Costa Rica, es un Estado Nación con grandes intereses y necesidades que al mismo tiempo resultaría complejo estudiarla. Cuando tomé la decisión de viajar al exterior, mis amigos pensaban que viajaba a Estados Unidos, Argentina o a Londres, pero la grandeza del hombre está en la profundidad, en la sencillez en tomar decisiones sabias; en política y en la vida no se toman decisiones cuánticas, sino la calidad de esta que traduciría en una vida en abundancia. Estoy en tierras Ticas viviendo y subsistiendo de pura vida en la puta vida; Costa Rica no fue nunca mi sueño, pero acá me encuentro, solo por un propósito, aún no lo entiendo, pero le digo a usted, gracias por dejarme estar en su Estado.
Mi pasión son las Relaciones Internacionales y la Ciencia Política, por ende madrugo para actualizarme de las noticias nuevas buenas que tiene Costa Rica todos los días; siempre he pensado que los Ticos emplean una diplomacia comercial, pero oh sorpresa, que están implementando un sistema mixto con un sentido realista, con la herramienta garante de los Derechos Humanos de cualquier actor estatal como las fuerzas armadas, en este caso la Policía Nacional Costarricense.Surge en mi lenguaje económico una gran preocupación: ¿Será posible que Costa Rica implemente un sistema mixto en estabilidad social y crecimiento económico con el dicho a todo “Pura Vida maee”? Seré respetuoso con los dialectos del español hacia todos los Estados que visite, pero esto no significa que acepte un estilo de forma y fondo de pensar y de vivir. San José, una ciudad capital de calles ácidas, provincias habitadas de hospitalidad, es lo que caracteriza hoy en día Costa Rica, un amigo de todos, pero con cero de profundidad en la relación de amistad.
La nación costarricense está perdiendo ¢4000 por persona en cada hora de trabajo, por comenzar en pleno labores a las 9 de la mañana, cifras registradas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Departamento de Salarios, análisis ponderado a mi nombre; si comenzaran a las 7 de la mañana y no cerraran los fines de semana el comercio, diría con autoridad “Pura Vida Maee”, tengo con qué pagar un arriendo, alimento y educo a una familia de forma estructurada.
Qué tal si analizamos la tierra vista del mar y nos atrevemos a estudiar tesis geoestratégicamente aptas para un Estado y sus habitantes, supuestos expertos de la geopolítica contemporánea han incorporado al diccionario de las Relaciones Internacionales un nuevo concepto: La ocenopolítica: es en teoría el estudio multidisciplinario de las relaciones de poder que se establecen entre los actores políticos, económicos, culturales y estratégicos en los espacios marítimos y oceánicos; pero para ser prácticos en la definición, interpretaría este concepto como la utilización de recursos hídricos de una manera racional en una regla de la sustentabilidad de la persona humana, con los recursos económicos en un área determinada; por ende, ¿qué tal si aplicamos este viejo concepto pero a la vez desconocido en Costa Rica? Existe oceaonopolítica desde el amanecer de los tiempos, pero en América Latina y el Caribe le damos poca importancia, quizás por la ignorancia de la información de sus habitantes; si Estados como Colombia, Costa Rica, entre otros del hemisferio, manejaran este lenguaje, serían actores racionales de gran poder, de digna admiración; tendríamos conversaciones fuera de la superfluidad, en donde Asia y EE.UU. nos respetarían y además nos aceptarían como los buenos amigos que se invitan a casa y se les presentan a los padres.
De cada 15 Estados, tan solo 3 tienen el privilegio de tener 2 océanos, estudio realizado por el Centro de Investigación Geoestratégico de la Universidad Militar Nueva Granada, ubicada en Bogotá DC, Colombia año 2003; si Costa Rica investiga científicamente la utilización apropiada de los recursos hídricos, posiblemente sería una gran empresa de servicios y productos para el mundo, políticamente hablando, sería una catapulta para mejorar las condiciones de vida de sus 4.500.00 habitantes, logrando tener una mejor reputación en las relaciones internacionales. No quiero que en un futuro próximo existan invasiones piratas de océanos que impidan la libre circulación de mercancías y secuestren turistas en Manuel Antonio en el Pacífico y Puerto Viejo en el Atlántico, que el Estado Costarricense no se convierta en un puerto de piratas somalíes como en África, sino más bien en un Estado en donde abunden corrientes de agua viva.
Querida Costa Rica, paz, ánimo y fuerza.