Toda administración debe planear, organizar, dirigir y controlar eficientemente, pero ¿qué sucede cuando a su alrededor existen riesgos inevitables que afectan la conclusión de los objetivos estratégicos?
Cada administrador, en cualquier compañía, debe velar por minimizar al máximo los efectos que por eventos naturales o del comportamiento del mercado afecten directamente su organización. Para lograr este objetivo se deben analizar los posibles riesgos a los que está expuesta la compañía.
Al hablar de riesgos, es importante describir a qué nos referimos. La Real Academia Española lo define como “una contingencia o proximidad de un daño” (Real Academia Española, 2013). Lo que quiere decir, que es la posibilidad de que suceda algo y sea causal de daño.
Para nadie es un secreto que en nuestro país, hay una alta siniestralidad. De igual forma, en los países cercanos hemos visto innumerables catástrofes (terremotos, inundaciones, huracanes, por ejemplo) que han provocado no solo pérdidas humanas, sino que también pérdidas en infraestructura, así como la afectación de la economía. Además de los eventos antes indicados, en donde el impacto en la infraestructura es evidente, hay una serie de riesgos que podemos enfrentar a niveles interno y externo de la organización, por ejemplo, el riesgo externo a nivel financiero desencadena un riesgo interno en la liquidez, ya sea por el tipo de cambio o de interés.
De igual forma, un riesgo estratégico externo es la competencia y la demanda de los clientes, que desencadenan un riesgo interno de baja en ventas y una posible disminución de la utilidad.
Es importante mencionar que para tratar con cada uno de ellos, se puede y debe contar con un área titular experta en el tema, la cual tiene como principal objetivo identificar riesgos y tratarlos con anticipación, buscando mitigar el impacto en nuestras empresas. Esto se conoce actualmente como “Gerencia de Riesgos”.
¿Cómo describir la Gerencia de Riesgos? Podemos definirla como la parte esencial de la empresa que identifica, analiza y evalúa los riesgos (Gonzalo Félix, 2005). Es una parte fundamental de toda organización donde se desarrollan las actividades necesarias para aumentar los factores positivos y disminuir el lado negativo en la consecución de los objetivos.
Una Gerencia de Riesgos debe identificar la exposición de la empresa en el medio de incertidumbre en el que se desenvuelve, tiene que describir los riesgos de una forma estructurada para facilitar su valoración y debe estimar los riesgos de acuerdo con las probabilidades de ocurrencia.
Con esta gerencia, se pretende aumentar el éxito, reducir la probabilidad de un evento y mantener constante la metodología empleada para el desempeño de sus objetivos.
¿Porque es importante su implementación y desarrollo? Muchas de las organizaciones no poseen conocimiento sobre los riesgos operacionales, políticos, financieros, competitivos que los afecta, además de la importancia de que estos perturben la conclusión de sus objetivos.
A pesar de que este tema comenzó a generar abundante información y a despertar el interés de muchos sectores del mercado, la implementación en una organización debe ir más allá de un área o sector que velará por la minimización de los riesgos; por el contrario, todas las personas que conforman la organización deben ser conscientes de los riesgos que pueden amenazarlos, asimismo, y la importancia del tema. Cada organización tendrá una estructura de riesgo diferente, pero debe mantener los mismos principios e igual el tratamiento en cada uno de ellos, ya no preguntándose qué van a hacer, sino indicándose cómo lo van a hacer, cómo se relacionará con el entorno y cómo se expondrán menos a los riesgos.
La función que desempeña la Gerencia de Riesgos continua creciendo, pero desarrolla un protagonismo poco progresivo, la necesidad de establecerla es evidente, mientras que el cambio de paradigmas de muchos administradores sigue siendo una barrera por superar.
