Herrero apuesta por la unión del sector trabajador con el estudiantado para lograr el aumento del presupuesto para las universidades públicas.
La nueva presidenta la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) será Silvia Herrero, estudiante de Psicología. Con un 48,3% de los votos, el Partido Gente U se impuso sobre sus contrincantes.
¿Le parece que esta victoria era esperable?
– Es resultado de todo un grupo de trabajo. Es una victoria especial porque históricamente, en los años electorales siempre gana Liberación Nacional.
La pregunta que todos se hacen: ¿Gente U es o no es Convergencia?
– Si ve la papeleta, sólo hay una persona de Convergencia, el Secretario de Finanzas, el resto son personas nuevas. El grupo consideró que hizo un muy buen trabajo el año pasado, entonces nos parecía la persona adecuada para llenar ese espacio.
Igualmente, no es un secreto que queremos reivindicar los dos trabajos centrales del Directorio de este año, que son: la discusión del 8% del PIB (Producto Interno Bruto) para la educación pública y la reforma al Sistema Nacional de Becas.
Al quedar ciertos miembros de Convergencia, ¿estarían siguiendo la misma línea ideológica?
– Es claro que va a ser una federación combativa respecto de las políticas aplicadas por el Gobierno, en términos de la educación pública, Creo que hay más elementos que enriquecerán esta federación, porque al haber activistas en cada una de las áreas académicas, se podrá hacer un trabajo mucho más profundo en las necesidades internas de la Universidad.
Lo mismo se hará con el tema de becas, con una Asamblea Nacional de Sedes, que es muy urgente, porque si en la Rodrigo Facio hay problemas, en las sedes hay muchos más problemas.
Los compañeros de sedes plantean es que es necesaria una regionalización, para que la oferta académica esté relacionada con las necesidades de la región. Y que si abren una carrera, que no la cierren a medio palo, sino que puedan garantizarle a las personas poder graduarse.
Igualmente, dentro de la regionalización está la descentralización administrativa porque allá, cuando tienen un problema, lo único que les dicen es: “Eso es en la sede central”. Entonces eso deteriora significativamente la calidad de las sedes.
Esos son los ejes: la infraestructura, los sistemas administrativos, la oferta y la estabilidad académica. Y esos son también los nuevos proyectos, resultado justamente de una composición del grupo. Necesitamos el 8% del PIB, la reforma al sistema de becas y la discusión de cómo se distribuye el presupuesto, que es parte del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES).
Además, creemos que debe haber una verdadera retroalimentación entre el profesorado y el estudiantado, porque todos llenamos la evaluación a fin de semestre, pero nunca pasa nada.
Y por otro lado, la reducción de la condición de interinidad. Muchas veces, la Universidad para ahorrarse presupuesto, mantiene en esta condición hasta 30 años a los profesores.
Por eso decimos que las luchas de la distribución y la mejora de la calidad de la educación no son sólo estudiantiles, sino que es necesaria la unión del sector trabajador.
¿Cómo piensan luchar por el 8% del PIB para la educación?
– Para lograr ese 8% es necesaria la unidad del sector educativo. La discusión empieza a lo interno de la U y es un momento cuando debemos unirnos con el sector trabajador. La Administración tiene que asumir esto como una de sus banderas.
El 1 de setiembre se logró que el Consejo Universitario se pronunciara, al pedir abrir una discusión institucional y posicionarse por el 8% del PIB para la educación pública. A pesar de eso, la Rectoría tomó la decisión de que eso no iba a ser así, entonces esta lucha por el 8% está siendo abiertamente saboteada por la Administración. Nos parece que ese es uno de los ejes sobre los que hay que presionar.
Y de la mano con eso, está la discusión con los otros sindicatos. La Asociación Nacional de Educadores (ANDE) y el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) están por el 8%, lo cual es un gran avance. Pero no sucede lo mismo con la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE), a pesar de ser uno de los sindicatos más combativos.
Usted dice que cree en el movimiento estudiantil como actor social. ¿Cómo lograría esto si la UCR no se ha afiliado al Consejo Nacional de Federaciones (CONAFE)?
– El CONAFE es un espacio cerrado, en el cual se reúnen los presidentes de las federaciones y las decisiones que se toman no se consultan con el estudiantado. Y también está subordinado al Consejo Nacional de Rectores (CONARE), para así acceder a unos recursos que maneja esta institución. Es un problema porque no se pueden plantear diferencias con el CONARE. Y ahí dos de los rectores son abiertamente de Liberación Nacional.
Creemos que para que la Federación sea actor social, el CONAFE no aporta lo suyo, porque tiene que ser un actor que proponga aumentar el presupuesto para la educación pública y ahora no va en esa dirección.