Se ha pretendido idealizar a la sociedad costarricense, con el argumento de deslegitimar al modelo económico con la caída (¿?) del bipartidismo. Se argumenta que los “ticos” ya no quieren nada relacionado con el neoliberalismo, porque el PUSC y PLN no quedaron elegidos en el Ejecutivo y por otro lado, el ML quedó sepultado. Y tras de eso el FA obtuvo un porcentaje importante de votos. De hecho el PAC y FA representaron el conservadurismo de la sociedad costarricense, la cual quiso un “cambio”, pero de la manera “más segura” y moderadamente posible. Formulando mejor la idea: el PAC y el FA representan el miedo al cambio de los costarricenses, los cuales se apegan a esquemas menos radicales o “más costarricenses”.
Lo cierto es que los “ticos” que creen en el aparato electoral burgués, eligieron a Solís, asqueados de la corrupción. No del modelo económico. Todo el “mierdero” político de corrupción de los últimos años se encargó de sepultar al PUSC (aunque un “zombie” está en el legislativo) y le cobró la factura al otrora socialdemócrata del PLN. En otras palabras, si los “chorizos” políticos se hubieran quedados escondidos, probablemente Araya hubiera ganado la elección. Y aunque muchos quieran ver con el PAC una ruptura de la sociedad al modelo liberal, lo cierto es que ni siquiera desarrollará un proyecto socialdemócrata.
En otras palabras seguirá el mismo modelo económico, más o menos profundizado. No me imagino a un Solís expropiando bancos o cobrándole impuestos a las zonas francas, sino más bien reluciendo nacionalismos baratos, como por ejemplo, con la negativa de visitar Nicaragua para invitar a Ortega al traspaso de poderes y pretendiendo abrir el mercado eléctrico de la mano del ideal “neoliberal”, aunque al mismo tiempo repeliéndolo.
De hecho al pensar en el PAC, se relaciona inmediatamente con Jensen y “Progre” y diversos burócratas universitarios. Ya que propugnan un modelo educativo de la mano de la empresa, o más bien detrás de la empresa. Mientras la Rectoría se tira flores por la mayor cantidad de recursos disponibles, algunos burócratas de la Escuela de Antropología deciden el cierre de la licenciatura por estar “obsoleta” y por la necesidad de actualizar la educación a los parámetros mundiales (Carta Magna de Bolonia). Supongo que la FEUCR apoya esta medida, ya que no se han mencionado al respecto, supongo que tenían mucho trabajo con la organización de conciertos e impresión de planificadores.
Si esas cosas pasan en la universidad pública (recordando la virtualización de la carrera de Teología en la UNA, al ser secundaria al mercado), la cual podría decirse que tiene un ideal “Progre-PAC”, ¿qué se espera del gobierno de turno? Ningún cambio, solo una profundización del modelo, pero por otros medios.