Por más apolítica que se considere una persona, siempre tiene creencias ideológicas. Todas las corrientes de pensamiento político merecen buenos y convincentes representantes ante la ciudadanía, un partido político, un movimiento civil o algo similar. Sin embargo, parece que las ideas liberales clásicas y liberales libertarias no están siendo representadas en el escenario político nacional.
Por esa razón nace la Nueva Generación Liberal (NGL). NGL constituye un movimiento civil, dedicado a movilizarse en contra del estatismo en todas sus formas (planificación económica, gobierno niñera, entre otros). Somos un grupo de jóvenes consistentes con las ideas del liberalismo, las cuales no tenemos ningún temor de expresar y representar, promoviendo siempre un debate positivo para enfrentar los problemas de Costa Rica. NGL se forma en un momento donde a algunos sectores, supuestamente defensores de nuestras mismas ideas, solo les ha importado buscar votos a cualquier precio. Al parecer han dejado atrás los ideales, los valores, la consistencia y ahora resulta ser, que hasta la ética.En NGL deseamos poner un punto muy importante sobre la mesa. Es vital que el público en general sepa que el Partido Movimiento “Libertario”, no representa la filosofía de la libertad ni las expectativas de los liberales.
Hemos visto cómo los Diputados “libertarios” no han cumplido su misión de impedir alzas de impuestos (o creación de nuevos). Más bien han votado muchas veces a favor de los mismos, complacientes al oficialismo. Esos Diputados son además, los que presentan proyectos de ley para agrandar el poder y el tamaño del Estado. Lo anterior por medio de iniciativas como la que pretende regular la venta de frijoles, la que otorga más funciones planificadoras al Banco Central y otras tantas a favor de grupos de presión específicos.
Como liberales que somos, creemos en tres pilares: la Vida, la Libertad y la Propiedad Privada. En el respeto a los anteriores derechos, inherentes de todo individuo, se deben fundamentar las leyes y jamás en contra de alguno de estos. Creemos en el Estado limitado y confiamos en la capacidad de las personas para que tomen sus propias decisiones y procuren el bienestar con base en su propio esfuerzo y posibilidades.
Sin embargo, consideramos que tampoco se puede solicitar a los mandos del ML que exijan consistencia ideológica a los Congresistas, cuando ellos mismos han sido incapaces de mantenerla y demostrarla. El ML aceptó participar de la deuda política, violando uno de los principios fundamentales de los ideales que dice defender. Y como si fuera poco, ese partido incurre en aparentes actos de corrupción con la propia deuda, según lo indican las investigaciones, solicitando financiamiento con fondos públicos para actividades que nunca sucedieron.
Creemos convincentemente que, cualquiera que se considere liberal-libertario dentro de esa organización, debería renunciar por decencia. Y para el ML, quizá es hora de cambiar de nombre o de desaparecer por completo.