee la sociedad actual. En este tipo de situaciones es fundamental darle contenido al principio de representatividad popular antes que abandonarlo y reitero, en sociedades con un éxito democrático como la Suiza el referéndum es de uso residual, un ejemplo que es deseable de tomar para aplicarlo en la sociedad costarricense sin convertirlo en una herramienta de moda que se desgaste y pierda el lugar que pudiera ocupar dentro del sistema electoral nacional.

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