En estos comicios electorales, como es lógico participa la izquierda, el FMLN, que actualmente dirige el Poder Ejecutivo, tiene una cuota de poder en el Poder Legislativo y bajo su responsabilidad están un conjunto importante de alcaldías.
No se trata de justificar por justificar, pero la verdad sea dicha, para el FMLN −desde que se suscribieron los Acuerdos de Paz, en enero de 1992− no le ha sido nada fácil alcanzar cuotas de poder en El Salvador, pues estamos refiriéndonos a cinco organizaciones revolucionarias que se conjuntaron orgánicamente, cuatro de ellas sin ninguna experiencia electoral, y una que siempre fue reprimida y descalificada, cuando en alianza con otras fuerzas, estuvo a las puertas del Poder Ejecutivo, allá en el segundo lustro de los años setenta.
Además, hay que dejar claro que la ley de la lucha de clases, siempre ha estado presente; a pesar de los Acuerdos de Paz, la derecha busca cualquier pretexto, cualquier subterfugio para perjudicar a la izquierda salvadoreña, e incluso, ha logrado que dirigentes destacados de la izquierda hayan optado por alejarse o desertar, e irse a las tiendas de la derecha; tales son los casos de Ana Guadalupe Martínez, hoy por hoy, Secretaria Adjunta de la Democracia Cristiana; Joaquín Villalobos (uno de los asesinos de Roque Dalton), quien anda asesorando gobiernos de derecha, o impartiendo cursos de Resolución Alternativa de Conflictos en diferentes universidades.(Parte III)
De lo anterior, no hay porqué extrañarse: Judas Iscariotes hay en todo lado y bajo cualquier circunstancia.
Otro elemento ha considerar, es que si bien es cierto el FMLN hoy dirige el Poder Ejecutivo, esto no significa ni por asomo que ostente el poder del Estado.
El Estado, es el conjunto de todas las instituciones políticas, económicas, sociales, de una sociedad; y aún teniendo el control del Estado, hay que ser muy perseverante, inteligentes, luchadores permanentes, para que la sociedad civil y la sociedad política, de verdad, sean constructores de esa nueva sociedad, esto es, de una sociedad socialista con rostro humano.
En el caso del FMLN, este no ha descansado de trabajar al lado del pueblo, de orientar y de aprender.
Precisamente, una de las tareas que está llevando a cabo este partido, es una consulta popular en todo el país, esto en aras de que sea la población la que manifieste cuáles son sus necesidades reales y cómo cree que se puedan resolver, vale decir, es un ejercicio en extremo democrático.
La candidatura presidencial para esta campaña 2013-2014, la ostenta el dirigente Salvador Sánchez Cerén y la vicepresidencia el dirigente Óscar Ortiz. El primero, es el actual Vicepresidente de la República y el segundo el alcalde de Santa Tecla.
Esta es una prueba de fuego más para el FMLN, en razón de que en diversas oportunidades el candidato ha sido un dirigente, cuyo expediente, en lo medular, lo que enseña es que fue guerrillero, y la población ha sido reacia a votar por un comandante guerrillero, entre otras razones; fue ello lo que conllevó a que el candidato del año 2009 lo fuera el periodista Mauricio Funes Cartagena, un civil, sin trayectoria política en la izquierda,
Hoy el FMLN apuesta con dos candidatos, connotados guerrilleros, pero además con vasta experiencia parlamentaria, considerable experiencia en la dirección de una alcaldía, desde la cual se han llevado a cabo tareas muy importantes. Y en el caso de Salvador Sánchez Cerén, ya con la experiencia de haber sido Vicepresidente de la República.
Además, el FMLN ha hecho un gobierno que si bien es cierto no es la octava maravilla, sí ha sido un gobierno ejemplar en diversos rubros, tales como obras públicas, educación pública, salud pública.
El candidato Salvador Sánchez Cerén ha sido enfático al levantar la Tesis del Buen Vivir, que para él significa “trabajar por el bienestar social, económico, político, cultural y una mejor relación con la naturaleza. No se trata únicamente de cambiar la economía, sustituyendo el neoliberalismo y al capitalismo; se trata también de cambiar las relaciones sociales haciéndolas más solidarias, más comunitarias; se trata de tejer una nueva relación con la naturaleza de respeto y armonía; se trata de modificar las relaciones entre hombres y mujeres sobre la base de la equidad; se trata de preservar el legado de los pueblos indígenas; se trata de hacer que la política sea de servicio al pueblo y éste participe activamente en las decisiones que le afecten”.
De acuerdo al FMLN, esta es la propuesta política que la revolución salvadoreña planea acorde con la realidad de hoy por hoy.
