Mientras el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) alista la construcción de tres nuevas plantas geotérmicas en los próximos 10 años y el país espera que la Asamblea Legislativa decida el destino que tendrá esta fuente de energía, existe una certeza: la geotermia será clave en el futuro energético del país.
Tanto el ICE como el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y los diputados que impulsan iniciativas en el Congreso tienen claro que Costa Rica requiere de este tipo de energía para su futuro.
Según el “Plan de Expansión de la Generación Eléctrica 2014-2035” que publicó el ICE en 2014, la institución espera suplir un 20% de la demanda eléctrica del país con geotermia para el 2035, reduciendo así su dependencia en las plantas hidroeléctricas.
La geotermia es clave en la matriz energética costarricense, porque es la única fuente de nuestra matriz energética que es al mismo tiempo limpia y libre de las variaciones climáticas.
“La energía geotérmica funciona las 24 horas del día y los siete días de la semana, porque como no depende de la parte meteorológica, son energías muy firmes que se ponen en la base del sistema y pase lo que pase, la energía es constante. Es importante para tenerlo en la base”, explicó Ronny Rodríguez, jefe de despacho del viceministro de Energía.
La energía geotérmica funciona las 24 horas del día y los siete días de la semana, porque como no depende de la parte meteorológica, son energías muy firmes que se ponen en la base del sistema y pase lo que pase, la energía es constante»Ronny Rodríguez | Jefe de Despacho Viceministro de Energía
Históricamente, el país ha dependido de las plantas hidroeléctricas para generar electricidad y, a pesar de ser energía renovable y muy baja en emisiones, tiene la complicaciones que depende de la precipitación y otros factores climatológicos.
Cuando falta agua, el país se ve obligado a quemar combustible en plantas térmicas. En 2013, llegó a suplir hasta 12% de su demanda de este modo. Esto tiene el inconveniente que encarece el costo de la electricidad, genera más emisiones de gases de efecto invernadero y aumenta la factura petrolera del país.
Por lo tanto, el país busca ampliar la generación de energía de otras fuentes, como la eólica y la solar, pero también la geotérmica. Sin embargo, en esta última fuente, casi la mitad de la energía disponible se encuentra en parques nacionales, donde la legislación actual prohíbe explotarla.
Actualmente, el país suple cerca de un 13% de su demanda eléctrica de fuentes geotérmicas, todas fuera de áreas de conservación.
Tres en marcha
Durante los próximos ocho años, el Instituto Costarricense de Electricidad tendrá las manos llenas con tres proyectos geotérmicos que recibieron financiamiento el año pasado y que agotarán, por el momento, el potencial de este tipo de energía que puede explotarse en el país.
En julio del 2014, el Congreso aprobó dos préstamos claves por $714 millones para construir los proyectos geotérmicos Pailas II, Borinquen I y Borinquen II, los tres ubicados en Guanacaste.
El dinero fue aportado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón –que financia $644 millones– y del Banco Europeo de Inversión (BEI), que otorgará $70 millones. Un aporte del ICE de $244 millones adicionales podrá poner en marcha a los proyectos.
Estos tres son los únicos proyectos que pueden desarrollarse sin un conflicto absoluto con los parques nacionales y se ubican en los alrededores del Miravalles (Pailas II) y Rincón de la Vieja (Borinquen I y II). Cada uno aportará 55 megavatios a la matriz eléctrica del país.
“Aportarán alrededor de 150 megavatios fuera de parques nacionales y eso se hizo porque el recurso está disponible, está aprobado y se ha hecho investigación. Es una investigación que el ICE y el país maneja”, explicó Rodríguez.
Se espera que para el año 2019 esté lista la planta Pailas II, mientras que Borinquen I y II, se estima que estén en marcha, para el 2023 y 2024, respectivamente.
Otras temperaturas
Una opción que baraja actualmente el país es acceder a otros “tipos” de energía geotérmica, que están ubicadas a menores profundidades y tienen menor temperatura, conocidas como energía de baja entalpía.
En la actualidad, el país solo explota la energía de alta entalpía y eso limita las opciones para explotar más la geotermia.
El proyecto del Movimiento Libertario busca permitirles a generadores privados acceder a energías de temperaturas tan bajas como 80°C y en profundidades cercanas a los 200 o 300 metros. Otto Guevara, impulsor de la iniciativa, asegura que esto puede alinearse con la idea del Gobierno de no explotar parques nacionales de aquí al 2018.
Por su parte, el Minae también está valorando la opción de abrir la explotación de energía de mediana y baja entalpía, según confirmó el jefe de despacho de la viceministra de Energía.
“Nosotros queremos propiciar un decreto que permita explotar media entalpía, que son temperaturas de 150°C, que es poco usado en el país y podría abrirse un espacio en el futuro”, determinó Rodríguez.
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