A pesar de que existe un público cautivo, los aspirantes a la presidencia deberían efectuar mayores esfuerzos para brindar opciones en Internet.
Aunque es una minoría la que cuenta con acceso a Internet en el país, las estrategias de campaña digitales son un método capaz de captar adhesiones a un partido político o candidato. Sin embargo, los políticos costarricenses no han logrado conjugar tácticas claves en estas plataformas, aseguraron varios especialistas a UNIVERSIDAD.
La revolución que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llevó a cabo durante la campaña presidencial hace dos años, lo llevó a ser denominado “candidato 2.0”, al lograr financiarse con fondos recolectados vía web.
En Costa Rica, a cuatro meses de elegir una nueva administración, la presencia de los partidos políticos no va más allá de sitios web muy simples y presencia en redes sociales en las que se coloca información poco atractiva para las personas votantes.
PÚBLICO EXIGENTE
De los aspirantes presidenciales, solo cuatro cuentan con un sitio web personal: Laura Chinchilla, Ottón Solís, Otto Guevara y Óscar López. Los demás se encuentran enmarcados dentro del sitio de su partido político.
El periodista y docente universitario Gustavo Verduzco, manifestó que Internet no se está explotando como se debería, pues su manejo en general ha sido escueto y se toma en cuenta solamente para evitar “quedarse atrás”.
Esto puede deberse al desconocimiento de las herramientas y a la falta de asesoría adecuada. Considera que no es obligación que el candidato o candidata sepa del uso de dichos recursos, pero sí rodearse de personas conocedoras del área.
El especialista en periodismo digital cuestionó si los postulantes estarán al tanto del poder de Internet, pues ignorarlo sería contraproducente.
Más allá de largos mensajes y elaborados discursos, la creatividad es la forma de explotar la participación de la ciudadanía, al agregar canales de consulta basados en una comunicación constante, bidireccional y fluida. Se recomienda una propuesta donde se puedan externar críticas, aportes y observaciones, que permitan recibir retroalimentación, de lo contrario, ese potencial se desvirtúa.
En las redes sociales, Verduzco cree que el número de afiliados carece de importancia, pues nada se hace con tener miles de seguidores o amigos, si no se recibe ese feedback o se ignoran los mensajes que envía la población.
“El ingrediente clave es que la gente se sienta involucrada, que su voz sea tomada en cuenta, es el grado de motivación del candidato; que tome en esos esfuerzos para mejorar su propuesta de gobierno. Quien no dio el salto a Internet, tiene la carrera perdida”.
Añadió que los jóvenes son un público cautivo al que se tiene que llegar de una manera inteligente, y las redes sociales son un buen termómetro para medir esa acepción.
Otro punto que se consulta con frecuencia es si la persona detrás de redes como Twitter o Facebook es el mismo candidato. El anonimato lleva a pensar que es normal que hay alguien trabajando detrás. En ese caso, los mensajes deben publicarse bajo ciertos lineamientos para garantizar la transparencia. Si es el mismo aspirante quien escribe, debe cuidarse con el tipo de información que dispone, ya que puede lograr un acercamiento con la población, o, por lo contrario, ser juzgado.
Las personas consumen mensajes concretos, más que la figura del candidato, por lo que es fundamental actualizar la información periódicamente y evitar las contradicciones de discurso, elementos vitales para su credibilidad. En este caso, se deben cuidar de colocar posts con links incorrectos, por ejemplo, pues eso sería una muestra de ignorancia de la tecnología.
Por su parte, Gina Sibaja, politóloga especializada en comunicación política, explicó que tanto los partidos políticos como la ciudadanía, tienen estrategias para buscar, dar y recibir información.
A pesar de que en las últimas décadas la televisión ha sido el medio por excelencia para mensajes electorales, la aparición de las Tecnologías de la Información y Comunicación (las TIC) extienden los mensajes y su forma de construirlos.
Sibaja recalcó que el uso de estas tecnologías se restringe a una población de élite que puede escoger los datos que desee, siendo pareja la relación entre los candidatos y la población.
Desde el proceso del referendo del 2007 hay un sector no mayoritario que usa la “red de redes” para emitir y recibir información y generar debate.
Así, los partidos cuelgan información y visibilizan a su candidato a través de fotos y videos (utilizando plataformas como Youtube). De la misma forma, los usuarios y usuarias tienen estrategias para filtrar, escoger, buscar, descargar, hacer análisis y solicitar más información, o bien bloquear correos o simplemente no ingresar a los sitios.
En estos casos, hay una percepción selectiva, porque se puede bloquear a quienes no se apoya, pero los mensajes podrían convocar a las personas indecisas.
Lo ideal sería que se coloquen datos atractivos como la información presupuestaria del partido, propuestas de eventual gobierno, fotos, agenda y actividades que visibilicen su trabajo, comentó Sibaja.
El hecho de que haya candidatos con un sitio personal, además del propio del partido, refleja la personalización de la política, que también se expande a las redes sociales, brindando una sensación de cercanía.
Sin embargo, exponer en línea la vida personal es también un arma de doble filo y una forma de correr riesgos. El hecho de colocar sus aficiones, gustos y la acción realizada en ese momento desde su hogar, podría atraer a las personas al crear cercanía y amistad. Banalidades como cuál es su cerveza favorita o su equipo de fútbol, incluso generan lealtad y adhesión política, pero también pueden ser usadas por los adversarios para perjudicarle.
La politóloga señaló que ninguno de los postulantes presidenciales puede denominarse “candidato 2.0”, ya que el uso de las TIC se está ampliando por una obligación, más que por una estrategia específica y deseos de hacerlo.
CAPACIDAD DE RÉPLICA
Además de la información de relevancia que los candidatos deben disponer en sus sitios web, estos deben ser fáciles de entender, al existir un público muy grande que utiliza Internet, con una escolaridad y dominio variable de estas plataformas; aseveró Alberto González, desarrollador de software.
El experto en usabilidad (término que engloba la facilidad con que las personas pueden utilizar esas herramientas) indicó que un sitio ideal es el que deje la menor cantidad de dudas posible. En la actualidad, ninguno de los aspirantes cumple en su totalidad con lo que sería un sitio óptimo.
Para González, la mayor dificultad es que algunos pierden el enfoque y quieren dar un mensaje, pero no lo hacen muy claro, pues la navegación en las páginas cae en la redundancia.
Un sitio debe destacarse por su línea informativa, que es la prioridad. Es fundamental que se presente el plan de gobierno, información del candidato y noticias, prosiguió.
De seguido, pero no menos importante, se toma en cuenta el diseño. Una buena disposición de los elementos siempre priorizará la información y funcionará para que esta se muestre de la manera más rápida, llevando a la funcionalidad, es decir, que el usuario encuentre lo que busca.
Ahora hay una visión muy diferente a la de años pasados, que favorece la creación de más de un canal digital. Todos los candidatos o partidos están involucrados en estos canales en mayor o menor grado.
Concordó en que en las redes sociales, las personas sienten que son escuchadas y son capaces de expresar directamente lo que piensan.
Sobre los sitios de los candidatos, el profesional expuso que Ottón Solís (www.otton.cr) es el que ofrece el mejor, ya que se destaca por la limpieza del diseño y su claridad para el acceso a las secciones. Sin embargo, al inicio perjudica que se presentan dos enlaces: el de su sitio y el del Partido Acción Ciudadana, lo que los hace ver como entes separados.
Opinó que el sitio de Otto Guevara (www.ottoguevara2010.com) es un “rejuntado de información” donde predomina el color azul, contraponiéndose al rojo que identifica al partido, lo que va en detrimento de su “imagen de marca”, a diferencia del sitio del Movimiento Libertario. Destacó que el énfasis de un discurso directo y sin palabras rebuscadas del candidato es un punto a favor.
Un espacio poco logrado es el de Laura Chinchilla (www.laurachinchilla.com). Al ingresar, se tarda varios segundos en cargar y es invasivo, pues abarca toda la pantalla y no se entiende. Más que un sitio, parece una presentación.
En contraste, la postulante verdiblanca es la que más dedicación ha colocado en las redes sociales. Aún así, es un error llamarse candidata 2.0, tal y como se autodenominó en Internet.
González concluyó con que los candidatos terminan utilizando de manera incorrecta las plataformas digitales, enfocándolas en una campaña propagandística que no motiva a la población.
¿Le atraen los candidatos 1.0?
Varios jóvenes manifestaron a UNIVERSIDAD su opinión sobre la incursión de los candidatos y la candidata presidenciales en Internet.
Paula Solano, 28 años
Diseñadora gráfica y artesana
“Los sitios web de los candidatos no son verdaderas herramientas con las que cuente la ciudadanía para tomar una decisión consciente e informada. Ellos están más ocupados en cazar votos que en propiciar una democracia participativa y usan dichos sitios como herramientas publicitarias vendiendo valores que según ellos representan.
El del partido Frente Amplio me parece más completo e inclusivo, pues muestra facetas de la Costa Rica actual con temas indígenas, sindicales y ecologistas.
Creo que la posibilidad de interactividad en la web debería hacer más cercanos a los candidatos para que exista debate, crítica y retroalimentación, si no se desperdicia el potencial. Lejos de permitir al ciudadano y a los candidatos acercarse y establecer un vínculo, los sitios web de los últimos bombardean con información unidireccional y los divinizan, alejándolos del ciudadano común”.
Carlos Pérez, 20 años
Estudiante de derecho y filosofía
“Ottón Solís y Laura Chinchilla son los que tienen mejor ‘información relevante’, esto no implica que sea buena o suficiente, ya que solo son pinceladas de las propuestas, sin detalle alguno. Tienen muy poca información que le pueda servir al ciudadano para elegir al candidato que le parezca más conveniente. Básicamente, son páginas vacías de las que el votante no puede sacar más que videos de Youtube y uno que otro archivo para descargar. Le pongo el calificativo de malo al trabajo realizado en redes sociales, ya que son perfiles fríos, con el único fin de mostrar fotos de giras a comunidades, no tienen nada novedoso, por lo que solo es un amigo más en mi lista. Solo se nota que están haciendo campaña electoral, pero nada distinto.
Esperaría una actualización constante de la información, siempre y cuando sea de utilidad y darle vida a las páginas, ya que pueden ser un medio donde la relación candidato-ciudadano sea más cálida, y no tan enajenada como un campo pagado en televisión”.
Gloriana Rodríguez, 22 años
Estudiante de comunicación colectiva
“A un público joven como yo no han llegado, las estrategias en radio y televisión que apelan a ir a otros medios a buscar información no han sido incisivas, quizás porque hay un desencanto previo.
No sé hasta qué punto una estrategia por más buena que sea pueda funcionar, hasta el momento los sitios no son creíbles y no me siento apelada.
Vi el sitio de Otto Guevara porque alguien lo tenía abierto, pero no me siento llamada. Cuando me siento invitada a un sitio, lo acceso.
Ninguno de los candidatos, incluso Laura Chinchilla, es 2.0. Desde la universidad misma no se le ha dado la más mínima importancia, han transitado más información en contra de los candidatos que a favor. Incluso hay videos en contra de la misma Chinchilla que se han transmitido muy rápido. Los candidatos no tienen una mirada joven y están muy desgastados políticamente”.
Felipe Zárate, 32 años
Arquitecto
“El sitio de Chinchilla es novedoso pero desconectado, trataron de ser sofisticados, pero a veces no abre o no funcionan los enlaces, y eso desorienta al visitante. El de Guevara informa pero de manera desordenada, tiene de todo pero mal acomodado. El de Solís es más navegable pero es algo escueto, más sencillo, intuitivo y fácil de orientarse.
Estos medios tienen gran influencia en un pequeño grupo de personas y poca influencia en la mayoría. Las redes sociales permiten y casi exigen un liderazgo más horizontal. Se debe tener muy clara la estrategia de comunicación en general, que sea mediatizable, y permitir que el grupo social tenga cierta participación en la campaña, hacer que las mismas redes sociales transmitan el mensaje. Es importante actualizar constantemente la información de los sitios, para que siempre haya algo nuevo que comentar, y permitir que la gente aporte contenido”.