Julio desertó del colegio a los 13 años, actualmente, a la edad de 43 años, a duras penas logró obtener un empleo de salario mínimo, luego de permanecer desempleado casi año y medio. Esto le ha generado enormes conflictos en su matrimonio, pues con un bajo salario es imposible hacer frente a los inevitables pagos de alquiler de vivienda, alimentación, energía eléctrica y agua potable.
Se ha podido observar que muchos jóvenes repiten la vida de sus padres. Los hijos de padres con educación universitaria, muy probablemente llegarán a ser universitarios. Los hijos de padres que apenas finalizaron la educación primaria, generalmente alcanzan a completar los primeros niveles de la secundaria y luego desertan. Si fuese posible que más adultos completen la educación secundaria, sería posible disminuir la deserción de jóvenes en los colegios diurnos.Para que sea posible reintegrar al sistema a miles de adultos con escasa educación, se requiere la elaboración de material didáctico planificado de tal manera que se tomen en cuenta las características cognitivas de dicha población, que resultan muy diferentes a las que tienen los niños y los adolescentes. También requieren de un programa de estudios adaptado a sus necesidades económicas, que les brinde habilidades que les permitan el manejo de tecnología informática, aumentando así el valor de su trabajo en el mercado, junto con el incremento de la eficiencia laboral.
El estudiante adulto debería aprender una matemática que se integre con las ciencias de la computación, diseñada por psicólogos especialistas en andragogía, que resultan ser los expertos en la forma en la que el adulto aprende. La matemática que se enseña en instituciones educativas para adultos, no se diferencia en nada de aquella matemática que se enseña en las aulas de instituciones educativas diurnas. La imposibilidad que tiene el estudiante trabajador de disponer del tiempo en su trabajo, para dedicarse al repaso de los temas estudiados en la lección y también a la elaboración de tareas, producirá el fracaso educativo. Difícilmente, algún empresario llega a observar que el valor de su producción aumenta conforme aumenta el nivel educativo de sus trabajadores.
La aplicación de técnicas de control estadístico de la calidad resuelve infinidad de problemas en los procesos de manufactura industrial. Si los obreros recibiesen educación matemática en dichas técnicas, el efecto inmediato se observaría en la reducción de los costes y de los tiempos de producción. Existen modelos matemáticos que permiten optimizar la gestión de inventarios, pero para esto se requiere la educación informática de los trabajadores.
Los modelos de simulación han permitido realizar un experimento en una computadora que muestra el comportamiento de una estructura de ingeniería sometida a pesos gigantescos. La predicción ayuda a la toma de decisiones, pues es posible observar múltiples escenarios, tan sólo con modificar los parámetros del experimento en la computadora. Los métodos numéricos aplicados a la distribución de recursos industriales, permite a quien tenga este conocimiento, incrementar las ganancias de la empresa, pues es posible encontrar la combinación más óptima de horas-hombre y materiales.
El desarrollo industrial y el crecimiento económico asociado se ven obstaculizados en la medida en la que los empresarios perciban la educación de sus trabajadores, simplemente como un gasto. Las grandes compañías automotrices japonesas se caracterizan por tener entre sus trabajadores manufactureros, personas con sólidos conocimientos tecnológicos y matemáticos, lo que les permite resolver las dificultades diarias de la producción de automóviles, en un mínimo de tiempo. Si el trabajador carece de los conocimientos técnicos que le permitan comprender la naturaleza matemática de un proceso productivo, entonces es imposible que lo mejore.